Hace unos días, durante el encuentro anual de la jurisdicción ordinaria en Bucaramanga, el presidente Gustavo Petro hizo unas fuertes declaraciones generalizadas en contra de los congresistas. “Entre más se castiga el consumo de droga, más se abrazan los senadores con los narcotraficantes, más se abraza el poder político con el narcotráfico”, dijo el mandatario.
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Frente al tema, el presidente del Senado, Iván Name, arrancó la semana legislativa con una exigencia de respeto al jefe de Estado. “No acepto, no aceptamos, rechazamos que nos señalen de esta manera, especialmente proviniendo del señor presidente de Colombia”, manifestó.
Esto ha generado controversia en diversos sectores del Congreso de Colombia, quienes todavía se encuentran molestos por las declaraciones del presidente Gustavo Petro, a pesar de su explicación sobre el alcance de sus palabras.
De acuerdo con los analistas, este tipo de discusiones entre el poder Ejecutivo y el Legislativo no contribuye a un ambiente de avance para temas de suprema importancia como las reformas, lo que en el futuro podría representar un estancamiento para el país.
Según los expertos, al no lograr engranar un equipo de trabajo, el presidente Gustavo Petro se ha} vuelto un opositor y su “rol polemista no le ayuda a producir los resultados que la gente espera”, pues como senador se “acostumbró a trabajar solo, pero un gobierno es mucho más complejo”.
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Para tratar de entender este tema, en esta entrega de Sala de Prensa hablamos con los analistas políticos Juan Carlos Flórez y Camilo Granada.