En su regreso a Séptimo Día, Diego Guauque presenta un especial de dos capítulos sobre el turismo extranjero. La primera parte se realizó en Medellín, donde se analizó el alarmante número de asesinatos registrados por las autoridades de visitantes extranjeros que vienen a nuestro país, algunos de los cuales fallecen buscando sexo y drogas. En esta segunda entrega, la investigación se desarrolla desde otra importante y muy turística ciudad del país: Cartagena.
A diferencia de la capital de Antioquia, La Heroica no presenta altas cifras de homicidios de turistas perpetrados por bandas delincuenciales, pero sí de denuncias por cobros excesivos, estafas y engaños de vendedores, la mayoría informales, que en ocasiones se estarían aprovechando de la ingenuidad de los extranjeros en lugares emblemáticos como Playa Blanca, Barú y el Centro Histórico.
Por ello, Séptimo Día llevó a cabo varios experimentos sociales con cuatro actores en sitios turísticos de la ciudad, donde se pudo evidenciar que, a pesar de los controles, los vendedores ofrecen precios basándose en el aspecto físico, acento y nacionalidad de los clientes.
A un visitante extranjero le cobran hasta cinco veces más que a un turista nacional o local, lo que ha generado inseguridad e indignación, dado que Cartagena es una de las ciudades más turísticas del país y su reputación y economía podrían verse afectadas si no se toman medidas.
Un caso que refleja esta problemática es la denuncia viral en redes sociales de Miguel Mayén, un ciudadano mexicano a quien le cobraron una millonada por almorzar con cuatro amigos en una isla cercana a Cartagena. “Fue muy excesivo el cobro, un poco más de 6 millones de pesos colombianos”, relató a Séptimo Día el turista.
Mayén llegó a Cartagena en agosto de 2022 con 20 amigos para celebrar la despedida de soltero de su hermano. “Se escuchaba mucho de Colombia, que tiene esta fama de buena fiesta, buenas playas”, señaló el mexicano en una entrevista virtual con Diego Guauque sobre el motivo de su visita a nuestro país.
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La imagen que tenía el mexicano de nuestro país cambió radicalmente tras el incidente que vivió. “Nosotros ya habíamos escuchado de Playa Barú, nos decían que era la mejor de allá, lo más turístico, lo más bonito”. Para aquel momento, el grupo de amigos ya había pasado de 20 a solo 5.
Los turistas mexicanos decidieron ir a esta isla para disfrutar de sus últimas horas en Colombia cuando ocurrieron los hechos denunciados. Mayén señala que les cobraron $6.502.000 por algunos servicios y comidas.
El caso de Miguel Mayén es solo un ejemplo de una problemática más amplia que afecta el turismo en Cartagena. Es fundamental abordar estas prácticas abusivas para garantizar una experiencia segura y justa para todos los turistas que eligen a Cartagena como destino de vacaciones.
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