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A 58 años y tres meses de prisión fue condenado Brayan Campo , asesino de la pequeña Sofía Delgado en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca. La menor fue secuestrada por este hombre y asesinada al interior del local comercial que a él le pertenecía. Después, Campo enterró e incineró a la niña de 12 años en un cañaduzal y finalmente las autoridades la encontraron sin vida el 17 de octubre de 2024.
Campo fue hallado culpable de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, tentativa de secuestro simple agravado, así como de ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio.
Tras conocerse la condena a la que fue sentenciado Campo y que pagará en la cárcel La Tramacúa, el feminicida rompió el silencio y contó en el programa Conducta Delictiva detalles sobre este terrible crimen que cometió, por el que no tendrá rebajas de pena ni libertad condicional y, además de la condena, deberá pagar 39.000 salarios mínimos legales vigentes.
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Brayan Campo , en otro caso por el cual también fue condenado, había abusado sexualmente de una menor de edad en el año 2018, quien también se llamaba Sofía, lo cual generó preguntas en torno a si este asesino tenía algún tipo de fijación con este nombre. Incluso, su hija también lleva el nombre de Sofía. Campo dijo que “eso es coincidencia porque el nombre (de su hija) no se lo puse yo. El nombre se lo puso ella (la mamá) porque el primer año yo no la había reconocido. Y lo de Sofía Delgado, yo no sabía cómo se llamaba. Fue la primera vez que vi a esa muchacha”.
Sobre cómo ocurrieron los hechos y el porqué hizo lo que hizo, el feminicida contó que “esos días me empezó a maquinar la cabeza en cometer un homicidio. Yo estaba por ahí como aburrido y en la cabeza me imaginaba matando a una mujer. Era como una presión, como una voz interna que me decía que cometiera ese delito. En mi mente visualicé a dos mujeres adultas”.
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En cuanto a la pregunta que le hizo la periodista del programa Conducta Delictiva sobre si alguna vez quiso atentar contra la vida de su esposa o su hija, teniendo en cuenta que él se imaginaba cometiendo un homicidio, Campo señaló que “con personas cercanas a mí, no. Ni con mi esposa ni con mi hija ni con mujeres del trabajo ni familiares. Con mujeres cercanas a mí, nunca. Con mi mujer sí llegamos a discutir, pero que yo la cogiera a golpes, no. Mucho menos a querer quitarle la vida”.
El día de los hechos, dijo Campo, “como a las 2:00 de la tarde mi mujer andaba mercando. No estaba el almuerzo hecho y entonces yo dije que mientras ella hacía el almuerzo, iba a adelantar un informe que tenía que hacer en el trabajo que tenía. Abrí el computador, iba a hacer el informe, estaba metiendo la clave y me dio como la pereza. Entonces, dejé el computador ahí y me senté en el andén del local”.
En ese momento, narró Campo, pasó una mujer de 20 años y él quiso atentar contra la vida de ella. Minutos después pasó otra mujer y “a ella sí le hablé y le dije que ingresara porque le iba a regalar algo. Ella ingresó y no fui capaz. Yo intenté cerrar la puerta, pero al final no fui capaz de hacerle nada a ella”.
La versión de la mamá de la niña que Campo dijo que dejó escapar señaló que su hija huyó del feminicida y por eso logró salvar su vida. “Si yo tomo la iniciativa, la cojo y no la dejo salir, yo hice el intento de cerrar, ella salió y pues yo la dejé ir. No di el otro paso. Di un paso, pero no di el otro. La dejé, ella dijo que después iba a volver y no volvió”.
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Diez minutos después de que escapara la joven que Brayan Campo intentó secuestrar y que escapó de sus garras, “decidí irme. Entonces, empaqué todo, salí a entrar el letrero de la publicidad del negocio y cuando salí me encontré de frente a Sofía. Ahí tomé la decisión de hablarle. Le dije ‘hola’, ella me dijo ‘hola’ y entonces yo le dije que ingresara porque le iba a regalar algo. Cuando ingresó, le golpeé la cabeza con una cuchara de sacar alimento. Entonces, ella cayó y quedó como inconsciente. Ella respiraba, pero quedó inconsciente”.
En ese instante, dijo el asesino, “volví como a aterrizar y me asaré. No sabía qué hacer. Me temblaban las piernas, las manos y no sabía qué hacer: si dejarla ir, llevarla a otro lado, si llamar a la Policía, si llamar ambulancia. No supe qué hacer. Al final, cerré y me fui”.
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Campo sostuvo que él no abusó sexualmente de Sofía Delgado. La Fiscalía, por su parte, aclaró que los delitos por los que está pagando este sujeto son feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado; y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio.
El feminicida narró que, después de golpear a la víctima y dejarla botada al interior del local, se fue a su casa: “Llegué, medio almorcé porque la verdad no tenía apetito. Mi mente estaba pensando en qué hacer con esa niña. Yo tenía dos pensamientos; irla a sacar a esa hora y llevarla a otro lado o ir al otro día por la mañana. Entonces, fui a hacerlo de una vez. Fui a la casa, estuve un rato ahí y después le dije a mi esposa que iba para el mecánico. Yo me fui al local y allá fue donde decidí llevar el cuerpo a donde lo dejé en un cañal”.
Campo señaló que al momento que Sofía cayó al piso, le salió sangre de la cabeza. Él la limpió con el trapero del local comercial, pero, gracias a las investigaciones de los forenses, de logró hallar el rastro de que dicha sangre pertenecía a la niña de 12 años.
El asesino contó que fue a su local comercial, sacó el cuerpo y “después fui y llevé el cuerpo de la niña por allá a un cañal cerca a un corregimiento que se llama La Regina y la dejé ahí. No la enterré”.
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Hasta el local comercial de Brayan Campo, familiares y vecinos de la comunidad se acercaron para preguntar sobre el paradero de Sofía Delgado. “El local, por momentos, lo atendía mi esposa. Ella lo atendía de lunes a sábado y los domingos lo atendía yo. Ella decía que todos los días iban a preguntar si habíamos visto a Sofía. Ella me escribió si yo la había visto ese día y yo le dije que no. Yo dije que ‘nunca he visto a esa niña’. Yo lo negué”, narró.
Las autoridades reportaron que Campo comenzó a cambiar dólares. El asesino indicó que su plan era irse para Ecuador “y de ahí mirar para dónde coger. Ahí fue donde cambié los dólares que encontraron”.
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Finalmente, Campo habló sobre la captura de su esposa, quien días después fue liberada por este hecho, y aseguró que “ella no tiene nada que ver con lo que pasó. Todo lo que pasó fue por mi culpa. Es más, ella me debe odiar no tanto por lo que perdimos sino por haber cometido el delito”. Además, el feminicida indicó que no le confesó el crimen a su esposa “porque sabía que si yo le decía, ella, de pronto, por el amor que me tenía, me iba a apoyar en el sentido de que no fuéramos o hacer algo para que estuviéramos juntos. Entonces, decidí asumir las cosas yo solo y no involucrarla a ella”.
(Lea también: “Creemos que puede haber otra persona involucrada” en el feminicidio de Sofía Delgado: Mario Iguarán)
CAMILO ROJAS,
PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
X: RojasCamo
Correo: wcrojasb@caracoltv.com.co
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