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Contra viento y veneno, biólogo se encarga de preservar a una de las ranas más peligrosas del mundo

Cansado del tráfico ilegal, Iván Lozano decidió cuidar a la rana venenosa de Lehmann, endémica del Valle del Cauca.

La vida de Iván Lozano, biólogo colombiano , gira en torno a una pequeña rana de colores, una de las más vistosas en el mundo animal, pero también una de las más peligrosas.

Este reptil es la rana venenosa de Lehmann, un animal endémico de las montañas del Valle del Cauca que es blanco de los delincuentes que realizan tráfico ilegal de fauna.

Los criminales se ensañaron tanto con la rana de Lehmann que la especie estuvo a punto de extinguirse, situación que fue evitada por Lozano, quien se convirtió en el defensor de dichos reptiles.

“Nosotros creamos 'Tesoros' hace más de una década con el objetivo principal de sacar adelante un proyecto que apoyara la conservación de la rana venenosa de Lehmann. Es uno de los tesoros naturales de Colombia”, sostuvo Lozano.

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En Nocaima, Cundinamarca, y con la ayuda de más expertos, el biólogo montó su base de operaciones, que se convirtió como en un arca de Noé para la especie. En este lugar se protege y reproduce a las ranas.

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“Pocas personas conocen esta rana, pero ha sido traficada en números tan grandes que está a punto de extinguirse. Este es un soporte vital que hace que el número de animales reproducidos bajo cuidado humano sea mayor que el que se presenta en la selva”, narró el científico.

La idea es reproducir tantos animales como sea posible para, de esa manera, satisfacer la necesidad de los coleccionistas. Ello bajaría el precio de los que trafican ranas y el negocio se acabaría.

“Los últimos estudios dicen que el tráfico en Estados Unidos se acabó. En Europa estamos apoyando a los científicos para que se acabe. Queremos que las ranas colombianas dejen de ser extraídas ilegalmente de las selvas”, agregó Lozano.

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Esta labor es regulada por el Estado, que expidió la primera licencia ambiental para adelantar trabajos de conservación: “Con esta licencia podemos trabajar animales valiosos. Lo hacen porque conocen nuestra transparencia y tenemos una licencia única”.

El modelo de preservación ha sido aplaudido en el exterior por otros científicos. Tal es el caso de Justin Yaeger, investigador estadounidense que contó que “existen pocos ejemplos de un tipo de biocomercio que trabaje en la conservación. Tesoros de Colombia está logrando preservar un recurso natural”.

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El canto de las ranas pareciera darle las gracias a Iván, quien no se conformó con verlas desaparecer y hoy les gana el pulso a los traficantes.

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