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La relación entre el color y la inteligencia ha sido objeto de estudio en disciplinas como la psicología del color, la sociología visual y la neurociencia cognitiva. Aunque no existe un color oficialmente reconocido como símbolo de inteligencia, sí se han identificado patrones de preferencia entre individuos con altos niveles de razonamiento lógico y otras cualidades. Estos patrones no solo se reflejan en la vestimenta, sino también en la elección de colores en espacios de trabajo, materiales de estudio y elementos de identidad profesional.
El color no es únicamente una cuestión estética. En contextos profesionales, académicos y sociales, los colores comunican estados mentales, estilos de pensamiento y niveles de sofisticación. Las personas con alta inteligencia cognitiva y emocional suelen ser conscientes del impacto visual que generan, y utilizan el color como una herramienta estratégica para proyectar su personalidad, sus valores y su enfoque mental.
La psicología del color ha demostrado que ciertos tonos tienen efectos específicos sobre el sistema nervioso, la percepción emocional y la capacidad de concentración. Por ejemplo, el azul tiene propiedades calmantes que favorecen el enfoque, mientras que el verde estimula la creatividad y el pensamiento sistémico. Estos efectos no son universales, pero sí estadísticamente significativos en poblaciones con perfiles intelectuales elevados.
Para comprender mejor esta relación, Noticias Caracol consultó con Claudia Merino, consultora internacional de imagen y coach en presencia ejecutiva. Esta experta ha desarrollado metodologías de asesoría en imagen personal y corporativa.
Merino explicó en Noticias Caracol que la elección de colores por parte de personas inteligentes no responde a modas pasajeras, sino a una comprensión profunda de lo que cada tono comunica. “Aunque no hay un color que defina la inteligencia como tal, sí hay tonos que suelen ser elegidos por personas con pensamiento estratégico, capacidad analítica y alto nivel de conciencia emocional”, afirmó.
El azul es uno de los colores más recurrentes entre personas con pensamiento lógico y enfoque mental. Según Merino, “definitivamente es el color más vinculado con la inteligencia y la calma mental. Transmite confianza, lógica, serenidad y enfoque. Muchas universidades y empresas tecnológicas lo usan como uniforme, como Oxford o IBM”.
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Este color tiene un efecto tranquilizante sobre el sistema nervioso, lo que facilita la concentración y reduce el estrés. En entornos académicos, el azul se asocia con la profundidad intelectual y la estabilidad emocional. En el ámbito corporativo, proyecta profesionalismo, confiabilidad y liderazgo racional.
El gris, en sus variantes plata o plomo, es otro color frecuentemente elegido por personas con mentalidad racional. “Está asociado con la sofisticación, la neutralidad y el pensamiento analítico. Personas con mentalidad racional o científica tienden a preferir tonos neutros como el gris”, explicó Merino.
Este tono transmite discreción, objetividad y equilibrio. En contextos profesionales, el gris es utilizado para proyectar seriedad, precisión y control emocional. Su neutralidad permite combinarlo con otros colores sin perder coherencia visual, lo que lo convierte en una base sólida para quienes valoran la lógica y la estructura.
El verde oscuro, especialmente en su tono esmeralda, tiene una fuerte conexión con el pensamiento reflexivo y la inteligencia emocional. “Representa equilibrio, reflexión y crecimiento. Está asociado con mentes analíticas que también valoran la armonía y la naturaleza”, señaló Merino. Este color estimula el pensamiento sistémico, la creatividad estructurada y la conexión con el entorno. Es común en líderes que integran múltiples dimensiones en su toma de decisiones, como el impacto ambiental, el bienestar colectivo y la sostenibilidad.
El blanco simboliza claridad, orden y pensamiento lógico. “Es común en contextos científicos o de diseño minimalista”, indicó la experta. Este color proyecta limpieza, transparencia y estructura, elementos fundamentales en entornos donde la precisión y la objetividad son esenciales. En espacios de trabajo, el blanco favorece la organización mental y la reducción de distracciones. En la vestimenta, comunica apertura, honestidad y capacidad de síntesis. Es un color que permite destacar sin imponerse, lo que lo hace ideal para perfiles intelectuales que valoran la sobriedad.
Más allá de la elección de un color específico, Merino enfatizó que las personas con alta inteligencia emocional y cognitiva saben cómo combinar colores para expresar su personalidad sin caer en excesos. “Por ejemplo, azul con gris transmite seriedad y pensamiento lógico. Verde con blanco proyecta frescura y equilibrio”, explicó.
Estas combinaciones reflejan una comprensión estratégica del impacto visual. No se trata de impresionar, sino de comunicar coherencia, profundidad y autenticidad. La capacidad de combinar tonos de manera armónica es una manifestación de inteligencia estética y emocional.
Más allá de la elección de un color específico, Merino enfatizó que las personas con alta inteligencia emocional y cognitiva saben cómo combinar colores para expresar su personalidad sin caer en excesos. “Por ejemplo, azul con gris transmite seriedad y pensamiento lógico. Verde con blanco proyecta frescura y equilibrio”, explicó.
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Estas combinaciones reflejan una comprensión estratégica del impacto visual. No se trata de impresionar, sino de comunicar coherencia, profundidad y autenticidad. La capacidad de combinar tonos de manera armónica es una manifestación de inteligencia estética y emocional.
Merino también destacó la importancia de elegir colores que se alineen con el estilo personal, más allá de las tendencias del momento. “El color en nuestra vida es mágico y siempre comunica algo de nosotros. Úselo a su favor, de acuerdo a su estilo y personalidad. No se deje llevar por lo que está de moda, porque recuerde: ‘La moda pasa y el estilo perdura’”, concluyó.
ÁNGELA URREA PARRA
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