Tras su arribo a Colombia el pasado 25 de enero luego de cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos, el exparamilitar Hernán Giraldo Serna permanece a la espera de ser juzgado y sentenciado por la ley de Justicia y Paz. Entre los delitos que confesó están 36 víctimas a las que alias ‘Taladro’, como se le conoce, violó siendo jefe de las AUC.
Sin embargo, centenares de mujeres víctimas están contando en voz baja y con temor como Giraldo Serna se pudo haber convertido en el mayor depredador sexual cuando ejercía su dominio en gran parte de la Costa Caribe del país.
Fue la denominada víctima número 201 la que rompió su silencio tras el regreso de su victimario y relató desde el anonimato cómo fue sometida y violada cuando Giraldo Serna estaba en la cárcel modelo de Barranquilla en el pabellón de Justicia y Paz antes de ser extraditado.
En contexto: “Siempre viví con la zozobra de quitarme la vida”: joven abusada por el paramilitar Hernán Giraldo
Publicidad
Ella forma parte de los casos que Norma Vera, estudiosa del conflicto armado y defensora de derechos humanos de las mujeres en Colombia, está consolidando y denunciando.
Una lucha sustentada en la voz de las víctimas que ya dio su primer resultado significativo hace unos días.
Publicidad
La Procuraduría General de la Nación emitió su concepto asegurando que Hernán Giraldo Serna no cumplió con la garantía de no repetición a las víctimas después de la desmovilización y, por lo tanto, el juez negó la solicitud de libertad que estaban buscando sus abogados.
En este punto surge el interrogante sobre ¿cuál sería el escenario jurídico para Hernán Giraldo Serna si se demuestra que cometió el delito de violación a menores estando en el pabellón de Justicia y Paz en las cárceles de Itagüí y Modelo de Barranquilla desconociendo totalmente sus compromisos?
“Es determinante que además de esas tres exigencias en materia de justicia, verdad y reparación que hubieran cesado en actividades ilícitas, delincuenciales, que no se demuestre que incurrieron en un delito con posterioridad a la desmovilización o mejor con posterioridad a la vinculación con Justicia y Paz”, dice el exfiscal Mario Iguarán.
Otras noticias: Iván Duque afirma que disidentes de las FARC contratan a personas para actos vandálicos
Publicidad
De ser así, ¿Hernán Giraldo Serna perdería los beneficios y pasaría a ser juzgado por la justicia ordinaria por el delito de acceso carnal abusivo de tres menores ingresadas a las cárceles en incapacidad de defenderse?
“Perdería el beneficio por haber faltado a una de las exigencias de la ley 975 del 2005, que no solo exigía unos mínimos de justicia y unos algos de verdad y reparación que exigía que no se cometieran delitos posteriores a la desmovilización”, agrega el exfiscal.
Publicidad
Un derecho de petición de nueve puntos a responder fue pasado al Inpec para saber sobre el ingreso de la menor al penal en el 2008, tiempo en el que la joven, relata, fue abusada en repetidas ocasiones por el recluso Giraldo Serna al interior de su celda.
La respuesta del Inpec es una negación reiterativa a cada punto, bajo el argumento que para la fecha no existía la herramienta donde se registraran las visitas, además afirmando que no hay registro en los archivos en donde se pueda verificar la información solicitada.
“Obviamente estos registros no debían estar porque el Inpec fue negligente y faltó a su protección a las víctimas, lógicamente sabemos que las víctimas firmaban con otros nombres por procesos de modificación de sus identidades en lo que hay todo un entramado de notarías y registradurías de Santa Marta”, señala Norma Vera.
La respuesta del Inpec tiene el nombre del director de la cárcel Modelo de Barranquilla de la época, quien terminó envuelto en un escándalo de fiestas y regalos de los paras al interior del penal y que motivó que el funcionario fuera declarado insubsistente.
Publicidad
“Por lo menos esta es una primera victoria con sinsabores porque van a quedar casi 160 víctimas, pero la exclusión de Justicia y Paz ya es una batalla ganada a en la memoria y en función de las víctimas”, subraya Vera.
Una batalla legal que apenas comienza y donde las víctimas tienen la voz sobre un capítulo doloroso y vergonzante de la historia del país que clama por justicia y no repetición.
Publicidad