
El paquete presupuestario y fiscal impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y aprobado este jueves por el Congreso aspira a ser uno de los mayores recortes de impuestos en la historia del país e incluye recortes en programas sociales como Medicaid y la posibilidad de que el déficit federal se multiplique al menos por cuatro en la próxima década. El paquete, bautizado por Trump como "ley grande y hermosa", también traerá nuevas medidas sobre las remesas, que son las transferencias de dinero que una persona, generalmente un migrante, envía a su país de origen para apoyar a familiares o amigos. En el caso de Colombia, se estima que al menos dos millones de nacionales residentes en ese país envían remesas, por lo que el impacto puede afectar a muchos.
Puntualmente, el texto aprobado en el Legislativo estadounidense grava automáticamente toda remesa enviada al exterior desde Estados Unidos con un 1% de su valor si no se efectúa a través de transferencia bancaria o tarjeta de débito, lo que implica un nuevo impuesto que afectará directamente la economía de los migrantes en ese país. "Se impone a cualquier transferencia de remesas un impuesto equivalente al 1% del importe", se lee en el texto adoptado por los senadores y al cual la Cámara le dio luz verde este jueves. La provisión, sin embargo, supone una mejora con respecto a las propuestas originales, que contemplaban tipos impositivos del 3,5% e incluso del 5% y solo consideraba el derecho a reembolso para aquellos con ciudadanía estadounidense. Se trata, en todo caso, de una medida importante si se tiene en cuenta, además, que Estados Unidos es el principal país emisor de remesas del mundo, según datos del Banco Mundial, con más de 85.800 millones de dólares enviados en 2023, según el centro Migration Policy Institute.
¿Cuándo entra en vigencia y qué implica?
Con la votación de este jueves en la Cámara de Representantes, que dio el último visto bueno al proyecto, este pasará ahora al escritorio de Trump, quien planea firmarlo en un acto en la Casa Blanca este viernes 4 de julio, el Día de la Independencia estadounidense. Así las cosas, en el caso de la remesas, este nuevo impuesto se aplicaría a las transferencias realizadas a partir del 31 de diciembre de 2025. El impuesto deberá pagarlo el titular de la transferencia. No se aplicará si el dinero procede de una cuenta bancaria en Estados Unidos o se realiza con una tarjeta de crédito o débito emitida en el país. El impuesto queda limitado a las transferencias en dinero en efectivo y en "instrumentos similares", por ejemplo un cheque de caja.
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Según las previsiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las remesas enviadas a países de América Latina y el Caribe marcaron un récord en 2024, con 161.000 millones de dólares, siendo México el principal país de destino con casi 65.000 millones. Según el Banco Mundial, los flujos de remesas también son elevados en otros países de la región: representan más del 15% del PIB en Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y Jamaica. En el caso de Colombia, según Corficolombiana, las remesas hacia Colombia alcanzaron un máximo histórico de 1.098 millones de dólares en diciembre de 2024 y 11,8 mil millones de dólares en el consolidado del año. Y puntualmente el 53% del flujo entrante de divisas por remesas al país proviene de Estados Unidos.
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Expertos señalan que las remesas representan un aporte importante para la región porque en muchos casos son usadas por los receptores del dinero en sus gastos básico de manutención, alimentación, vivienda, transporte, entre otros. Otros las usan para cubrir gastos médicos o de educación y en algunos casos las destinan para ahorro, pagar deudas o adquirir bienes en Colombia. En todo caso, las remesas son un aporte clave en la economía local.
Luego de conocerse la medida del impuesto del 1%, desde algunos sectores señalan que no ven un panorama del todo alarmante a futuro. Algunas estimaciones, como la que planteó Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, apuntan a que con un gravamen de ese porcentaje para las remesas provenientes de Estados Unidos implicaría un impacto de unos 63 millones de dólares, que, a su juicio, "no cambiará sustancialmente la dinámica positiva que se ha observado en los ingresos por remesas en los últimos años".
Otras medidas que afectan a migrantes
La ley fiscal aprobada este jueves en Estados Unidos también incluye medidas que afectan directamente a los migrantes, restringiendo su ya limitado acceso a beneficios fiscales. Las familias en las que uno de los padres sea indocumentado o no tenga un número de seguro social, por ejemplo, no podrán acceder al programa de crédito fiscal por hijos, que reduce el importe de los impuestos a pagar. A su vez, se reducirán los fondos federales del programa Medicaid para los estados que ofrecen servicios de salud a migrantes sin estatus legal, y se prohibirá que algunos migrantes con estatus legal —incluyendo quienes tienen visas de trabajo o Estatus de Protección Temporal (TPS)— puedan acceder a seguros de salud con costos reducidos.
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WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
COORDINADOR DIGITAL NOTICIAS CARACOL