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Hace más de un mes desde que Estados Unidos realizó un amplio despliegue militar en el mar Caribe, cerca a la costa de Venezuela, con el objetivo, según dijo en su momento el mandatario Donald Trump, de luchar contra los carteles de narcotráfico que salían de la región para el país norteamericano. Sin embargo, según fuentes militares y analistas consultados por el New York Times, este despliegue tendría un propósito mayor.
El gobierno de Trump ya ha derribado cuatro embarcaciones que, según informó, en su mayoría salieron de territorio venezolano y transportaban droga. El último de ellos fue interceptado el pasado 20 de septiembre, y era una lancha, de tipo 'Go Fast', que se dirigía a territorio dominicano con la intención de usar dicho país como puente para llevar la droga a los Estados Unidos.
Durante el operativo de EE. UU., en el cual tres personas murieron, las autoridades de República Dominicana fueron alertadas de la incursión ilegal de la embarcación y activaron el protocolo correspondiente. Tras el rastreo en la zona, lograron recuperar un total de 377 paquetes de presunta cocaína que iba a bordo, sesenta de ellos destruidos por la explosión de la embarcación. "Es la primera vez en la historia que la República Dominicana y Estados Unidos llevan a cabo una operación conjunta contra el narcoterrorismo en la Región del Caribe", indicó el país caribeño.
Si bien la lucha contra el narcotráfico ha sido la excusa de Estados Unidos para desplegar poderosas embarcaciones y aeronaves en el mar Caribe, varias fuentes —entre militares, diplomáticos y oficiales de inteligencia actuales y anteriores— le indicaron al New York Times que el objetivo real sería expulsar a Maduro del poder, por quien el país norteamericano ofrece una recompensa de 50 millones de dólares, acusándolo de colaborar con el Cartel de los Soles, el Cartel de Sinaloa y el Tren de Aragua.
“La enorme flotilla naval frente a las costas de Venezuela y el traslado de cazas F-35 de quinta generación a Puerto Rico tienen poco que ver con una interdicción real de las drogas, representan un exceso operativo”, dijo el almirante James G. Stavridis, exjefe del Mando Sur del Pentágono, al medio mencionado. “Más bien, son una clara señal a Nicolás Maduro de que este gobierno se toma cada vez más en serio la posibilidad de lograr un cambio de régimen o de comportamiento por parte de Caracas (...) Ha vuelto la diplomacia de las cañoneras, y puede que funcione”, añadió.
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CNN, por su parte, indicó a principios de septiembre que el magnate no descarta realizar ataques dentro de territorio venezolano con el fin de combatir los cárteles de narcotráfico. "Si existe la oportunidad de matar terroristas, les dará luz verde de inmediato" a los funcionarios de seguridad nacional y de defensa, de acuerdo con una fuente cercana a la Casa Blanca.
Y es que la presencia militar en el Caribe tiene en vilo a la región y a la política estadounidense, pues sus verdaderos alcances aún son desconocidos. “Hasta ahora, los ataques contra presuntos barcos de narcotraficantes se están interpretando en la región como disparos de advertencia que presagian la posibilidad de una nueva escalada”, dijo al NYT Elizabeth Dickinson, analista principal del International Crisis Group en Bogotá.
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Según el periódico estadounidense, en la Casa Blanca y en el Capitolio está circulando un proyecto de ley que le otorgaría a Trump y a su gobierno amplios poderes para librar una guerra contra los cárteles de la droga que considere “terroristas”, así como contra cualquier país que, según él, los haya albergado o ayudado. Hasta el momento, el ejército estadounidense ha desplegado en la región ocho buques de guerra, varios aviones de vigilancia P-8 de la Marina y un submarino de ataque.
El pasado 18 de septiembre, mientras se encontraba en el avión presidencial Air Force One, tras una visita en el Reino Unido, una periodista le preguntó a Trump si ha mantenido conversaciones con funcionarios de su gobierno (como el secretario de Estado, Marco Rubio, o líderes militares) sobre un posible cambio de régimen en Venezuela, a lo que el magnate respondió: "No, no lo he hecho".
No obstante, sus respuestas al preguntarle sobre sus planes relacionados con el régimen de Maduro han sido cortas y sin dar muchos detalles. Por ejemplo, el 7 de septiembre, luego de que le preguntaron si contemplaba hacer ataques dentro del territorio venezolano, únicamente respondió: "Ya lo averiguarán". Y, el pasado fin de semana, amenazó a Venezuela con consecuencias "incalculables" si se niega a aceptar de vuelta a los migrantes deportados.
LAURA VALENTINA MERCADO
NOTICIAS CARACOL DIGITAL
*Con información de EFE