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La madrugada del 31 de octubre en la capital se tornó trágica tras conocerse la muerte de Jaime Esteban Moreno, un joven de tan solo 20 años que perdió la vida tras ser víctima de una fuerte golpiza luego de salir de una fiesta de Halloween.
Jaime Esteban Moreno Jaramillo tenía solo 20 años, pero su camino ya estaba lleno de logros, ilusiones y afecto. Era el hijo mayor de su casa, una persona destacada por su gran empeño y amor hacia su hermano menor. En 2022 se graduó del colegio San Bartolomé de la Merced y desde entonces no dejó de perseguir sus metas con la misma pasión con la que jugaba ajedrez, una actividad que cultivó desde pequeño y que más adelante lo siguió acompañando.
Luego, comenzó sus estudios en educación superior en la Universidad de los Andes. Al momento de su muerte se encontraba cursando séptimo semestre de la carrera de Ingeniería de Sistemas y Computación, donde se destacaba por su inteligencia, disciplina y amor por la tecnología.
En medio del dolor, su familia lo recuerda como "ser maravilloso e irreemplazable", un gran ejemplo y motivo de orgullo para quienes lo rodeaban. Para ellos, su partida dejó un silencio imposible de llenar, una ausencia que se siente en cada rincón donde antes estaba su curiosidad y sus ganas de vivir.
Jaime soñaba con el futuro. Quería seguir aprendiendo, viajar, descubrir el mundo. Estaba en proceso de aplicar para un intercambio académico en Finlandia. Sus padres contaron que era un gran programador, apasionado por crear aplicaciones para celulares y por entender el lenguaje con el que hoy se construye el futuro digital.
Este joven no solo inspiraba admiración en su familia, también en las otras personas que lo rodeaban. Uno de sus profesores lo describió como una persona bastante noble y brillante quien además, junto al plantel educativo en el que estudiaba, lamentó su fallecimiento.
"Acompañamos con todo nuestro afecto y solidaridad a su familia, amigos, profesores y compañeros en este momento de inmenso dolor. Hemos activado nuestros protocolos de acompañamiento y atención; nuestro principal compromiso es el cuidado y bienestar de nuestra comunidad y de nuestros estudiantes", dijo el ente educativo.
El 30 de octubre los sueños de Jaime fueron interrumpidos de manera abrupta y dolorosa. Asistió a una fiesta de disfraces en Chapinero sin imaginar que esa sería su última noche.
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Al salir del establecimiento en el que estaba, fue atacado brutalmente en la calle 64 por varias personas que lo golpearon hasta dejarlo inconsciente. Uno de sus amigos explicó a las autoridades que dos sujetos le propinaron varios puños hasta dejarlo en el suelo y luego le dieron múltiples patadas en el rostro y el cuerpo. Dos mujeres también estuvieron involucradas. Tras el ataque, tres personas ya fueron judicializadas: Juan Carlos Suárez Ortiz, Kaleidymar Paola Fernández Sulbarán y Bertha Parra Torres. Las jóvenes quedaron en libertad, mientras que Suárez Ortiz deberá comparecer frente a un juez el próximo 5 de noviembre.
La Policía Metropolitana de Bogotá explicó que acudió al sitio para atender una emergencia y allí lo encontraron tendido en una vía pública con varias lesiones. De inmediato, fue trasladado a un centro asistencial y pese a los esfuerzos del personal médico por salvarle la vida, horas más tarde, en la madrugada del 31 de octubre, fue declarado muerto.
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Hoy, su partida deja una herida profunda en quienes tuvieron el placer de conocerlo, pero también deja un eco que pide justicia para que ningún otro sueño sea arrebatado de esa manera.
Angélica Yelithssa Morales C.
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