
Casi a la medianoche terminó en Cali un consejo de seguridad liderado por el presidente Gustavo Petro, que decidió declarar como grupos terroristas al Clan del Golfo y a las disidencias de las Farc. Sin embargo, descartó el estado de conmoción interior, lo que ratificó el alcalde de la ciudad, Alejandro Eder.
Solo en Cali murieron 6 personas, entre ellas una mujer embarazada, mientras que en Amalfi, Antioquia, fallecieron 12 policías, hechos por los cuales se reforzaron las operaciones militares en estas dos regiones, en las que también hay más de medio centenar de heridos.
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No obstante, el vallecaucano informó que se instalará “un PMU permanente y de manera simultánea, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares van a evaluar cuál es el número de tropas que se necesitan y de dónde las pueden traer para copar a Jamundí y de esa manera ir recuperando el control. Pero no vamos a perdonar a los bandidos que se atrevieron a asesinar caleños otra vez”.
Petro, por su parte, dijo que se profundizarán medidas por decreto “para eliminar aún más la producción de cocaína y la dificultad de exportar esa cocaína desde el litoral Pacífico, y las medidas que en adelante se toman es mantener el PMU vigente, articular un plan de copamiento sin debilitar el Micay, porque es lo que quieren, sino extendiendo la presencia militar en la parte alta de la comunidad occidental”. (Lea también: ONU y comunidad internacional condenan la violencia: atentados en Cali y Amalfi dejan 18 muertos)
Así fueron los ataques terroristas
En la mañana del jueves, disidentes derribaron un helicóptero y se enfrentaron a agentes de la Policía en un ataque con fusiles y con un dron cargado con explosivos que dejó 12 uniformados muertos en zona rural de Amalfi, en Antioquia.
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En la tarde, un camión cargado con explosivos estalló frente a una base aérea militar en Cali, Valle del Cauca, la tercera ciudad más poblada del país, lo que mató a 6 civiles e hirió a más de 60, según el último balance de la Defensoría del Pueblo.
Las autoridades atribuyen los ataques a dos disidencias de las FARC, enfrentadas entre sí, que rechazaron el acuerdo de paz firmado en 2016 con el grueso de esa guerrilla.
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El presidente Gustavo Petro dijo a los medios, tras una reunión con sus ministros y la cúpula militar en Cali, que el ataque en esa ciudad fue "una reacción" de los rebeldes ante operativos en una zona cercana de cultivo de hoja de coca, conocida como el Cañón del Micay. "Estamos enfrentando a una mafia internacional, con bandas armadas aquí", dijo el jefe de Estado cerca de la medianoche del jueves. "El golpe a la población de Cali indudablemente es profundo, es brutal, es de terror", agregó.
Acciones contra los grupos terroristas
El ataque registrado en el poblado de Amalfi, a unos 150 kilómetros de Medellín, fue atribuido a las disidencias bajo el mando de alias Calarcá. El escuadrón de Policía que fue atacado trabajaba en una misión de erradicación de narcocultivos.
En ese departamento, "el Ejército Nacional desplegó a todas sus tropas" y reforzó las actividades policiales en la zona con artillería y operaciones aéreas, dijo el general Hugo López, comandante de las Fuerzas Militares.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, ordenó de su lado el jueves la "militarización" de la ciudad y un aumento de la vigilancia en sus principales accesos terrestres. Por la explosión en esa ciudad, fueron responsabilizados guerrilleros al mando de alias Iván Mordisco.
Asimismo, recordó que por estos hechos “ya hay 2 capturados. Mantenemos $1.000 millones en recompensas entre la Alcaldía, la gobernación y el Gobierno Nacional para dar con los responsables. Estos criminales atentan contra caleños para seguir traficando y haciendo de las suyas. No vamos a descansar hasta atrapar a cada uno de los cabecillas”.
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Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de más de $3.200 millones por alias Marlon, a quien responsabilizan del ataque en Cali.
La violencia se recrudece en el país a un año de las elecciones presidenciales, luego de que el 11 de agosto falleció el senador y precandidato del Centro Democrático Miguel Uribe, tras sufrir un atentado a disparos en la cabeza en un acto público en Bogotá.
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Desde que llegó al poder en 2022, Petro intenta negociar con todos los grupos armados pero la mayoría de los procesos están en un punto muerto. Solo avanzan las negociaciones con el Clan del Golfo en Catar, luego de varios intentos fallidos que iniciaron en 2023. También hay conversaciones con una pequeña escisión de la guerrilla Eln.
POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIA AFP