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La última entrega: el asesinato de tres jóvenes domiciliarios en los cerros orientales de Bogotá

Una tragedia estremeció a Bogotá: tres jóvenes domiciliarios fueron brutalmente asesinados en 2017. Tras dos años de búsqueda, finalmente se encontraron los restos óseos de las víctimas.

La última entrega el asesinato de tres jóvenes domiciliarios en los cerros orientales - El Rastro

Una desgarradora tragedia estremeció a Bogotá: tres jóvenes domiciliarios desaparecieronen 2017. Tras años de búsqueda y excavaciones, finalmente se encontraron los restos óseos de las víctimas. Este hallazgo dio fin a una angustiosa espera para las familias y El Rastroreveló detalles escalofriantes sobre el crimen que conmocionó a la ciudad.

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El 22 de febrero de 2017, tres jóvenes desaparecieron en una zona boscosa en las altas periferias del norte de Bogotá. Los adolescentes, Juan Esteban, 14 años, Mauricio, 16 años, y Brayan Montaña, 17 años, trabajaban como domiciliarios frente a un supermercado del barrio San Cristóbal Norte. Desaparecieron a bordo de una camioneta Land Cruiser Vinotinto por la calle 163, cuando se disponían a llevar un mercado al barrio Cerro Norte, en la localidad de Usaquén.

Casi un mes después de la desaparición, el 3 de marzo de 2017, el vehículo fue encontrado en el barrio Santa Isabel de la localidad de Los Mártires. El automotor había sido modificado y le habían cambiado la placa. Sin embargo, no se encontraron huellas ni pistas que ayudaran a esclarecer el paradero de los jóvenes.

Desgarradora tragedia en Bogotá: tres jóvenes domiciliarios desaparecieron misteriosamente
Desgarradora tragedia en Bogotá: tres jóvenes domiciliarios desaparecieron misteriosamente
Foto: El Rastro

La angustia de las familias

Los familiares de los tres jóvenes afirmaron que ese día, cuando llegó la noche, en el barrio San Cristóbal Norte, empezaron a preocuparse pues ninguno llegaba a casa. Hasta ese momento, cada uno vivía la angustia por su parte porque no sabían de la desaparición de los otros jóvenes. Sin embargo, rápidamente lograron establecer que la búsqueda sería colectiva.

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Un supermercado en el barrio San Cristóbal Norte sería el primer lugar donde cada familia buscaría. Algunos meses atrás, allí Mauricio y Juan Esteban comenzaron a trabajar entregando mercados, luego que Mauricio recibiera un carro como regalo de cumpleaños 16.

Investigación y hallazgo del vehículo

La primera pista fue una cámara de seguridad donde cerca de las 6:45 p.m. se ve a los jóvenes. Inicialmente, creyeron que la desaparición estaba relacionada con un posible robo de la camioneta.

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Las familias reportaron las desapariciones de los menores de edad y la pérdida del vehículo. Una semana después, las autoridades encontraron una camioneta de color vinotinto en el barrio Santa Isabel, de la localidad de Los Mártires, casualmente con las mismas características del vehículo en donde se movilizaban los tres menores de edad.

Aunque tenía las placas cambiadas, pronto las autoridades establecieron que sí se trataba del carro que buscaban. Sin huellas ni pistas allí, la investigación debía seguir.

Tres jóvenes domiciliarios fueron asesinados en Bogotá
Tres jóvenes domiciliarios fueron asesinados en Bogotá
Foto: El Rastro

La llamada anónima y la búsqueda en los cerros

Pasaron más de cinco meses sin obtener respuestas, hasta el 14 de agosto de 2017. Germán, el papá de Brayan, el mayor de los tres desaparecidos, recibió una llamada anónima donde le decían que le darían un mapa con las indicaciones de donde fueron enterrados los menores.

Las familias fueron al punto donde supuestamente encontrarían los restos de los jóvenes, pero no había nada. Siguió corriendo el tiempo y finales de ese año las autoridades recibieron a dos personas que pedían protección y dieron el nombre del presunto responsable: Daniel Prieto.

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Pasaron 24 meses sin respuestas, hasta que a comienzos del año 2019 un acontecimiento daría una pequeña luz al final del túnel. Cuando las autoridades se encontraban haciendo inspecciones de rutina en estaciones de Transmilenio, Daniel Prieto fue capturado por porte ilegal de armas de fuego.

Las autoridades habían logrado nuevas capturas de personas que, según ellos, participaron directa o indirectamente en la desaparición de los tres menores de edad. Finalmente, empezarían a reconocer la verdad de la desaparición y el robo del vehículo.

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El rompecabezas se iría armando y un nuevo nombre salió a la luz. Se confirmó el asesinato de los jóvenes y además señalaron a Daniel Felipe Díaz, quien junto a Daniel Prieto lideraba una peligrosa organización criminal.

El hallazgo de los restos

Finalmente, Prieto dio información sobre el paradero de las víctimas. Las autoridades encontraron restos óseos en el lugar indicado y se confirmó las identidades de los desaparecidos. La búsqueda terminó tras meses de angustia para las familias de los jóvenes.

Encuentran restos de tres jóvenes domiciliarios desaparecidos en 2017
Encuentran restos de tres jóvenes domiciliarios desaparecidos en 2017
Foto: El Rastro

Los tres menores de edad fueron acribillados. El 19 de abril del año 2021, fue condenado Daniel Prieto a 40 años de prisión por el homicidio de Mauricio Castillo y Bryan Montaña. Mientras tanto, el señalado de haber asesinado al tercer joven, Daniel Felipe Díaz, era aún buscado por las autoridades en agosto de 2023 cuando se emitió este capítulo de El Rastro.

Este caso tuvo participación de la SIJIN y fue liderada por el Gaula Militar y el CTI, los capturados ya se encuentran condenados por este crimen.

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El hallazgo de los restos de los tres jóvenes domiciliarios no solo trajo un cierre para las familias afectadas, sino que también dejó una profunda huella en la ciudad de Bogotá. Este caso resaltó la importancia de la seguridad y la vigilancia en las zonas periféricas de la capital del país. Las familias, aunque devastadas por la pérdida, pueden ahora encontrar un poco de paz sabiendo la verdad sobre lo sucedido con estos tres jóvenes luego de dos años de intensa búsqueda y desesperanza. La ciudad, por su parte, sigue recordando a estos jóvenes y la tragedia que marcó un antes y un después en la historia de la seguridad en Bogotá.