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En el equipo Omega del Desafío Siglo XXI hay una preocupación generalizada entre sus integrantes por la salud de Anthony Zambrano, considerado uno de los desafiantes más fuertes de la temporada. El participante manifestó a sus colegas que se siente muy mal física y emocionalmente, lo que lo llevó a pedir atención médica.
En el capítulo 84 del Desafío Siglo XXI, Zambrano fue tema de discusión entre sus compañeros, luego de que lo vieran acostado en el sofá y sin ganas de hablar con ellos. "Zambrano está malito, él va y compite, después de que compite otras vez se pone mal", señaló Rosa y agregó que "vamos a dejarlo descansar hoy y ahí tomamos decisiones".
Señalaron que el deportista de 27 años se ha estado quejando de dolor en el coxis, las rodillas y los brazos. Mientras Rosa y Katiuska hablaban preocupadas sobre el estado de su compañero, él seguía acostado en la salsa, cubierto con una cobija y, según captaron las cámaras, llorando.
El momento se transformó en angustia cuando Katiuska se acercó a Zambrano para preguntarle cómo seguía y él le aseguró que quería hablar con todo el equipo. "Ya pedí médico y que me revisan. Yo los voy a extrañar", aseguró el deportista olímpico a su compañera. 
Katiuska se alertó inmediatamente y le pidió a su compañero que no pensara en que se va a ir de la competencia. "No te predispongas y no salgas con el cuento de que nos va a extrañar. Vamos a esperar a que venga el médico", le dijo la capitana al hombre y le tocó la frente notando que tenía una temperatura muy alta.
"Me siento re mal", dijo Zambrano a su compañera y le aseguró que si los médicos le decían que tenía algo muy grave prefería irse de la competencia. "Yo no me quiero ir, pero me va a tocar, yo me conozco el cuerpo".
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En ese momento, Rosa se acercó a los dos y empezaron a debatir cómo podían distribuir el turno de las pruebas para que Zambrano no se perjudicara tanto. Tenían un problema: hoy les tocaba prueba en agua, luego de un box de aire, lo que quería decir que tenían que medir bien las probabilidades para que él no fuera a tierra. Sin embargo, Zambrano les manifestó que prefería ir a tierra que a agua.
Efectivamente, el equipo médico llegó a la casa Omega y se llevó a Zambrano. Mientras tanto, en la casa hablaban sobre probabilidades. "Me preocupa que se lo lleven", dijo Katiuska y Leo agregó que "si le mandan incapacidad, uno o tres días que descanse el cuerpo, no puede seguir más. Y Zambrano está muy mal".
Después de un rato, el deportista regresó a casa y contó a sus compañeros lo que pasó. "Me miraron, me tocaron, sí tengo fiebre. Me recomendaron que me quede quiero y me van a hacer unos exámenes para saber de dónde viene esa fiebre porque no tengo gripa".
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Zambrano contó que lo inyectaron y le dieron unas pastas, además que los médicos le preguntaron si tiene picaduras de mosquitos, algo que él respondió positivamente. Katiuska le preguntó a su compañero por qué sonaba como si tuviera gripa, pero él le aseguró que no era eso, sino que "lloré del dolor".
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL