“Las FARC no era una organización que basara su política, que tuviera como política, el reclutamiento de niños. Las FARC. Por lo tanto, no era un ejército de niños. Por consiguiente, la llegada de menores, como lo hemos manifestado, era parte de la misma realidad de esa fuerza guerrillera”, declaró Pastor Alape, exintegrante del secretariado de las FARC.
Esta ha sido la posición de los jefes de las extintas FARC, y ante la JEP, la reiteraron. Además, de negar el reclutamiento de menores de edad, Pastor Lisandro Alape, dio la explicación que los exjefes de ese grupo le dan hoy a la presencia de menores en la que fue esa organización armada.
“Había de alguna manera una consigna y era que nosotros acompañamos a las comunidades, dábamos el refugio, dábamos las posibilidades, pero no éramos ni guardería, ni éramos tampoco una organización de beneficencia porque las condiciones de la guerra eran diferentes, entonces, cuando aparecían menores en los campamentos se buscaba clarificar en qué condiciones había llegado ese menor al campamento”, agregó Pastor Alape.
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Ante la JEP , Julián Gallo, conocido en la guerrilla como Carlos Antonio Lozada, complementó la versión de Alape diciendo que al permitir el ingreso de jóvenes a las FARC buscaban aislarlos de cualquier tipo de vicio.
“Se generaba una actividad que buscaba evitar que los muchachos cayeran en vicios y se generarán actividades de deportes, a través de esas actividades se haga un relacionamiento. Estaban algunos cursos para quienes decidían ingresar a las milicias y ese era como el procedimiento a través del cual se acaban los jóvenes a la guerrilla”, manifestó Julián Gallo, exintegrante del secretariado de las FARC y senador.
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PeroRodrigo Londoño , el último máximo jefe de las FARC, reconoció que sí había menores, pero habló de condiciones, una de ellas, tener al menos 15 años.
“Por lo menos en la zona rural por lo general, los muchachos y muchachas de 15 años ya tienen una madurez física y psicológica bastante que le permite entender la decisión que va a tomar. Eso es lo que lleva en últimas a que se apruebe esa como la edad mínima, no partíamos si era menor de edad o no lo era, eso sí se planteó el requisito de que tuviera condiciones físicas y psicológicas”, expresó Rodrigo Londoño, exjefe de la guerrilla de las FARC.
Según la versión de los exintegrantes del secretariado, en la guerrilla nadie estaba en contra de su voluntad.
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“La base de la formación y de la disciplina en la guerrilla es la conciencia, por lo que señalada anteriormente usted va a tener la gente dispersa, ¿qué hace que uno envía un guerrillero a la ciudad a cumplir una misión, arriesgar su vida y regrese finalmente al campamento? La conciencia, ahí no hay dinero, no hay obligación de hacerlo, a nadie se le puede obligar, vaya a Bogotá y regresa, eso solo lo hace gente consciente”, dijo Julián Gallo
Los tres exjefes coinciden en que hubo casos excepcionales, que poco recuerdan y que se solucionaron regresando a esos menores a sus hogares.
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“Cuando aparecían menores en los campamentos, se buscaba clarificar en qué condiciones había llegado ese menor al campamento, si era en condición de desplazado o habían sido convocados a ser parte de la organización. En eso influía para ordenar la devolución de esa persona o aclarar con sus familiares y tomar los correctivos”, afirmó Pastor Álape.
De los 37 exmiembros de la antigua guerrilla de las FARC que han sido vinculados a este caso, solo dos exguerrilleros aceptaron el reclutamiento han aceptado su responsabilidad en estos hechos y han admitido el reclutamiento de menores para las filas de las FARC: Milton de Jesús Toncel, conocido como Joaquín Gómez y Martín Cruz Vega o Rubín Morro.
“Con profunda tristeza me permito manifestar ante Colombia que nos equivocamos, y que el ingreso de menores a las filas guerrilleras fue un error político que hoy lamentamos y por el cual pedimos perdón a las víctimas", expresó Martín Cruz Vega, exintegrante de las FARC.
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"Ninguna explicación, ni ninguna causa justifica arrebatar los más importantes años de crecimiento y formación. No podemos devolver a los niños y niñas que reclutamos e incorporamos en tiempo de la guerra. No podemos sanar profundas heridas en los adultos que hoy nos reclaman justamente haberlos despojado a la fuerza de su niñez. Esperamos que la verdad y explicación de lo ocurrido sin buscar justificación sea un paso para poder resarcir el daño causado”, manifestó Milton de Jesús Toncel, exintegrante del secretariado de las FARC.
En agosto de este año, la JEP señaló que, hasta el momento, hay 18.677 víctimas de este flagelo , víctimas que aún esperan respuestas de quienes fueran los máximos líderes de las FARC.
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