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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, protagonizaron una reunión histórica en Corea del Sur que culminó con varios acuerdos significativos. El pacto, centrado en la reducción de aranceles y la suspensión de restricciones a la exportación de tierras raras, marca un punto de inflexión en la relación bilateral entre las dos principales economías del mundo.
Donald Trump, dijo que "ya no hay más restricciones a las tierras raras", cuyas exportaciones han sido limitadas por China en el marco de la guerra comercial, tras reunirse con su par chino, Xi Jinping, en Corea del Sur. "Todo el asunto de las tierras raras se ha solucionado (...) No hay más restricciones a las tierras raras", dijo Trump a bordo del Air Force One, el avión presidencial, tras una reunión de menos de dos horas con Xi en Busan (Corea del Sur).
La reunión entre Trump y Xi, la primera desde que el republicano regresó a la Casa Blanca en enero, tuvo lugar después de una escalada de tensiones tras recientes restricciones chinas a la exportación de tierras raras, mineral clave en tecnología cuya producción y exportación China casi monopoliza. En respuesta, el presidente estadounidense amenazó con imponer un gravamen adicional del 100 % a los productos chinos a partir del 1 de noviembre.
China y Estados Unidos alcanzaron un "consenso" sobre la cooperación antidrogas acerca del fentanilo o la ampliación del comercio de bienes agrícolas, informó hoy el Ministerio del Comercio del país asiático. En su página web, un portavoz de la institución indicó que el acuerdo también cubre la "gestión de casos individuales acerca de ciertas empresas".
Según el vocero de Comercio, las negociaciones comerciales entre las dos principales potencias económicas del mundo "han logrado resultados positivos", lo que "demuestra que (...) ambas partes pueden encontrar soluciones a los problemas mediante el diálogo y la cooperación". El fentanilo y el comercio agrícola son dos de los puntos de discordia que han enzarzado a Pekín y Washington en este segundo mandato de Trump: acerca de lo primero, el mandatario estadounidense confirmó que reducirá del 20 % al 10 % los aranceles que imponía a China en represalia por el tráfico de ese opiáceo, rebajando así el gravamen medio total del 57 % al 47 %.
Trump aseguró que Xi se ha comprometido a reforzar los controles sobre esa droga, que, según Estados Unidos, producen los carteles mexicanos a partir de precursores químicos obtenidos en China. Y, acerca del comercio agrícola, el líder republicano mencionó un acuerdo para que China retome la compra de soja de Estados Unidos, que había sido suspendida en mayo pasado por la guerra comercial que emprendió Trump con su escala de aranceles. "Grandes, enormes cantidades de soja serán compradas de inmediato. El presidente Xi lo autorizó ayer, y lo aprecio mucho", declaró.
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Bloomberg avanzó ayer que China había adquirido al menos dos cargamentos de soja procedentes de EE. UU. ante la reunión, la primera compra en la presente cosecha de esa leguminosa, de la que el país norteamericano es un importante productor junto a otras naciones como Argentina o Brasil.
El portavoz de la Cancillería china Guo Jiakun declaró hoy en una rueda de prensa que "China espera que Estados Unidos cumpla con sus obligaciones en virtud del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares". Guo instó a Washington a "adoptar medidas concretas para salvaguardar el sistema internacional de desarme y no proliferación nuclear". El vocero enfatizó además la importancia de "mantener el equilibrio y la estabilidad estratégica mundial".
Minutos antes de su encuentro en Corea del Sur con su homólogo chino, Xi Jinping, Trump anunció que ha ordenado empezar a probar "inmediatamente" el arsenal nuclear estadounidense "debido a los programas de pruebas de otros países", después de que Rusia realizara maniobras de sus fuerzas nucleares. "Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato", dijo Trump. El republicano añadió que EE. UU. tiene "más armas nucleares que cualquier otro país", seguido por Rusia y China en un "distante" tercer lugar.
China también afirmó que "gestionará adecuadamente los asuntos relacionados con la aplicación TikTok". Según un comunicado del Ministerio de Comercio chino, ambas partes "ratificaron los resultados de las consultas económicas de Madrid", celebradas el pasado septiembre, en las que Pekín "se comprometió a colaborar con Estados Unidos para resolver adecuadamente los asuntos relacionados con TikTok".
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Trump dijo también previamente que el acuerdo -alcanzado entre Washington y la matriz china de la popular plataforma de vídeos, ByteDance- contaba ya con la "aprobación provisional" de Xi y debía completarse durante la reunión de ambos mandatarios, celebrada en Corea del Sur en los márgenes de la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
En septiembre EE. UU. llegó a un acuerdo con la matriz de TikTok, ByteDance, para permitir que la aplicación de vídeos continúe operando en EE.UU. y cumplir el mandato del Congreso, que en 2024 estableció que la aplicación de propiedad china debía ser cerrada por el riesgo que suponía para la seguridad nacional del país norteamericano.
El pacto establece la creación de una empresa conjunta con mayoría estadounidense, con una operación lo suficientemente desligada de su matriz china, - que retendrá el 20 % de participación-, especialmente en lo referente al acceso que el Gobierno chino pueda tener a servidores que almacenen datos de usuarios.
Poco después, Trump firmó una orden ejecutiva que allanó el terreno para la nueva estructura corporativa, con inversores estadounidenses mayoritarios, entre ellos los directores de Dell y Oracle, este último encargado de asegurar el algoritmo de TikTok y el almacenamiento de datos en los servidores.
Durante la reunión, los líderes también abordaron la situación en Ucrania, un tema que ha generado fricciones entre Estados Unidos, China y Rusia. Trump pidió a Xi que “actúe con responsabilidad” en su relación con Moscú y que no facilite el acceso a tecnologías sensibles que puedan ser utilizadas en el conflicto.
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Aunque no se anunciaron compromisos concretos, Trump afirmó que “China ha escuchado nuestras preocupaciones” y que se abre una vía de diálogo sobre seguridad internacional. Este gesto podría ser interpretado como un intento de Washington de involucrar a Pekín en la resolución de conflictos globales.
EFE
ÁNGELA URREA PARRA
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