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En menos de 24 horas, el occidente del país ha sido sacudido por varios fuertes temblores en Venezuela que ha generado alarma en la población, activación de protocolos de emergencia y una intensa cobertura informativa. El evento principal, registrado en la noche del miércoles 24 de septiembre, alcanzó una magnitud de 6.3 y tuvo como epicentro la localidad de Mene Grande, en el estado Zulia, una zona fronteriza con Colombia.
A este sismo le siguieron al menos nueve más, junto con más de veinte réplicas, en lo que los expertos han calificado como un “enjambre sísmico”. La pregunta que surge de manera natural ante este fenómeno es: ¿es normal que ocurran tantos temblores fuertes en Venezuela en tan poco tiempo? Para responderla, Freddy Tovar, sismólogo de la Red Sismológica Nacional del Servicio Geológico Colombiano, entidad que ha seguido de cerca la evolución de los eventos telúricos en la región, le explicó a Noticias Caracol a qué se deben estos movimientos telúricos de alta magnitud.
Según Tovar, “en las últimas horas, el occidente de Venezuela ha experimentado una secuencia sísmica cuyo evento de mayor magnitud alcanzó un valor de 6.3, con hipocentro superficial (~7–10 km) en el estado Zulia”. Esta secuencia comenzó con un sismo de magnitud 5.4, seguido por el evento principal de 6.3, y posteriormente por otros movimientos de menor intensidad, algunos de los cuales también fueron percibidos en ciudades colombianas como Bucaramanga, Cúcuta y Valledupar.
La superficialidad del hipocentro, es decir, la poca profundidad a la que se originó el sismo, contribuyó a que la sacudida se sintiera con mayor intensidad en la superficie. En palabras del experto, “la superficialidad del hipocentro amplificó la percepción de la sacudida en superficie, incrementando su impacto en las zonas cercanas al epicentro”.
Este tipo de eventos, aunque alarmantes, no son del todo inesperados en una región como el occidente venezolano, que se encuentra en una zona de alta complejidad tectónica. El sismólogo lo explica así: “la ubicación tectónica del país, en el límite de interacción entre las placas Caribe y Sudamericana, explica la generación de este tipo de eventos: la acumulación progresiva de esfuerzos en sistemas de fallas regionales conduce a rupturas súbitas que liberan grandes cantidades de energía sísmica”.
Una secuencia sísmica es un conjunto de sismos que ocurren en un mismo sector geográfico y en un intervalo de tiempo relativamente corto. En este caso, los movimientos registrados en Zulia forman parte de un patrón que incluye un sismo principal y múltiples réplicas. Freddy Tovar aclara que “la recurrencia de movimientos posteriores al sismo principal corresponde a un proceso de reajuste de esfuerzos en la corteza, expresado en réplicas de distinta magnitud”.
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Este comportamiento, lejos de ser anómalo, es considerado común en regiones con alta actividad tectónica. “Este patrón de comportamiento es común en regiones de alta complejidad tectónica”, señala el experto del SGC, en referencia a la dinámica geológica del occidente venezolano.
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) también ha confirmado que el epicentro se localizó en Mene Grande, a unos 45 kilómetros al este de Bachaquero, y que la profundidad del evento fue de aproximadamente 16.4 kilómetros. Esta zona, además de ser fronteriza con Colombia, se encuentra sobre la falla de Oca-Ancón, una de las estructuras tectónicas más activas del país.
La respuesta corta es sí, pero con matices. Venezuela no está ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, la zona más sísmica del planeta, pero sí se encuentra en una región de interacción tectónica significativa. El país está situado en el límite entre la placa del Caribe y la placa Sudamericana, lo que genera una serie de fallas geológicas que atraviesan su territorio, especialmente en los estados Zulia, Mérida, Táchira, Trujillo y Sucre.
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El SGC lo resume de la siguiente manera: “la actividad reciente confirma el elevado potencial sismogénico del occidente venezolano y resalta la necesidad de tener actualizados los modelos de amenaza sísmica”. En otras palabras, aunque los sismos no pueden predecirse con exactitud, sí se puede afirmar que el occidente de Venezuela es una zona propensa a este tipo de fenómenos.
La magnitud de los eventos registrados en septiembre de 2025 ha sido superior a la media histórica, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la población. Sin embargo, los expertos insisten en que este tipo de secuencias sísmicas, aunque poco frecuentes en su intensidad, son parte del comportamiento esperado en una región tectónicamente activa.
Los temblores no solo se sintieron en Venezuela. Según el SGC, este sismo fue ampliamente sentido en territorio colombiano, en el sector oriental. La energía liberada por el evento principal viajó a través de la corteza terrestre y alcanzó ciudades como Bucaramanga, Cúcuta, Maicao y Valledupar, donde se activaron protocolos de evacuación y se realizaron inspecciones preventivas en edificios públicos y privados.
En Venezuela, la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez informó que “se han registrado 10 sismos y 21 réplicas en las últimas siete horas, como parte de un enjambre sísmico que afecta al occidente venezolano”. Ante esta situación, el presidente Nicolás Maduro ordenó el despliegue del sistema de protección civil en todo el país, incluyendo la movilización de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y organismos de seguridad ciudadana.
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Los daños materiales se concentraron en el estado Zulia, donde se reportaron afectaciones en hospitales, puentes, iglesias y viviendas. El Hospital Luis Razetti, el Hospital General del Sur, el puente de San Pedro y la Iglesia Santa Bárbara en Maracaibo fueron algunos de los lugares más afectados.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL