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Estados Unidos destruyó esta semana otra presunta narcolancha en el Caribe, matando a las cuatro personas que iban a bordo, según medios estadounidenses que citan a un funcionario del Departamento de Defensa. (Lea también: Ataques a supuestas narcolanchas son legales, según Departamento de Justicia de EE. UU.)
No está claro cuándo ocurrió el ataque: según CBS News fue el lunes 10 de noviembre, mientras que el New York Times lo sitúa el miércoles. Ambas versiones se basan en declaraciones de un funcionario del Pentágono.
Estados Unidos desplegó desde septiembre buques de guerra, aviones caza y miles de soldados en el Caribe para estas operaciones contra el narcotráfico presuntamente proveniente de Venezuela y Colombia.
Ya son 21 las supuestas narcolanchas bombardeadas con un saldo de por lo menos 80 muertos.
Esta campaña militar ha sido denunciada por la ONU y numerosos países. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, señaló que hay "fuertes indicios" de ejecuciones "extrajudiciales".
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Sin embargo, Estados Unidos tiene la intención de continuar con sus operaciones. Un portaaviones estadounidense llegó el martes a la región, lo que marca un aumento considerable de los medios militares movilizados por Washington.
Venezuela activó ese mismo día nuevos ejercicios militares en todo el país para responder a lo que considera "amenazas imperiales" de Estados Unidos.
El bombardeo se conoce luego de que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunciara una nueva ofensiva sin explicar los objetivos y las implicaciones de este paso en su estrategia contra el narcotráfico en el Caribe y generando mayor tensión en plena presión de la Administración del presidente, Donald Trump, sobre Venezuela.
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El anuncio de Hegseth no fue acompañado de contexto ni de la temporalidad de la misión, por lo que generó dudas sobre si se trata de un renombramiento de los operativos que el Comando Sur realiza en aguas internacionales desde agosto en el Caribe y el Pacífico contra supuestas narcolanchas que transportan drogas o si es un nuevo paso de la estrategia con operativos aún no anunciados.
Horas antes de la noticia del Pentágono, el secretario de Estado, Marco Rubio, descartó la presencia de fuerzas militares en México y rechazó emprender "acciones unilaterales" en el país vecino contra el narcotráfico sin que las autoridades del país lo pidan.
Sin embargo, en el caso de Venezuela y Colombia, Trump no descartó posibles ataques a objetivos terrestres, según anunció en octubre en diferentes intervenciones en el Despacho Oval.
La ONU ha rechazado estos ataques por violar el derecho internacional.
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El despliegue militar de Estados Unidos incluye desde hace tres días el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, y todo su grupo de ataque (más de 4.000 marineros y decenas de aeronaves tácticas).
Washington también mandó fuerzas terrestres a Panamá, la primera vez en más de dos décadas que el Ejército estadounidense desplaza al país tropas convencionales. Tanto Estados Unidos como Panamá han negado que ese movimiento tenga algo que ver con las operaciones del Caribe, que, según informes oficiales, han servido para incautar más de 76.000 libras de drogas.
Este despliegue militar ha tensado la relación de Washington con Colombia y su presidente, Gustavo Petro, acusado por Trump de ser "narcotraficante" y sancionado económicamente en consecuencia. El suramericano ha rechazado los ataques a las supuestas narcolanchas tachándolos de "ejecuciones extrajudiciales".
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Sin embargo, la presión principal la ejerce Trump contra Venezuela y Nicolás Maduro, a quien señala de liderar el Cartel de los Soles para exportar drogas a Estados Unidos.
Maduro ha denunciado la "amenaza" de la presencia militar estadounidense cerca de sus costas y asegura que responde a la voluntad de la Casa Blanca de propiciar "un cambio de régimen" y sacar del poder al chavismo. Además ha llamado a la población a prepararse para una eventual "lucha armada" y ha ordenado la creación de unos comandos de defensa integrados por ciudadanos, militares y funcionarios públicos.
También anunció el despliegue de 200.000 militares y la "movilización de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos" para hacerle frente a Estados Unidos.
La líder opositora Maria Corina Machado, Premio Nobel de la Paz de 2025, habló el miércoles de estar en las "horas decisivas" de "un momento histórico", sin hablar explícitamente de la ofensiva estadounidense pero pidiendo una "transición pacífica" en Venezuela, avivando todavía más los rumores de un posible ataque directo de Estados Unidos.
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EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS AFP/EFE