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La vida de las gemelas Cristina y Cristiane Aparecida de Souza Setério Silva, originarias de Varginha, Brasil, siempre estuvo marcada por coincidencias sorprendentes. Desde niñas vestían igual, compartieron la adolescencia como inseparables y hasta se casaron con solo un año de diferencia.
Sin embargo, nada las preparó para la coincidencia más dura de todas: ambas fueron diagnosticadas con cáncer de mama casi al mismo tiempo. Ahora las hermanas siguen luchando juntas para compartir su historia, luego de vencer la enfermedad, y llevar un mensaje de unión y prevención a las mujeres para que se hagan el autoexamen.
El camino comenzó con Cristiane, quien se ha desempeñado como asistente administrativa. Una compañera de trabajo estaba en tratamiento contra el cáncer y a ella le generó curiosidad el tema, por lo que una noche llegó a casa de la oficina y decidió realizarse el autoexamen en la ducha.
“Sentí un bulto en el seno izquierdo. Fui al ginecólogo y luego a un especialista en mama. Fue ahí cuando me detectaron el cáncer”, relató en diálogo con OGlobo. El impacto fue inmediato y compartió la noticia con la persona que siempre la ha acompañado y compartido su vida. Esto también despertó una alerta en su hermana gemela.
Cristina, por su parte, es cajera de profesión y tomó la experiencia de su hermana como un llamado. Al igual que Cristiane, decidió también realizarse un autoexamen y, sorprendentemente, descubrió un bulto en el mismo lado que Cristiane. “A raíz del diagnóstico de Cristiane, también me hice una autoexploración. Acudí al especialista, me hicieron una biopsia y los análisis ese mismo día. Ese fue el principio de todo”, recordó.
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Podía parecer desafortunado, pero en ese momento difícil ninguna de las dos estaba sola. Ahora ambas comenzaban un camino difícil, pero como acostumbraban, juntas. Las gemelas tenían una importante ventaja contra la enfermedad, el cáncer había sido detectado de manera temprana en ambos casos.
El doctor Bruno Aquino, coordinador de oncología del Hospital Bom Pastor —institución de referencia para más de 50 municipios en el sur de Minas Gerais—, resaltó el valor de la prevención y la detección temprana: “Diagnosticar el tumor en una etapa más temprana favorece la cura y permite tratamientos menos agresivos. Una mujer con cáncer de mama de menos de un centímetro puede incluso no necesitar quimioterapia”.
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El especialista también recordó que la enfermedad es multifactorial, pueden influir desde hábitos de vida poco saludables hasta factores genéticos. Solo entre un 5% y un 10% de los casos son hereditarios.
Más allá del tratamiento médico, las gemelas encontraron en la fe y el apoyo familiar un motor fundamental para salir adelante. “Nunca nos soltamos de la mano. Todo tiene un propósito. Dios nos permitió despertar a muchas cosas en la vida. Nos mantenemos fuertes, siempre apoyándonos mutuamente”, expresó Cristiane.
Cristina, por su parte, agregó: “Vemos el cáncer como una enfermedad terminal, pero no lo es. Creíamos que íbamos a salir adelante, y ya lo hemos hecho”.
Actualmente, ambas mujeres han completado sus tratamientos y continúan sus vidas con una visión renovada y con la certeza de que la adversidad las unió todavía más. La historia de Cristiane y Cristina es un recordatorio del poder del amor fraternal, la detección temprana y la fortaleza emocional frente a una de las enfermedades más desafiantes para las mujeres.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL