Un nuevo rifirrafe sostuvieron el presidente Gustavo Petro y el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa. El mandatario acusó al funcionario judicial de ejercer sedición, mientras que el jefe del ente investigador aseguró que se trata de una cortina de humo por la investigación que se le adelanta a su hijo Nicolás Petro y por la financiación de su campaña.
“Está ejerciendo una sedición, porque algunos periodistas han descubierto que en la Fiscalía hay roscas del más alto nivel”, esta fue la acusación que hizo el presidente Gustavo Petro refiriéndose al fiscal general Francisco Barbosa.
Estas palabras generaron la inmediata reacción del fiscal: “No solamente me llama sedicioso sin prueba alguna, además porque la sedición es un delito que se establece cuando alguien por medio de las armas intenta atropellar las instituciones, sino al mismo tiempo ya intenta atropellar a la Corte Suprema de Justicia”.
En el nuevo rifirrafe, el presidente Gustavo Petro manifestó que su gabinete es perseguido por varios entes. Habló sobre la suspensión del canciller Álvaro Leyva por parte de la Procuraduría y nuevamente arremetió contra la Fiscalía.
“Algo ocultan. Va a intentar coger presos e iniciar procesos a varios de ustedes”, dijo.
Y, de nuevo, el fiscal respondió: “Es una persona que está angustiado por la investigación avanzada contra su hijo”.
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Sobre los constantes cruces entre Petro y Barbosa, el analista Gabriel Cifuentes señaló que “lo que estamos presenciando en este momento, desafortunadamente, es una institucionalidad descuadernada. Esa subida de tono entre el presidente e incluso los organismos de control frente a lo que está sucediendo es absolutamente inconveniente”.
El analista agregó que, si bien los organismos de control deben ejercer su función, no deben “cruzar la raya”.
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“Ningún funcionario tiene que estar al margen de la ley y los organismos de control tampoco tienen que estar al servicio ni ser un comité de aplausos frente al gobierno nacional. Sin embargo, sí hemos visto, por ejemplo en las declaraciones del fiscal Barbosa, que a veces se pasa esa raya institucional y se entra en el campo de la política, lo cual también da paso para que el presidente Petro considere que hay un complot en contra de su gobierno, cosa que es difícil de aseverar, es difícil de probar y lo único que genera es una incertidumbre institucional que le hace daño a Colombia y, por supuesto, tanto al gobierno como a los organismos de control”.
El presidente Gustavo Petro también ha hablado en los últimos días de la campaña del 2026, ¿es legítimo que el jefe de Estado esté ya participando en esa carrera?
“Creo que se está caminando en una línea muy gris, en una línea muy delgada, entre la participación en política y el rol político constitucional que cumple el presidente”, sintetizó el analista, agregando que “es inconveniente que dos años y medio antes de una elección tengamos al presidente en campaña”.
Ante los cambios que se avizoran en el ente investigador, para el que la Corte Suprema de Justicia debe elegir una directora en los próximos días, Cifuentes reitera que “la Fiscalía no tiene que ser de bolsillo de ningún presidente, la Fiscalía no tiene que ser tampoco un comité de aplausos, la Fiscalía tiene una función que es la de investigar la posible comisión de delitos en Colombia, no tiene que hacerle favores ni al presidente ni a ningún otro órgano del poder público”.
“Sí ha habido un doble rasero frente a las investigaciones que han llevado con funcionarios de este gobierno frente a lo que pasó con el gobierno pasado. Yo solo quiero traer a colación un caso muy preciso y fue el de Centros Poblados, la reacción de la Procuraduría frente a un hecho y frente al otro ha sido totalmente distinta desproporcionada y lo mismo el fiscal Barbosa, que parece que también ha entrado en campaña y que sus declaraciones son salidas de tono de acuerdo con el marco institucional y las funciones que él debería cumplir en el marco de la ley”, puntualizó.
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