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Durante la audiencia de medida de aseguramiento celebrada este miércoles 12 de noviembre, la jueza 67 municipal de garantías de Bogotá se quebró por momentos al describir los últimos minutos de vida de Jaime Esteban Moreno, el joven de 20 años que murió tras recibir una golpiza el pasado 31 de octubre. En su decisión, la funcionaria judicial ordenó enviar a prisión a Juan Carlos Suárez Ortiz, uno de los implicados en el ataque, tras concluir que representaba un peligro para la sociedad y que el homicidio se cometió con una violencia “sin provocación ni riesgo real que lo justificara”.
Con voz entrecortada, la jueza relató cómo, según los testimonios y las pruebas, Moreno fue golpeado cuando ya no ofrecía resistencia. “Con miedo caminaba Jaime Esteban por la calle. Y allí, allí donde él iba caminando, alejándose, allá acudieron sus dos agresores para terminar con su vida. Jaime Esteban no se defendía, ya yacía inerme en el piso”, dijo durante la diligencia, recordando las declaraciones de testigos que lo vieron huir del lugar antes de ser alcanzado.
La audiencia fue clave para definir la situación jurídica del acusado. De acuerdo con la Fiscalía, Suárez Ortiz tuvo una participación activa en el ataque continuando con los golpes incluso cuando la víctima ya estaba tendida en el suelo. “Indica la fiscalía que para acreditar el fin de la actitud asumida por el imputado frente al daño causado, que tras consumar la agresión, Juan Carlos se retira del lugar con absoluta calma, sin mostrar sorpresa ni arrepentimiento por el resultado fatal de su actuar. No busca ayuda médica para la víctima, no se comunica con las autoridades, no se entrega voluntariamente”, leyó la jueza.
Según la funcionaria, el comportamiento del procesado fue una muestra de desprecio por la vida. “Su comportamiento posterior refleja una frialdad alarmante y una actitud de indiferencia frente a la gravedad de lo ocurrido”, afirmó. La jueza recordó que, durante la agresión, Suárez no se detuvo ni cuando su acompañante inició los golpes "sino que continuó con la golpiza y ahora de manera simultánea. Recordemos aquella expresión, un muchacho ya estaba tendido en el suelo, ahogándose con su sangre, el rostro cubierto, al parecer convulsionando y aún así, y aún así, Juan Carlos se devuelve y le propina dos patadas más”, narró la togada.
La funcionaria explicó que, a pesar de los alegatos de la defensa, no encontró en el acusado ninguna señal de remordimiento o empatía hacia la víctima. Mientras la letrada hablaba, Juan Carlos Suárez permaneció inmóvil, con la mirada fija y sin mostrar emoción alguna. Desde las celdas de los juzgados de Paloquemao, escuchó sin inmutarse las palabras de la jueza, quien le reprochó la falta de arrepentimiento tras la muerte de Jaime Esteban Moreno. Su actitud, fría y distante, fue resaltada por la funcionaria: “Decía en algún momento la defensa en sus alegatos que no se había dado cuenta o como que no había entendido lo que había pasado. Pero yo como juez debo señalar, revisando todos estos audios, que no he visto en un solo instante que Juan Carlos muestre algún grado de arrepentimiento, que diga: ‘yo no lo quería matar, yo solo le quería pegar’”.
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Durante la diligencia, el despacho judicial también se refirió a la actitud que Suárez mostró antes, durante y después del ataque. Según lo expuesto, el joven no solo participó activamente en la agresión, sino que pidió que lo alentaran para continuarla. “Cuando antes de ello pidió que lo alentaran para ir a acabar con él y lo cumple. Cumple las incitaciones, cumple su promesa, se jacta de lo que hizo en esa tienda, porque eso era lo que estaban haciendo. Se siente orgulloso y satisfecho de lo que hizo”, enfatizó e insistió en que las pruebas y testimonios confirman que la agresión fue dolosa, con la clara intención de causar la muerte de Moreno.
“La modalidad en que ese homicidio se cometió de manera dolosa, ese dolo tan evidente con una clara, clara y concreta intención de matar a Jaime Esteban”, recalcó. Según precisó, el ataque fue una persecución que terminó en una brutal golpiza, sin que la víctima respondiera a las agresiones. “Jaime Esteban tampoco se defendió y así lo dicen los testigos, así lo dicen las entrevistas de esos muchachos que estaban ahí cerca, al frente de la tienda Oxxo pidiendo su Uber para irse a su casa”, recordó.
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Además, la jueza leyó apartes del dictamen médico que describen la gravedad de las lesiones: “Ingresó con Glasgow 5/15, un coma severo. Requirió intubación inmediata y reanimación durante 25 minutos, pero no respondió. Se declaró su fallecimiento”. El documento, según agregó, da cuenta de múltiples traumas en el cráneo, golpes en la cabeza y lesiones severas en zonas vitales. “Realmente en pocas ocasiones he visto una necropsia con esa cantidad de golpes y sobre todo propinados en esas partes vitales”, señaló.
Durante las audiencias previas, el Ministerio Público había solicitado la medida de aseguramiento en centro carcelario, argumentando que la libertad del procesado pondría en riesgo a la comunidad. La jueza coincidió con esa valoración. “Una persona en libertad de las condiciones de Juan Carlos Suárez Ortiz pone en peligro a la comunidad y eso es claro para esta juez. La sociedad correría un grave peligro cuando se tiene tan poco respeto por la vida, cuando se agrede inclementemente, cuando se ve a una persona agonizando en el piso, convulsionando y así se devuelve a seguirle suministrando golpes, como lo dicen las pruebas”, afirmó.
Al concluir la audiencia, la togada confirmó que la medida aplicable sería la detención preventiva en establecimiento carcelario. “Este despacho, juzgado 67 municipal con función de garantías, resuelve: imponer detención preventiva en establecimiento de reclusión de conformidad con el artículo 307 del código de procedimiento penal a Juan Carlos Suárez Ortiz”, precisó.
De ser hallado culpable, Suárez Ortiz podría enfrentar una condena de entre 40 y 50 años de prisión, conforme con la solicitud presentada por la Fiscalía por el delito de homicidio doloso agravado. La jueza destacó la labor investigativa adelantada por los fiscales y señaló que el caso continuará su curso judicial con el propósito de esclarecer todos los hechos. “Aplaudo la labor de la Fiscalía delegada de la Policía Judicial porque es una actuación que ha avanzado, todo con la única finalidad de llegar a la verdad más cercana, porque hay realidades que son inocultables”, concluyó.
LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.