En abril de 2022, en Santa Rosa de Cabal, una serie de asesinatos a mototaxistas acabó con la tranquilidad de este municipio del departamento de Risaralda. La particularidad de estos homicidios era la sevicia con la que los perpetraban. Las autoridades iniciaron una búsqueda incansable para dar con el responsable de estos hechos. El Rastro conoció el caso en 2023.>>>Con frialdad, reclusas revelan cómo planearon crimen de agricultor en Cauca: pagaron $5 millonesTodo inció cuando campesinos encontraron el cuerpo herido de un hombre que había sido brutalmente agredido en la orilla de una quebrada. Las autoridades trasladaron a la víctima al hospital. Los médicos confirmaron que su estado era delicado, ya que las heridas habían sido causadas con extrema violencia, lo que lo llevó a un estado de coma.La Policía encontró en el lugar de los hechos un casco de motocicleta con unas placas que correspondían a Rigoberto Toro, un reconocido mototaxista de la región. En principio, la hipótesis era que se trataba de un hurto, pero la investigación revelaría el inicio de una serie de crímenes.>>>La desaparición de una niña de doce años destapó la cruel traición de su propia familiaEl modus operandiEn mayo de ese mismo año, mientras Rigoberto permanecía en coma, las autoridades fueron alertadas de la desaparición de una mujer mototaxista en la vereda San Andrés. Allí encontraron el cuerpo sin vida de Adiela García, de 51 años. La mujer fue brutalmente agredida con 18 puñaladas.Por medio de un análisis minucioso de las cámaras de seguridad, se estableció la identidad del victimario, la cual fue confirmada por Rigoberto Toro. El sujeto, en ambos casos, hurtó los documentos de identidad de las víctimas, los teléfonos móviles y las motocicletas. Rigoberto fue quien ayudó a las autoridades a entender el modus operandi de su agresor.“La perfilación nos da que atacaba mototaxistas en lugares aislados y mucha violencia sobre estas personas. Eso nos llevó a alertar a la comunidad de mototaxis y a solicitarle el favor que estuvieran pendientes con esta clase de servicios que fueran en zona rural”, reveló Leonardo Morales, intendente a cargo de la investigación.>>>Masacre de cuatro niños en Caquetá: sobreviviente identificó a los responsables¿Quién estaba detrás de estos crímenes?Durante tres meses, se identificó a Franklin Vidal, de 55 años, quien coincidía con las características de los videos de seguridad y los perfiles dados por las víctimas.Mientras la investigación avanzaba, se reportó a las autoridades el hallazgo de otro cuerpo sin vida. La víctima era Gildardo Cuervo, de 58 años. Según la Policía, el homicida era la misma persona que había asesinado sistemáticamente a otros mototaxistas en Santa Rosa de Cabal. Aunque el victimario no tenía un perfil criminal, las pruebas demostraban lo contrario.Todos los crímenes fueron cometidos el día cuatro de cada mes, con un mes de diferencia entre ellos. Las autoridades revelaron que Franklin tenía un patrón con las fechas de los asesinatos. ¿Por qué?>>>Llamadas y un mensaje de texto, las pistas que dejaron al descubierto a feminicida en OcañaLa investigación develó que Franklin tenía una hija, Leidy Vidal, de 22 años, quien fue asesinada en abril de 2017 por su pareja. Según el testimonio de Franklin, los crímenes fueron motivados por una venganza relacionada con el homicidio de su hija. Para Franklin, un mototaxista era el responsable de la muerte de Leidy.El 25 de julio de 2022, la Fiscalía emitió una orden de captura contra Franklin Vidal por el delito de homicidio agravado en concurso con tentativa de homicidio. El sujeto reveló cómo había cometido los homicidios. Tras el allanamiento en su vivienda, se encontró material probatorio como documentos, celular y pertenencias de las víctimas.El sujeto aceptó los cargos y fue condenado a 35 años y 3 meses de prisión.Reviva la investigación de El Rastro aquí:
En Valencia, España, la extraña desaparición de Marta Calvo, de 25 años, en noviembre de 2019, destapó una serie de homicidios e intentos de asesinatos de un sádico sexual con un modus operandi inédito. El colombiano Jorge Ignacio Palma fue acusado de ser el autor de estos crímenes. Séptimo Día investigó los hechos en el 2022.“Yo pienso que nos enfrentamos a un depredador sexual y a una persona que después de todo lo que ha hecho es una persona mala, muy mala”, señaló la fiscal española Socorro Zaragoza, el 6 de julio de 2022, durante el juicio contra el colombiano Jorge Ignacio Palma.La fiscal tampoco cree las versiones del colombiano sobre las muertes de la brasileña Arliene Ramos, la colombiana Lady Marcela Vargas y la española Marta Calvo Burón.>>> La ‘reina de la escopolamina’: drogaba y robaba a sus víctimas tras ganar su confianzaCaso Marta Calvo“Lo que tenemos hoy aquí es un ejemplo de maldad pura, una persona que está satisfecha emocionalmente de causar un mal, no quiere decir dónde está Marta, no quiere decir a sus padres dónde está para que tengan un sitio para enterrarla”, aseguró la fiscal sobre el caso de Marta Calvo.La española desapareció el 7 de noviembre de 2019. Marisol Burón, la madre de Calvo, denunció los hechos en la Policía y los medios de comunicación cubrieron la noticia. Tres semanas después, Palma se presentó a las autoridades y aseguró que Marta murió tras pasar la noche juntos.“Dice que él no la mató, que tuvieron una noche de sexo con droga, a las pocas horas Marta empezó a decir que no se encontraba bien y se acostó. Él se acuesta también y al día siguiente dice que él va a tocarla y ve que mi hija está fría, que se asustó”, recordó Marisol sobre las declaraciones de Palma.>>> Muerte de empresario en Popayán develó traición familiar: ¿su esposa estaría implicada?Según su testimonio, se asustó y decidió deshacerse del cuerpo descuartizándolo. Cuando el caso se hizo público en España y el rostro del colombiano apareció en medios de comunicación, casi una decena de trabajadoras sexuales lo señalaron de lesiones personales y aseguraron que fueron víctimas de prácticas sádicas y letales.Modus operandi de Jorge Ignacio PalmaLo narrado por las mujeres sobre esta aberrante práctica llevó a las autoridades a reabrir las investigaciones de dos trabajadoras sexuales que habían muerto por brutales sobredosis de cocaína pura en sus cuerpos: la brasileña Arliene Ramos y la colombiana Lady Marcela Vargas.La forma de cómo y por dónde ingresaba esa droga a sus cuerpos asombró a las autoridades españolas. El colombiano es señalado de utilizar un mismo modus operandi: introducía grandes cantidades de cocaína de alta pureza en las partes íntimas de la víctima sin su consentimiento.>>> Desaparición de hermanos campesinos reveló impactante plan: un familiar, en la miraEl juicio de Jorge Ignacio Palma, acusado de homicidio, fue uno de los mediáticos en las últimas décadas en Valencia, España. El colombiano pudo defenderse y sus largas intervenciones impactaron mucho a la sociedad local por su grado de manipulación, frialdad y maldad.Palma fue declarado culpable y condenado a 159 años y 11 meses de prisión, una sanción inédita en España por asesinar a tres mujeres e intentarlo con otras seis. Sin embargo, esa pena es en el papel.“Esa condena queda reducida a 40 años, porque un preso más de 40 años no puede estar acá en España”, aseguró Marisol Burón, la madre de Marta Calvo, quien afirma que no cesará en su lucha para que este hombre no vuelva a salir de prisión nunca.Reviva el capítulo completo de Séptimo Día aquí:
Durante cuatro años, el Valle del Cauca fue el escenario de una serie de crímenes que aterrorizaron a Colombia. Manuel Octavio Bermúdez, conocido como el Monstruo de los cañaduzales, acechaba a sus víctimas entre las extensas plantaciones de caña de azúcar. Su método era acercarse a niños humildes que necesitaban trabajo y ofrecerles dinero por recolectar espigas. Luego los abusaba y asesinaba. El Rastro investigó este caso en el 2012.La primera víctima conocida del Monstruo de los cañaduzalesEl 8 de marzo de 1999, Andrés Felipe Serna, de 12 años, salió de su casa en Palmira, Valle del Cauca, rumbo al lugar de trabajo de su padre. Su madre, Luz Dary Useche, recuerda cómo él le había dicho: “Mami, déjeme ir a donde mi papá que va a haber una presentación de unos artistas en el parque Bolívar".>>> Joven madre fue asesinada por amiga para robarle a su bebé del vientreAndrés Felipe nunca llegó a su destino y su familia alertó sobre la desaparición a las autoridades.La familia del menor pasó semanas buscándolo en municipios aledaños. Un mes después, cuando finalmente se hallaron restos humanos en los cañaduzales, el dolor de los padres fue inevitable. La madre del menor reconoció la ropa que llevaba puesta el pequeño el día que desapareció.“Al llegar al lugar vemos que es un cañaduzal, tuvimos que ingresar casi unos 6,7 metros hacia el interior del cañaduzal y allí al llegar hallamos unas prendas y una osamenta que presumíamos que era un menor de edad”, relató Jairo Abadía, agente del CTI de la Fiscalía. Era Andrés Felipe.>>> El misterio del asesinato de un alemán en Guayabal: ¿su esposa está implicada?Durante cinco meses no se reportaron nuevos casos, pero el 17 de septiembre de 1999, el CTI recibió nuevas denuncias de niños desaparecidos en zonas cercanas. Los casos tenían algo en común: las víctimas habían sido ahorcadas con cordones. Así comenzó una intensa búsqueda para capturar al asesino en serie que estaba aterrorizado a varios municipios del Valle.Manuel Octavio Bermúdez fue capturado en julio de 2003. El arresto se produjo después de que un niño lograra escapar de él y proporcionó detalles clave sobre el asesino.Desde la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, Bermúdez confesó su crimen ante las cámaras de El Rastro.>>> Mató a su amiga y la escondió debajo de una cama: ¿cómo mantuvo en secreto el crimen?“Yo al peladito le dije ‘si querés trabajar conmigo yo te doy $15 mil pesos’. Y entonces él me dijo ¿en qué? Le digo ‘cogiendo espigas de caña’”, narró con frialdad sobre el caso de Andrés Felipe Serna.Bermúdez, conocido como el Monstruo de los cañaduzales, confesó haber matado a 21 menores entre 1999 y 2003.Aunque Manuel Octavio Bermúdez fue condenado a 25 años de prisión por sus atroces crímenes a niños entre los 9 y los 14 años. El dolor que dejó en las familias de sus víctimas aún permanece.Reviva la investigación completa de El Rastro acá:
La Policía de Kenia ofreció una recompensa en efectivo por información que conduzca al arresto de un presunto asesino en serie que escapó de una celda policial de Nairobi.Las autoridades iniciaron una persecución el martes 20 de agosto, después de que Collins Jumaisi, acusado de asesinar y desmembrar a docenas de mujeres, escapara de una comisaría en una zona exclusiva de la capital de Kenia junto con 12 eritreos.Cinco oficiales comparecieron ante el tribunal el miércoles por ser sospechosos de ayudar a la fuga de Jumaisi y fueron liberados tras pagar una fianza de 200.000 chelines kenianos (1.500 dólares), a pesar de que los fiscales solicitaron una orden para mantenerlos bajo custodia durante 14 días.Jumaisi, de 33 años, descrito por la Policía como un "vampiro, un psicópata", fue arrestado el mes pasado después del espantoso descubrimiento de varios cuerpos femeninos mutilados en un vertedero de basura en la zona marginal de Mukuru en la capital de Kenia, Nairobi.Las autoridades dicen que ha confesado haber asesinado a 42 mujeres durante un período de dos años a partir de 2022, siendo su esposa su primera víctima. No obstante, el presunto asesino en serie ha afirmado que fue torturado después de su arresto.¿Cómo se fugó el asesino en serie?Los oficiales dijeron que Jumaisi y otros hombres escaparon cortando el techo de malla de alambre de la celda donde estaba detenido, antes de escalar un muro perimetral."Se ofrecerá una importante recompensa en efectivo a cualquiera que tenga información creíble que conduzca al arresto del sospechoso", informó la Dirección de Investigaciones Criminales, sin especificar un monto.Es la segunda vez en apenas seis meses que un sospechoso de un caso de alto perfil escapa de la custodia en Nairobi.El último giro de la macabra historia ha enfurecido a muchos kenianos y el país está horrorizado por el descubrimiento de las mujeres asesinadas.También ha puesto el foco sobre la Policía, ya que los cuerpos fueron encontrados a solo 100 metros de una estación.El organismo de control policial de Kenia, la Autoridad Independiente de Supervisión Policial, dijo que estaba investigando si hubo alguna participación policial o una "falta de acción para prevenir" los asesinatos.Los grupos de derechos humanos acusan a menudo a la policía keniana de llevar a cabo asesinatos ilegales o dirigir escuadrones de la muerte, pero pocos han comparecido ante la justicia.
En 2010, la tranquilidad del departamento del César fue interrumpida. Extrañas desapariciones de jóvenes mototaxistas empezaron a llamar la atención de las autoridades. Todas las víctimas tenían algo en común: sus cuerpos estaban atados con sogas. Pero, ¿quién estaría detrás de estos violentos crímenes?>>>¿Se ahogó o fue víctima de trata de personas? La confusa desaparición de joven de 15 añosA mediados de noviembre de 2007, un aviso de emergencia alertó a toda la comunidad tras la muerte de un joven que fue encontrado con unos amarres particulares, a su lado había una carta que decía ‘familia perdónenme, ya no vuelvo a causarles más problemas’, un aparente suicidio, según la primera hipótesis de la Policía.Sin embargo, no había ninguna razón que demostrara que el joven se había quitado la vida. Sus familiares negaron que sufriera de depresión o algún problema de salud mental y dijeron que tampoco tenía dificultades económicas. Además, las autoridades no tenían pistas sobre un posible homicidio.En 2010, la versión de los hechos cobraría sentido para la Policía. “Empiezan a parecer varios casos con características similares. Lo que nos llevó a enrutar que se trataba de un patrón que era utilizado en todos los casos porque en las escenas se encontraba el mismo tipo de amarre”, afirmó Juan Carlos Sánchez, investigador criminal.Se encontraron unos 12 cuerpos sin vida. Al ver la magnitud del hallazgo, un grupo de investigadores de la Policía Nacional empezó a realizar la respectiva búsqueda. Allí pudieron determinar que el perfil de las víctimas era mototaxistas de 17 a 35 años y todos hombres.>>>Macabro crimen en Medellín: niño presenció el asesinato de su familia y señaló a culpablesUna de las víctimas fue identificada con el nombre de Carlos Alberto Ramírez Algarín, de 27 años. “Era un muchacho que no se metía en problemas... Decidió hacer mototaxi para pagarse la carrera. Carlos desaparece el sábado 6 de febrero del 2010, yo lo había invitado a una fiesta, pero él nunca llegó”, mencionó Álex, su hermano.Su familia desesperada lo buscó durante 5 días, hasta que les informaron que su cuerpo había sido encontrado en un matorral. “El cuerpo estaba en descomposición, tenía pertenecías de él y al lado había unos platos desechables con comida, un rosario y nos preguntamos ‘¿quién pudo haberle hecho esto?'”.Lo mismo se preguntó María Mercedes, esposa de Ricardo Alfonso Jacome, quien fue hallado sin vida 20 días después y con características similares. Cuerpo tras cuerpo fueron encontrando las autoridades, incluso en los departamentos de Santander y Magdalena.>>>Atroz crimen en Soacha: el misterio detrás del asesinato de madre comunitaria y su hija¿Quién era el homicida de estos jóvenes mototaxistas?Dos detalles fueron clave para establecer el paradero del presunto asesino serial: las pertenencias de las víctimas y sus motocicletas. A finales de 2012, las autoridades interceptan el celular de John Jairo, que desapareció el día de su atroz muerte. Esa línea estaba ubicada en la ciudad de Medellín.Por medio de la interceptación de llamadas telefónicas se pudo establecer que el victimario era Luis Gregorio Ramírez, quien en el sistema de la Fiscalía reportaba una denuncia por desplazamiento forzado y por delito de hurto agravado.>>>El misterio del taxista desaparecido en Bogotá: un año de búsqueda y un final trágicoRamírez fue capturado el 13 de diciembre de 2012, en Santa Marta. Tras el allanamiento en su casa encontraron los documentos de identidad de las víctimas, asimismo, sus licencias de conducción y sus cascos. “Este tipo de accesorios que guardaba el homicida los utilizaba como trofeos de cada uno de sus crímenes. Algo que le satisfacía, porque con ello recordaba una a una de sus víctimas”, indicó Juan Carlos Sánchez, investigador criminal.Ramírez sometía a sus víctimas haciéndoles nudos en sus tobillos, muñecas y cuellos, de manera que, perdían la fuerza en sus extremidades al intentar defenderse y, automáticamente, iban asfixiándose. Por ello, el sujeto fue considerado como 'el monstruo de la soga'. En 2016, un juez de Valledupar lo condenó a 60 años de prisión, la pena máxima, pues su lista de delitos superaban los 80 años de cárcel.Vea la investigación completa de El Rastro aquí:
La Policía de Kenia detuvo en la madrugada de este lunes a un asesino en serie que confesó haber asesinado a 42 mujeres, tras el hallazgo desde el viernes de al menos ocho cuerpos descuartizados en un vertedero en un barrio marginal de Nairobi, informó la Oficina de Investigaciones Criminales (DCI, en inglés)."Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó haber engañado, matado y tirado 42 cuerpos de mujeres en el vertedero, todas asesinadas entre 2022 y, como última fecha, el 11 de julio de 2024", dijo en una rueda de prensa el director de la DCI, Amin Mohamed.El sospechoso, llamado Collins Jomaisi Khalisia y de 33 años, confesó que todas las mujeres fueron asesinadas del mismo modo y que su primera víctima fue su mujer, "a quien estranguló hasta matarla, antes de desmembrar su cuerpo y tirarlo al vertedero", detalló Mohamed.¿Cómo descubrieron al asesino en serie?La Policía detuvo a Khalisia alrededor de la una de la madrugada del lunes 15 de julio en un bar donde había ido a ver la final de la Eurocopa, después de rastrearlo a partir de una transacción de dinero móvil desde el teléfono de una de sus víctimas.Tras su detención, se registró su residencia, donde se encontraron varios objetos, incluyendo 24 tarjetas SIM, ocho móviles, un ordenador portátil, dos bragas de mujer, un machete que se cree que fue utilizado para desmembrar a las víctimas y bolsas de plástico similares a las que fueron usadas para tirar los cadáveres al vertedero."Se está haciendo evidente que nos encontramos ante un asesino en serie psicópata que no respeta la vida humana", señaló Mohamed, mientras siguen las investigaciones.Este domingo, la DCI reveló que las ocho mujeres encontradas muertas hasta el momento tenían entre 18 y 30 años y explicó que estaban barajando diferentes hipótesis, desde una secta asociada con actividades criminales hasta asesinos en serie o "médicos corruptos".El descubrimiento de los cadáveres mutilados, desmembrados y arrojados en diferentes estados de descomposición en una antigua cantera convertida en un vertedero de basura en Mukuru, en el sureste de la capital keniana, ha conmocionado a este país de África del Este.Este sábado, el presidente keniano, William Ruto, pidió a la Policía que acelerara la investigación sobre las misteriosas muertes."Todos los implicados en este atroz acto de matar a jóvenes kenianos se enfrentarán a todo el peso de la ley", afirmó Ruto en un acto en el condado de Elgeyo-Marakwet (oeste), donde exigió que la investigación debía "acelerarse" para "encontrar la verdad".No se trata del primer episodio de este tipo en Kenia, donde organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) denunciaron en enero de 2022 que, desde mediados de 2021, 31 cuerpos fueron arrojados al río Yala (oeste), cifra que la Policía situó en 19.Entonces, AI aseguró que todos los cadáveres tenían "muestras de torturas físicas y de ahogamiento” y pidió una investigación para esclarecer los hechos.
En Tabio, Cundinamarca, fue capturado un asesino en serie de mujeres por el que autoridades de Antioquia, donde cometió la mayoría de sus crímenes, ofrecían una recompensa de 200 millones de pesos.>>> Apuñalan a 6 mujeres en Soacha: el asesino iba en bicicleta y las hirió en los glúteosEl asesino en serie fue identificado como Carlos Andrés Rivera Ruiz, de 42 años. Una de sus víctimas, a quien golpeó, hirió y abusó sexualmente en el municipio de Fusagasugá, logró sobrevivir al ataque y dio pistas que ayudaron con la captura del criminal. Crimen en Tabio, CundinamarcaCecilia Santana fue reportada como desaparecida el pasado 19 de mayo en Tabio. El video de una cámara de seguridad muestra a la mujer de 58 años caminando, sobre las 7:57 de la mañana, por la vereda Riofrío. Dos días después su cuerpo fue encontrado en inmediaciones del río que lleva el mismo nombre del sector.Este crimen dejó al descubierto que el hombre responsable de la muerte de la mujer, según las autoridades, era el asesino en serie buscado por las autoridades en Medellín.La Fiscalía seccional de Cundinamarca logró recopilar las pruebas y evidenciar que ese sujeto de 42 años había huido de Medellín luego de asesinar a seis mujeres y dejar gravemente herida a una en Fusagasugá, Cundinamarca, quien logró entregar detalles para hacer un retrato hablado del sujeto, lo que permitió identificarlo.El primer crimen del asesino en serieLa primera mujer que asesinó Rivera Ruiz fue Ruth Estela Álvarez Munera, de 46 años y quien fue atacada con arma cortopunzante mientras caminaba por el barrio Los Búcaros en Bello, Antioquia.Les quitó la vida a seis mujeres en Medellín, Bello, Copacabana y Ciudad Bolívar, en Antioquia.Los investigadores lograron evidenciar que este homicida les amputaba una de las orejas a las víctimas, lo que fue determinante para armar el perfil criminal del asesino en serie.Tras la captura de Carlos Andrés Rivera Ruiz, dos fiscales -uno de Medellín y otro de la seccional de Cundinamarca- le imputaron los delitos de homicidio y feminicidio agravado.Carlos Javier Julio, alcalde de Tabio, dijo que en el municipio “llevamos casi 600 días sin ningún homicidio y mucho menos lo que nos sucedió con la señora Cecilia Santana. Una vez nos informan la desaparición, activamos los protocolos de búsqueda. El día martes se encuentra desafortunadamente el cadáver. Se inicia todo el proceso de trabajo conjunto con la Fiscalía, con el equipo de la Sijín. Fueron casi cuatro días de revisar más de 50 cámaras, más de 100 horas de grabación, toda la Policía volcada hacia el sector y gracias a Dios dimos con la captura de este feminicida”.Por el asesino en serie “ofrecimos una recompensa hasta de 10 millones de pesos. Con ayuda de la comunidad, con las cámaras que nos ofreció la comunidad, se identifica. Se estaba ocultando en la vereda de Riofrío, como sumercé lo informa, venía haciendo sus fechorías en el departamento de Antioquia, el más buscado del departamento de Antioquia, y llegó aquí a Cundinamarca, a Fusagasugá, y posteriormente al municipio de Tabio”, agregó.>>> Sujeto señalado de abusar a su expareja y contagiarla de VIH fue enviado a la cárcel
En Risaralda las autoridades dejaron al descubierto a un asesino en serie. Se trata de Juan Carlos Villa Cardona, de 42 años, un hombre quien, con la fachada perfecta, haciéndose pasar por sordo, se ganó la confianza de 11 adultos mayores para posteriormente torturarlos y asesinarlos a sangre fría. Sus víctimas eran abuelitos indefensos y solitarios quienes vivían en veredas alejadas de la zona urbana.Estos crímenes fueron perpetrados desde el año 2012. Sin embargo, el asesinato de Juan Bautista, un hombre de 65 años, quien falleció debido a múltiples heridas de arma cortopunzante, fue el caso que dejó al descubierto que se trataría de un asesino en serie.Vea también >> Hermanos asesinos en Colombia: son señalados de matar a ocho personas para robarlasSegún las autoridades, Bautista había muerto de la misma manera que un mes atrás fallecieron tres adultos mayores en la vereda La Paloma, de Santa Rosa de Cabal.“Debido a ese homicidio, se logró que revisáramos todos los casos con el mismo patrón y con las mismas características de años atrás que habían sucedido”, le reveló a Séptimo Día el investigador criminal de la Sijín de Risaralda Elmer Andrade, quien asumió dicho caso.Por su parte, el coronel Héctor García, comandante del departamento de Policía de Risaralda comentó: “jamás nos imaginamos lo que iba a ocurrir después”.“A través de las investigaciones se establece más o menos alrededor de unos siete, ocho, nueve casos más con similitudes, las mismas características de muerte, eran adultos mayores y presentaban múltiples heridas en el cuerpo y en el cuello”, explica el investigador Andrade.Vea también >> Habla Juan Carlos Villa, asesino en serie que mataba adultos mayores: “No me arrepiento”Gracias a la investigación, las autoridades no solo reconocieron el modus operandi sino también identificaron al señalado asesino: “Recopilando todos esos casos que tenían similitud, sospechábamos que se trataba de la misma persona y esta persona era Juan Carlos Villa Cardona, quien tenía la misma modalidad de asesinar”, relató Andrade.Días después de la captura de Juan Carlos, su hermano José Alfredo Cardona se entregó a las autoridades el 1 de octubre de 2023. Ambos no tenían opción, así que aceptaron la responsabilidad del crimen contra los tres adultos mayores de Santa Rosa de Cabal.Villa Cardona, señalado asesino en serie, hizo un preacuerdo con la Fiscalía y decidió rendir interrogatorio donde narró cómo asesinó a sus víctimas, personas vulnerables que vivían en sitios aislados donde no había testigos. Confesó uno a uno sus homicidios y aceptó toda la responsabilidad de estos crímenes.Vea acá el capítulo completo de Séptimo Día:
Monique Olivier, exesposa del fallecido violador y asesino en serie francés Michel Fourniret, fue condenada a una segunda cadena perpetua por su complicidad en el secuestro y asesinato de dos jóvenes y una niña.Nuevas pistas del asesinato de una mujer en Bogotá, cuyo cuerpo apareció atado a un árbolOlivier, de 75 años, fue condenada por primera vez en 2008 por otros crímenes de su exmarido. Con la condena proferida este martes 19 de diciembre a perpetuidad con un mínimo de 20 años, no será elegible para una posible liberación anticipada hasta 2035, cuando tenga 87 años.El tribunal debatió durante diez horas al término de un proceso que se extendió por tres semanas y que estableció su cooperación necesaria en los secuestros y asesinatos de Marie-Angèle Domèce (19 años), la británica Joanna Parrish (20) y Estelle Mouzin (9)."Confirmo lo que he dicho y lamento todo lo que hice", declaró la exesposa del asesino en serie en las que fueron sus últimas palabras del proceso antes de que comenzara la deliberación del tribunal.Fourniret, conocido como el ogro de las Ardenas, la región boscosa que se extiende por parte del norte de Francia y el este de Bélgica, admitió el secuestro y asesinato de once jóvenes y niñas, varias de las cuales fueron violadas, todo ello entre 1987 y 2003. Las autoridades de ambos países no descartan que el número sea mayor.El asesino en serie fue detenido en Bélgica en 2003 y condenado a perpetuidad en 2006 en Francia. Olivier se divorció de él en 2020. El criminal murió en mayo de 2021 en un hospital de París a los 79 años sin haber revelado todas sus fechorías.Por asesinato de Javier Ordóñez, patrullero de la Policía fue condenado a 40 años de cárcel
Una enfermera británica de 33 años fue hallada culpable este viernes, 18 de agosto de 2023, de haber matado a siete recién nacidos prematuros y del intento de asesinato de otros seis en el hospital en el que trabajaba, tras un largo proceso que ha conmocionado al Reino Unido.Según la acusación, Lucy Letby, quien trabajaba en la unidad de cuidados intensivos en el hospital Countess of Chester, en el noroeste de Inglaterra, era "fría, calculadora, cruel y tenaz".Entre junio de 2015 y junio de 2016, siete recién nacidos prematuros fallecieron repentinamente, sin causas aparentes y a veces con pocas horas de intervalo. Otros diez bebés rozaron la muerte, pero pudieron ser salvados.La enfermera Letby estaba acusada de haber inyectado aire vía intravenosa a los bebés, utilizar sondas nasogástricas para enviarles aire o una sobredosis de leche en su estómago. También habría agregado insulina a las bolsas de alimentación, cambiado un tubo respiratorio a un prematuro y sobrealimentado a otro. A veces, utilizaba varios métodos al mismo tiempo.Un papá encontró a su hija de 11 años muerta, debajo de la cama, con signos de violencia sexualEn aquel entonces tenía 25 años. Era la única persona del efectivo médico siempre de servicio mientras se produjeron todas aquellas muertes, señaló el juez James Goss.Este fallo "no evitará el dolor extremo, la ira y el sufrimiento que todos hemos sentido", reaccionaron las familias de las víctimas en un comunicado. "Quizás no sabremos nunca por qué pasó esto".La enfermera Letby habría intentado matar a ciertos niños en varias ocasiones. Sobre ella pesaban 22 acusaciones, siete por asesinato y 15 por intento de asesinato de 10 bebés.Nace primer bebé de un hombre fallecido en Portugal, tras legalización de inseminación post-mortemEl tribunal dará a conocer la pena el lunes 20 de agostoAnte la conmoción que ha levantado el caso y las cuestiones sobre la seguridad en el sector sanitario, el Gobierno ordenó el viernes una investigación independiente.El juicio empezó el 10 de octubre en Mánchester, norte de Inglaterra. Los bebés fueron identificados con letras, de la A a la Q, para proteger a las familias. Hubo padres que testificaron, a menudo entre lágrimas.La defensa describió a Letby como una profesional "entregada". "Mi trabajo era mi vida", insistió.El fiscal Nick Johnson reconstituyó minuciosamente su organización y describió hechos similares entre las muertes.Letby atacaba a los recién nacidos después de que sus padres se fueran, cuando la enfermera jefe se alejaba o de noche cuando estaba sola, explicó el fiscal.A veces se unía a los esfuerzos del personal para salvar a las criaturas o ayudaba a los padres desesperados.Entre las víctimas figuran gemelos e incluso trillizos, de los cuales murieron dos con 24 horas de diferencia, tras su regreso de vacaciones de Ibiza en junio de 2016. El tercero se salvó porque sus padres suplicaron que fuera trasladado a otro hospital.Tras haber cometido tantos crímenes sin llamar la atención, la enfermera estaba "incontrolable", afirmó el fiscal. "Se creía Dios".Arrestan a hombre tras ser señalado de matar a su bebé con un “abrazo de oso”Una niña muy prematura, atacada tres veces en septiembre de 2015, ha quedado con grandes discapacidades."No merezco vivir. Los maté adrede porque no era suficientemente buena para ocuparme de ellos. Soy una persona horrible", escribió la enfermera en una nota encontrada en su casa en 2018. En otros documentos, decía que era inocente.Su abogado, Ben Myers, insistió en que el servicio neonatal del hospital acogió en 2015-2016 "más bebés de lo habitual, con necesidades médicas más importantes" y había "fracasado" en sus acciones.Durante el proceso, una madre explicó cómo, al volver para llevar leche a uno de sus gemelos prematuros a las 9:00 p. m. en agosto de 2015, lo había oído gritar y descubrió que tenía sangre alrededor de la boca. Letby la tranquilizó y le aconsejó que subiera a su habitación.Según la acusación, la enfermera acababa de introducir un utensilio médico hasta el fondo de la garganta del bebé y también le había inyectado aire. Murió unas horas más tarde, tras haber perdido un cuarto de su sangre.Trasladada en junio de 2016 a un servicio administrativo, Letby fue detenida una primera vez en 2018 y luego en 2019. Finalmente fue encarcelada en noviembre de 2020.