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El ataque militar de Estados Unidos de la semana pasada a la embarcación venezolana en el que murieron 11 personas, que la Casa Blanca justifica en la lucha contra el narcotráfico y amenaza con repetir, sigue generando cuestionamientos y elevando las tensiones en la región del Caribe. El presidente de la República, Gustavo Petro, se refirió este martes de nuevo a esos hechos y señaló que "es importantísimo que la república caribeña de Trinidad y Tobago busque restos de los muertos civiles por el bombardeo estadounidense a una embarcación civil de la que no sabemos si llevaba drogas, y si las llevaba no debió ser bombardeada".
Petro, además, cuestionó: "El bombardeo fue en mar territorial de Trinidad y Tobago, ¿el gobierno de la isla dio permiso?". Y finalizó su pronunciamiento, que publicó en su cuenta de X: "La vida es primero siempre y en cualquier lugar".
El gobierno de Donald Trump, luego de incrementar su presencia militar cerca de las costas venezolanas, informó el martes de la semana pasada sobre el ataque contra una supuesta narcolancha que atribuyó a la organización criminal trasnacional Tren de Aragua, en un giro letal sin precedentes respecto a la política habitual de confiscación, detenciones y sanciones contra el narcotráfico. La Casa Blanca defendió el jueves que el ataque dirigido por Trump respondió a las leyes de un "conflicto armado", fue contra una "organización designada como terrorista" y en defensa de los intereses de Estados Unidos y la "autodefensa colectiva de otras naciones" víctimas de la violencia y la actividad de los cárteles.
Mientras el régimen de Nicolás Maduro -al que Washington acusa de liderar el "narcoterrorista" Cartel de Los Soles- calificó el ataque como un invento de Washington, los medios locales venezolanos transmitían mensajes de condolencia en redes sociales por los fallecidos, contradiciendo la versión oficialista.
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Cabe anotar que el presidente Petro publicó el pantallazo de una cuenta de X que señala que "los pescadores de Tobago dicen que están alarmados por el “silencio ensordecedor” del Secretario Principal Farley Augustine, luego de la destrucción por parte de Estados Unidos de un barco venezolano que dejó 11 personas muertas" y que "se cree que restos del barco destruido han aparecido en aguas de Tobago. El presidente de la Asociación de Pescadores de Tobago, Curtis Douglas, confirmó que los pescadores encontraron los restos". Esa información, sin embargo, no ha sido confirmada ni desmentida por las autoridades de Trinidad y Tobago.
Eso sí, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, expresó la semana pasada su satisfacción por el ataque estadounidense contra la lancha. "La masacre de nuestro pueblo está alimentada por los malvados traficantes de los carteles. No siento ninguna compasión por los traficantes; el Ejército estadounidense debería eliminarlos a todos violentamente", declaró Persad-Bissessar, quien afirmó que, al igual que la mayor parte del país, está contenta de que el despliegue naval estadounidense "esté teniendo éxito en su misión". "El tráfico ilegal de drogas y armas ha causado muerte y destrucción en nuestra sociedad durante los últimos 25 años", subrayó.
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Mientras tanto, el martes, Perú declaró rápidamente al Cartel de los Soles como una organización terrorista que presenta una amenaza externa para la nación suramericana, sumándose a República Dominicana ese mismo día y a Ecuador, Paraguay y Argentina, que lo hicieron tras la declaración de Estados Unidos.
Petro advirtió, por su parte, que la colaboración con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico está supeditada al respeto al derecho internacional, una premisa que recordó la ONU, que reivindicó el uso intencional de fuerza letal como último recurso y la investigación de las muertes.
La pequeña embarcación salió el 31 de agosto de San Juan de Unare cargada supuestamente con droga hacia Trinidad y Tobago y unos tripulantes vecinos de la zona, ruta habitual de las mafias que suelen contratar a pescadores para traficar, detalla el medio venezolano El Nacional, que cita a la periodista local Sebastiana Barráez.
Según le dijo a la agencia EFE José Enrique Arrioja, director de Americas Quaterly, el ataque "ha subvertido los principios legales y protocolos de rigor para este tipo de operaciones" ya que "asume culpabilidad irrefutable de los ocupantes" de la lancha, algo "que solo se da en caso de guerra y que en otros casos sería algo inaceptable". "Es un precedente preocupante. Parece querer mandar un mensaje de que habrá tolerancia cero con el narcotráfico", agregó Arrioja, y que se ha dado en una región eminentemente pesquera y pobre de Venezuela, que por su situación ha sido durante mucho tiempo una cabeza de playa para el narcotráfico.
El jueves pasado, el Departamento de Defensa denunció que dos cazas F-16 de Venezuela sobrevolaron el destructor USS Jason Dunham, que navegaba en aguas internacionales caribeñas, una maniobra "provocativa" para el Pentágono, que ha enviado diez cazas F-35 a una base aérea de Puerto Rico, según los medios.
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El USS Jason Dunham forma parte de las operaciones de seguridad marítima de Estados Unidos en el Caribe sur, donde desplegó ocho buques de guerra y tres buques anfibios con más de 4.500 efectivos desplegados como parte de sus operaciones en el "combate contra el narcotráfico". El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró en su visita a México, donde ha escenificado la cooperación con su vecino en materia de seguridad, que interceptar cargamentos de droga "ya no funciona", y advirtió que Washington volverá a atacar embarcaciones que asocie al narcotráfico.
En su siguiente visita, a Ecuador, Rubio dijo que está dispuesto a evaluar la reinstalación de una base militar en territorio ecuatoriano, que considera un "lugar estratégico", si así lo autoriza ese país en un referendo, lo que fue tachado de "ofensa" por el Gobierno de Maduro.
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El secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, les dijo este lunes a tropas a bordo de un buque militar desplegado en el Caribe como parte del polémico operativo de Washington que no están participando en un "entrenamiento", sino en "un ejercicio real". "No se equivoquen; lo que están haciendo ahora mismo no es un entrenamiento. Este es un ejercicio real en nombre de los intereses nacionales vitales de los Estados Unidos de América: acabar con el envenamiento del pueblo estadounidense", explica Hegseth en un video compartido en redes sociales por el Departamento de Guerra y tomado a bordo del USS Iwo Jima.
WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL
*Con información de EFE