A 44 años y siete meses de prisión fueron condenados dos hombres por su responsabilidad en el feminicidio de dos hermanas, un caso cruel ocurrido el 18 de septiembre de 2020 en zona rural de La Cumbre, en el Valle del Cauca. La Fiscalía General de la Nación consiguió demostrar que Julio César Mosquera Cerón y Víctor Alfonso Vélez Castaño eran culpables del doble asesinato. Las víctimas tenían 14 y 21 años. (Lea también: por agredir a su propia madre en repetidas ocasiones, capturan a joven en Dagua, Valle del Cauca)De acuerdo con las evidencias recaudadas por las autoridades, Vélez Castaño cortejaba a la joven de 21años y, aprovechando la condición de indefensión de las mujeres, les tendió una trampa y las entregó a su padrastro. Este las golpeó y les disparó en repetidas ocasiones, hasta causarles la muerte. Luego, abandonaron los cuerpos en una vía pública. "La Fiscalía logró establecer que el ataque a las hermanas fue sorpresivo y las víctimas no tuvieron la oportunidad de defenderse", precisó la entidad judicial.El juez del caso determinó que Mosquera Cerón y Vélez Castaño, de 49 y 39 años, respectivamente, tienen que cumplir la condena en centros penitenciarios y sin beneficio alguno.Los delincuentes fueron capturados en octubre de 2020 y enviados a prisión de inmediato, tras ser imputados por los delitos de feminicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.Colombia, un país peligroso para las mujeresAl menos 745 feminicidios fueron cometidos en Colombia entre enero y octubre de este año, según la organización 'Vivas nos queremos'. Este grupo abogó por acciones que "erradiquen desigualdades y creen condiciones materiales propicias para que las mujeres y niñas en toda su diversidad vivan en entornos libres de violencia".El documento, elaborado por el Observatorio Feminicidios Colombia, indica que además de los 745 crímenes, también hubo en los primeros 10 meses del 2024 "571 feminicidios en grado de tentativa".El departamento que más casos presentó fue Antioquia, con 110; le siguieron Atlántico y Valle del Cauca, cada uno con 66 feminicidios.Así mismo, en Bogotá fueron perpetrados 74 crímenes de este tipo. Entre tanto, los meses con más casos fueron agosto (92), marzo (86) y julio (81).Líneas para denunciar violencia sexual o intrafamiliar en ColombiaLínea Púrpura en Bogotá 018000 112137, WhatsApp 3007551846 o escribiendo al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.coLínea Nacional: 155Policía Nacional: 123Línea Fiscalía General de la Nación: 122Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: 018000 918080Línea de Protección para niños, niñas y adolescentes: 141(Lea también: un año sin Michel Dayana: así fue el feminicidio de la adolescente de 15 años el Día de las Velitas)
Las autoridades judicializaron a un hombre acusado de agredir en repetidas ocasiones, física y psicológicamente, a su propia madre. Sucedió en el municipio de Dagua, en el departamento del Valle del Cauca. Al sospechoso, de 29 años, un fiscal le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada y lo presentó ante un juez de control de garantías. Aunque el joven no aceptó cargos, fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario.(Lea también: hombre violentó a su mamá y amenazó con quemarle la casa en Anserma, Caldas)"Labores de policía judicial permitieron establecer que el hoy imputado, el pasado 2 de diciembre, al parecer, amenazó, agredió y persiguió a su mamá en Dagua. La víctima sufrió múltiples contusiones en un hombro y un brazo", informó la Fiscalía a través de un comunicado de prensa.Agregó que los elementos materiales probatorios y evidencia física dan cuenta que la conducta sería reiterada. Y precisó el presunto agresor fue capturado en flagrancia por agentes de la Policía Nacional.Líneas para denunciar violencia sexual o intrafamiliar en ColombiaLínea Púrpura en Bogotá 018000 112137, WhatsApp 3007551846 o escribiendo al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.coLínea Nacional: 155Policía Nacional: 123Línea Fiscalía General de la Nación: 122Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: 018000 918080Línea de Protección para niños, niñas y adolescentes: 141
Hace un año, el 7 de diciembre de 2023, fue asesinada la pequeña Michel Dayana González en Cali. La menor de edad desapareció tras salir de su casa, hacia una tienda, para comprar unas golosinas. Las cámaras de seguridad del barrio San Judas registraron a la estudiante, caminando feliz, a las 7:43 p.m. La ciudad estaba de fiesta por ser Día de las Velitas, una de las celebraciones previas a la Navidad en Colombia. Don Genaro González, padre de la adolescente de 15 años, le contó al programa El Rastro de Caracol Televisión que esa noche, como de costumbre, le había dado dinero a su hija para que comprara sus dulces favoritos. Aunque siempre regresaba pronto a casa, en esa ocasión no volvió. Todos empezaron a buscarla, sin imaginar la escena de horror que descubrirían las autoridades horas después. (Lea también: las similitudes entre los atroces feminicidios de Sofía Delgado y Michel Dayana González)Un taller de mecánica ubicado cerca de la vivienda de la víctima llamó la atención de los investigadores de la Policía Nacional. El dueño del local les permitió a los agentes ingresar y les comentó que esa noche se quedó en dicho lugar el vigilante, Harold Andrey Echeverry, quien llevaba seis meses trabajando en el sitio. En el local fueron encontrados los restos de la víctima, desmembrados y escondidos al interior de una caneca y una maleta. “Mi reacción fue llorar, sentí algo así como si se me desprendiera todo por dentro y yo decía en mi mente: ‘No puede ser mi hija’”, recordó Genaro.La sangre fría del asesino de Michel DayanaEra la mañana del 8 de diciembre cuando las autoridades hicieron la inspección técnica del cuerpo. Harold Andrey Echeverry, el responsable de semejante atrocidad, aún se encontraba allí. Sin embargo, minutos después se dio a la fuga en una moto del taller.La Alcaldía de Cali ofreció hasta 100 millones de pesos por información que permita la captura del sujeto, quien finalmente fue detenido en Villavicencio, el 11 de diciembre de 2024. El feminicida confesó y aceptó los cargos. La Fiscalía General de la Nación informó que ya tenía un reporte en 2019 por un abuso sexual a una menor de edad.(Lea también: tras una llamada, Harold Echeverry intentó desaparecer el cuerpo de la niña Michel Dayana)El 2 de febrero de 2024, el Juzgado Quinto Penal del Circuito de Cali condenó a Harold Andrey Echeverry a 47 años de prisión por el delito de feminicidio agravado. Paga su sentencia en la cárcel La Tramacúa, en Valledupar.El Rastro entrevistó al sádico, quien dijo: “Empezó una discusión y ya. Me dio con un atornillador y yo me defendí. Le pegué en la cabeza y ella cayó. Quedó convulsionando, fue horrible. Esa decisión creo yo que la tomé por miedo, estaba desorientado, fue algo que en 5 minutos me cambió la vida”.Cuando le preguntaron sobre qué les diría a los familiares de Michel Dayana, Harold Andrey Echeverry contestó: “No hay razón para hacer lo que yo hice, es algo que a mí me ha dolido. No tengo cómo pagarles el daño a ellos, no tengo cómo devolver una persona a la vida. Que me perdonen. Yo sé que no hay manera de perdonar a una persona así, yo mismo le desearía la muerte a una persona que me hiciera eso, pero no era algo que yo tuviera planeado. Si pudiera lo haría y quisiera ser yo el muerto”.
En la mañana de este sábado 7 de diciembre se registró un atentado terrorista, con moto bomba, en un puesto de control de las autoridades instalado en el sector residencial de Las Piñas, en el municipio de Jamundí, Valle del Cauca. El estruendo se escuchó en gran parte de la población.Una persona murió, el presunto autor del ataque, y 14 resultaron heridas. Se trata de siete policías y siete civiles que debieron recibir atención médica inmediata. Algunas de ellas revisten gravedad. "La persona que iba manejando la motocicleta, que posiblemente es de la Jaime Martínez, se asusta presuntamente en el puesto de control y detona este artefacto. Esta persona fallece en el lugar de los hechos. Como resultado, siete civiles quedan lesionados y son atendidos en el hospital de Jamundí. Y siete policías también tienen algunas afectaciones con esquirlas, de los cuales uno se encuentra con pronóstico reservado", explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Germán Oviedo.El oficial atribuyó la acción a la estructura Jaime Martínez, que hace parte del Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencia de las FARC que hace presencia en el Valle del Cauca y otros departamentos del suroeste del país.De cobarde califican atentado con moto bomba en JamundíLas autoridades del Valle del Cauca ofrecieron una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables del ataque."Los criminales y su terrorismo cobarde no nos van a amedrentar. No nos van a doblegar. El atentado terrorista ocurrido esta mañana en Jamundí es un acto lamentable que habría podido convertirse en una tragedia mayor de no ser por los operativos de control de nuestra fuerza pública, quienes impidieron que la carga explosiva alcanzara zona más pobladas", recalcó la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro. Y agregó la mandataria: "A los habitantes de Jamundí les decimos que no están solos, para protegerlos hemos desplegado de la mano del Ejército y la Policía todas las capacidades operativas y de inteligencia, ejerciendo el control, y lo vamos a seguir haciendo para enfrentar a estos violentos, que con atentados como el de hoy demuestran más que nunca que están acorralados y solo pueden acudir al ataque aleve. El terrorismo es la forma más fácil y cobarde para generar miedo, pero eso no nos va a arrinconar".(Lea también: ataque con explosivos cerca a la cárcel de Jamundí dejó dos personas heridas)¡ATENCIÓN! 🚨 Hace pocos minutos se presentó una fuerte €xpl0s¡ón en Jamundí.Según los primeros reportes, habría sido por el sector de Las Piñas o Loma de Piedra, en la vía a Potrerito.El fuerte estruendo se escuchó en todo el municipio. pic.twitter.com/l1vtzKauN6— calialdia (@calialdia1) December 7, 2024 Conductor de moto bomba que estalló en Jamundí habría fallecidoAcorde con información de la Alcaldía de Jamundí, las personas heridas fueron trasladadas a centros asistenciales de la zona. Las que registran lesiones mayores fueron remitidas a Cali, a hospitales de alta complejidad.En el atentado terrorista se registró un fallecido, quien sería el sujeto que conducía la motocicleta que detonó en Jamundí.En la zona delinquen diversos grupos armados ilegales, especialmente disidencias de las FARC, que se pelean el control del narcotráfico y otras rentas ilegales como la extorsión. Jamundí, en la mira de los terroristasEste año, lamentablemente, Jamundí ha sido escenario de varios atentados. El pasado 8 de noviembre, una moto bomba fue activada al paso de una patrulla de la Policía Nacional en el barrio El Jordán. El hecho no dejó personas heridas, por fortuna, pero al menos 13 ciudadanos que transitaban por el lugar resultaron aturdidos. Hubo, sí, pérdidas materiales en el área. Un día antes, el 7 de noviembre, hubo otra explosión en cercanías al barrio Ciro Velasco, muy cerca de donde se encuentra ubicado el cementerio municipal. Una mujer quedó lesionada. Este atentado ocurrió tan solo 12 horas después de que delincuentes lanzaran una bomba a través de drones contra las tropas de la Tercera División del Ejército, en zona rural de Jamundí, en el corregimiento de Robles. El mismo día, otro artefacto afectó una vivienda en un barrio del casco urbano de ese municipio del Valle del Cauca. (Lea también: detonan artefacto explosivo de forma controlada en Jamundí, disidencias lo habrían puesto)
La familia de Sebastián González Salazar, un joven de 25 años, reportó que él había desaparecido el pasado 20 de noviembre cuando se dirigía a hacerse unos exámenes médicos, los cuales le exigían en la avícola donde trabajaba. En los últimos días, sus restos fueron encontrados en el departamento del Valle del Cauca.(Lea también: Menor de edad habría asesinado a conductor de bus en Sutatausa, Cundinamarca y fue detenido)De acuerdo con el periódico El Tiempo, los restos del joven estaban distribuidos en tres bolsas que estaban colgando de un puente de Campoalegre, entre los municipios de Andalucía y Tuluá.¿Qué fue lo último que supo la familia de Sebastián González?Uno de los seres queridos del joven asesinado le contó al medio citado anteriormente que luego de que salió de los exámenes médicos, se dirigió hacia donde su abuela para desayunar. Tras pedirle a un familiar que le prestara 20.000 pesos para tanquear su motocicleta, desapareció sin dejar huella de él ni del vehículo que empleaba para movilizarse.En la zona donde residía el joven hacen presencia las bandas delincuenciales La Inmaculada, Los Rastrojos y el Cartel del Norte del Valle.Un familiar resaltó que “Sebastián era un muchacho callado, no se metía con nadie. Se la pasaba en el trabajo que era galpón de pollos. Estaba también en su casa. Su tiempo lo distribuía entre trabajar y la familia. Tenía dos perros, su adoración, y dos gatos. No sabemos por qué lo mataron y de esa manera. No estaba amenazado. La Inmaculada tampoco nos ha amenazado, nada”.Hipótesis del crimen de Sebastián González en el Valle del CaucaEl coronel Santiago Garavito Aránzazu, subcomandante de la Policía del Valle del Cauca, habló sobre la muerte de Sebastián González y dijo que se cree que su asesinato “se trataría de confrontaciones entre grupos delincuenciales que tienen presencia en esa zona del centro del departamento”.Alarmantes cifras de homicidios en Valle del Cauca durante 2024La Procuraduría General de la Nación (PGN) informó que, entre enero y junio de 2024, “los departamentos de Cauca, Antioquia, Valle del Cauca y Arauca registran el mayor número de homicidios a líderes y lideresas sociales”, con 87 personas asesinadas.Además, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) reportó que en el Valle del Cauca y Cauca, durante el 2024, se han registrado 10 masacres en cada departamento.(Lea también: Caso Juan Felipe Rincón: Fiscalía descarta residuos de pólvora en las manos de Andrés Sotelo)
El 29 de marzo de 2022, dos hombres en motocicleta asesinaron al agricultor Luis Eduardo Chilito, de 41 años. El incidente tuvo lugar en Popayán, Cauca, después de que la víctima se reuniera con una joven en un establecimiento nocturno. El Rastro reveló detalles del caso. El día de los hechos, Luis Chilito estaba compartiendo unas cervezas con su amiga Paola Andrea Bueno mientras veían un partido de eliminatorias entre la Selección Colombia y Venezuela.(Lea también: Desaparición de joven futbolista en Valle del Cauca develó un oscuro secreto familiar)Al salir del lugar, ambos abordaron un taxi rumbo a la casa de este hombre. En el camino, la joven pidió al conductor que se detuviera porque se sentía con náuseas. Ella se bajó del vehículo y, en cuestión de segundos, unos sujetos en motocicleta dispararon varias veces a Chilito.La víctima fue ingresada al hospital con cinco impactos de bala en la cabeza. A pesar de las graves heridas, llegó con signos vitales. Mientras Luis Chilito se debatía entre la vida y la muerte, las autoridades iniciaron una búsqueda intensiva para encontrar a los responsables.Tras cinco días en cuidados intensivos, Luis Chilito falleció el 4 de abril debido a las graves heridas que sufrió.Investigación revela un atroz planEn principio, la Policía crecía que se podría tratar de un ‘ajuste de cuentas’ o una disputa con narcotraficantes, debido a los cultivos ilícitos que había en las dos fincas de Luis.Al poco tiempo, una mujer se presentó en la estación de la Policía y dijo que tenía información de lo ocurrido la noche de los hechos. “Ella dice que escuchó los impactos, que vio a los dos sicarios en la moto y que otro sujeto en una moto había puesto un arma de fuego en la cabeza y que le había dicho ‘súbase a la moto’...La ingresaron a la fuerza en el vehículo y la golpearon”, dijo la joven.Luego de revisar las cámaras de seguridad, se logró identificar a los presuntos implicados, entre ellos Paola Bueno, la mujer con la que departía Chilito esa noche.Ella accedió a colaborar con las autoridades para esclarecer el caso, después de que se encontraran interceptaciones telefónicas con su pareja, Fareli Noguera, quien aparentemente habría pagado $5 millones por el crimen.(Le también: Cruda confesión resuelve el crimen de ‘El profe’ en Valledupar: "Me pagaron $5 millones")Crudas declaraciones de las responsablesTras la captura de Paola Bueno, comenzaron a caer los implicados en el crimen. Ella habló de Fareli Noguera y proporcionó a las autoridades las identidades y ubicaciones de los sicarios que habían contratado.Las autoridades sospechaban que la relación sentimental entre Paola y Fareli podría estar relacionada con el desenlace fatal de Luis Chilito, pero ambas negaron esta versión. Sin embargo, todos seguían preguntándose: ¿por qué querían matarlo?Fareli aseguró que se trataba de una disputa por una finca en El Tambo, cuya propiedad compartía con la víctima.“Cuando ya no me alcanzaba para trabajarle lo de él, porque yo quedé sola, entonces yo le dije a él que partiéramos y él cogiera su parte y yo cogía la mía (…) pero no quería”, señaló Fareli, y añadió que Luis Chilito conocía un secreto suyo y que la "estaba chantajeando".Hablan desde la cárcelEl 29 de octubre de 2024, El Rastro entrevistó a las dos mujeres desde la cárcel para esclarecer los hechos del crimen. Ambas dieron sus declaraciones sobre lo sucedido.“Lo planeé con la señora Paola Bueno y otras personas. ‘¿Qué planearon?’ Que ese día, cuando él llegara a Popayán, lo asesinaran. Yo pagué la plata en efectivo y se los pasé a Paola. Yo no los conocía - a los sicarios- no tenía nada que ver con eso. Ella me dijo que eran conocidos suyos”, aseguró Fareli Noguera, de 32 años.(Lea también: Masacre de cuatro niños en Caquetá: sobreviviente identificó a los responsables)Por otro lado, Paola Bueno afirmó que el sicario le fue dando indicaciones sobre lo que tenía que hacer para que finalmente acabaran con la vida de Luis Chilito. Sin embargo, aseguró que la planificación de cómo iba a ser asesinado fue idea suya.“Yo vi que los muchachos ya no estaban detrás mío y me asusté. Le dije al conductor que se detuviera en la orilla porque tenía muchas ganas de vomitar. Cuando me estaba bajando llegan –los sicarios- me empujaron y procedieron a dispararle. En ese momento quedé en shock. A las 11 de la noche, me enteré de que estaba vivo y que no estaba muerto por los disparos”, reveló Paola, quien dio detalles sobre cómo le mintió al conductor para facilitar el asesinato de Luis Chilito.Según su testimonio, Paola decidió participar en el crimen porque su pareja se lo había pedido. Yo la escuchaba a ella como desesperada, porque no sé qué problema habían tenido ellos, pero pues sé que estaban teniendo un problema ellos dos”, dijo.Fareli Noguera y Paola Bueno fueron condenadas a 21 y 18 años de prisión, respectivamente, y los otros implicados recibieron penas similares. Se encuentran recluidos en la cárcel de Jamundí, en el Valle del Cauca.Reviva el capítulo de El Rastro aquí:
Aunque la llegada de diciembre es sinónimo de festividad y emoción para muchos, por la proximidad a la Navidad, hay un pueblo de Colombia en donde esta celebración se hace meses después. ¿Por qué?Detrás de lo que algunos podrías llamar un movimiento de fechas extraño, hay realmente un doloroso recuerdo de lo que fue la esclavitud, pues quienes eran sometidos a la explotación decidieron inventarse su propia Nochebuena.(Lea también: ¿Qué es la corona de Adviento? Este es el significado y cómo se elabora en casa)En las profundidades del departamento del Valle del Cauca, sur de Colombia, hay un pueblo en el que realizan una fiesta que se celebra en febrero y donde todos los personajes, incluyendo a María, José y el niño Jesús, son afrodescendientes. Le llaman la Navidad negra.“Para nosotros febrero significa todo. Nos alistamos para esa Navidad, la Navidad con las características y tradiciones de la etnia negra”, dijo en entrevista con Los Informantes Norman Viáfara, sabedor ancestral.Ese pueblo en donde Jesús no nace el 25 de diciembre sino 40 o 45 días después se llama Quinamayó.La historia de la Navidad negraCuentan en Quinamayó que hace un par de siglos los esclavos de la región, es decir los tatarabuelos y los tataratatarabuelos de los habitantes actuales, no tenían permitido celebrar la Nochebuena en diciembre, pues debían estar pendientes de sus amos, quienes sí la celebraban y muy bien atendidos el 24 de diciembre.(Lea también: ¿Viaja a Medellín en diciembre? Esta es la guía para ver alumbrados y más planes que debería hacer)Además, esta era una época de cosecha en el Cauca y en el Valle del Cauca, entonces los esclavos que no estaban cocinando, limpiando y mesereando debían estar pendientes de los cultivos de maíz o de yuca. Tampoco tenían el tiempo ni el permiso para andar por ahí pasándola bien.Entonces, según los habitantes de esta población, desde 1891 se les ocurrió que tenían que organizar una Navidad hecha su imagen y semejanza, costara lo que costara.“Inteligentemente, ellos la hacen en febrero, respetando los 45 días que María llevaba después del parto y la dieta de nuestra ancestralidad, en la antigüedad, que son 45 días o 40 días”, asegura Wilmer Isajar, maestro de estudios afrocolombianos.Aunque inicialmente la Navidad negra se celebraba en la intimidad de las familias y de una manera austera, hoy se toma las calles del pueblo. Hay parranda, brindis, juegos pirotécnicos, bailes y cantos típicos.¿Cómo es el pesebre de la Navidad negra?En esta Navidad negra el clásico pesebre con choza de paja le da paso a un altar de colores que resguarda al niño mientras llega su hora de nacer. No hay botas ni árboles, pero sí un palo con cintas blancas llamado pabellón, con el que los Ángeles lo protegen de todo mal. En vez de ‘Tutaina’ y ‘Nanita nana’ suenan loas y alabanzas, cantos de adoración, cantos de libertad.El niño Dios de Quinamayó es un niño Dios católico, apostólico y romano, pero de raíces africanas y muy colombianas. Es una mezcla de las tradiciones religiosas que los esclavos recibieron de los conquistadores españoles con las costumbres con las que llegaron a América. Además, tiene los brazos abiertos porque, dicen, es generoso como ellos.El niño Dios es negro “por respeto a nuestra etnia (...) nosotros decimos que Jesucristo ha tenido que ser negro, porque le tenían mucha rabia, no lo quería”, cuenta Mirna Rodríguez, sabedora ancestral y encargada de cuidar la representación de este personaje durante todo el año.¿Dónde queda Quinamayó?Quinamayó es un corregimiento del municipio de Jamundí, con una veintena de calle sin pavimentar, un parque con tarima y murales que demuestran su orgullo afro. Los vecinos repiten que es tranquilo y seguro, que las casas permanecen abiertas y nada se pierde.Queda una hora y media de Cali y se llega por vías rurales que culebrean entre cañaduzales. En febrero, el sol no da tregua y la sensación térmica suele ser de unos 40 grados.“Ser de Quinamayó significa ser de la tierra donde celebramos el nacimiento del ser supremo, nuestro Dios negro, en el mes de febrero y es mucho decir, porque allí nos conectamos con el mundo y el mundo se conecta con nosotros porque todos están pendientes del nacimiento del niño Dios negro en el mes de febrero”, enfatiza Norman Viáfara.En esta Navidad no hay novenas, aguinaldos y menos buñuelo o natilla. La comida que es popular para el resto del mundo en esta época es reemplazada por pescados y sancochos preparados con pipilongo, una planta famosa por sus poderes afrodisíacos, también se encuentran otras bebidas como el arrechón. No hay regalos, pero las fiestas duran tres o cuatro días.El jolgorio se cierra con la frase: ‘que sea para bien, hasta el año venidero, si Dios la vida nos prestan’.
El pasado 30 de noviembre, en el barrio San Nicolás del municipio de Cartago, Valle del Cauca, sicarios asesinaron a una madre, de 45 años, y a su hijo de 14, que se encontraban en un puesto de venta de café.Las autoridades informaron que las dos víctimas fallecieron en el sitio por la gravedad de las heridas. Sus asesinos, según testigos, se dieron a la huida en un vehículo de servicio público.Hipótesis del crimen de la madre e hijo en CartagoEl coronel Óscar Javier Hernández Marín, comandante del Distrito Especial de Policía Cartago, informó que al hacer la inspección de la escena del crimen, en el coche de venta de café de las víctimas “se encuentran unas papeletas de cocaína”, por lo que se presume, inicialmente, que el crimen estaría relacionado con una disputa por microtráfico.“La Policía Nacional y la Fiscalía han designado un equipo especial de investigación criminal e inteligencia para que con sus capacidades técnicas y humanas logren identificar y capturar a los responsables de este repudiable hecho”, agregó el oficial al dar los detalles del doble homicidio en Cartago.En el municipio de Cartago, días antes, la Policía evitó el asesinato de un hombre al que estaban torturando dentro de una vivienda, según información dada por el diario El País de Cali.Los uniformados detuvieron en el sitio a cuatro personas señaladas de pertenecer a un grupo ilegal conocido como Los Flacos. Los sujetos habían amarrado y amordazado a su víctima, a quien amenazaban con desmembrarla.Cifra de homicidios en Valle del CaucaSegún cifras del Observatorio del Delito, entre el 1 de enero y el 8 de noviembre de 2024 han sido asesinadas 1.102 personas en el Valle del Cauca, sin incluir datos de la capital, Cali. De las víctimas fatales, 1.031 eran hombres y 71, mujeres.Los municipios donde más homicidios se han cometido son: Palmira (122), Jamundí (101) Cartago (100) -donde asesinaron a la madre e hijo este 30 de noviembre- y Tuluá (73).
El 19 de diciembre de 2022 fue reportada como desaparecida Sandra Zuluaga, una joven ingeniera agrónoma que salió de Cali para realizar una visita técnica a una hacienda en el municipio de Candelaria, departamento del Valle del Cauca. Transcurridas 24 horas, apareció muerta en un cañaduzal.La exgobernadora del Valle del Cauca Clara Luz Roldán González, recordó el caso de Sandra y exigió que no quede impune. La exfuncionaria escribió: “fue violada y asesinada el 19 de diciembre de 2022 cuando realizaba una visita técnica a una hacienda que administraba su victimario, hace ya casi dos años. ¿Por qué hoy todavía no hay una condena ejemplar para su victimario?”.(Lea también: Hallan muerta a Sandra Yulieth Zuluaga, ingeniera desaparecida en Valle del Cauca)Explicó que, pese a que la Fiscalía General de la Nación (FGN) reportó que fue capturado el 19 de octubre de 2023 Roger Rossbel Lenis, señalado responsable de haber cometido el feminicidio de Sandra Zuluaga, “desde entonces se han aplazado las audiencias preparatorias de juicio en cinco oportunidades, dilatando el proceso. Desde la primera citación hasta hoy, se han perdido 154 días por diversas excusas de la parte defensora para no asistir a las audiencias”.Defensa del acusado pidió libertad por vencimiento de términosRoldán González subrayó que “ya hubo un primer intento de solicitud de libertad por vencimiento de términos por la parte defensora, pero el juez Octavo Penal de Palmira, que lleva el proceso, afortunadamente negó estas pretensiones”.Para el próximo 2 de diciembre fue citada, por sexta vez, la audiencia preparatoria del juicio contra el señalado feminicida de Sandra Zuluaga. La exgobernadora del Valle del Cauca recalcó que la Fiscalía General de la Nación “ya hizo su tarea y tiene pruebas irrefutables de que Roger Rossbel Lenis violó y asesinó a Sandra, pues encontraron rastros de su ADN en fluidos en el cuerpo de Sandra, además de otras pruebas que lo señalan como único responsable”.Teme que haya impunidad en el caso de Sandra ZuluagaClara Luz Roldán cree que hay riesgo de impunidad porque “la ley obliga al juez a dejar en libertad a un capturado si se cumplen dos años desde su captura sin que se haya proferido una condena en su contra. El pasado 19 de octubre se cumplió el primer año de su captura y quedarán menos de 10 meses para que haya un fallo condenatorio”.Sabe que el sistema judicial está congestionado, pero pide que la “justicia actúe”. Asimismo, teme que pase lo mismo con el caso de Luz Mery Tristán, cuyo señalado feminicida (Andrés Gustavo Ricci) lleva más de un año capturado, pero sin sentencia.(Lea también: Extraña muerte de ingeniera en el Valle del Cauca: su cuerpo fue hallado en un carro)
Diana Marcela Restrepo tenía 18 años cuando desapareció misteriosamente, en 2009. Sus familiares en Rozo, Valle del Cauca, alertaron a las autoridades e iniciaron una intensa búsqueda para encontrarla. El Rastro reveló, en 2014, detalles de este extraño caso .La joven se caracterizaba por ser carismática, amable y apasionada por el fútbol. Pertenecía a la Selección de Fútbol Femenino de Palmira y era conocida por ser una de las delanteras más talentosas. Allí conoció a su novia, Yamileth Díaz, con quien compartía las mismas pasiones.(Lea también: Cruda confesión resuelve el crimen de ‘El profe’ en Valledupar: "Me pagaron $5 millones")¿Qué pasó con Diana Marcela?Diana Marcela era una joven muy reservada con su vida personal. No obstante, la relación que sostenía con Yamileth solo la conocía su cuñado, Hernán Darío Cardona, quien no solo le guardaba los secretos, sino que también la apoyaba y cuidaba.La desaparición de Diana Marcela el 8 de febrero de 2009 cambió para siempre las vidas de la familia Restrepo Hurtado. El día de los hechos, Diana Marcela había salido de su casa muy temprano para asistir a un partido de fútbol.“Era una muy buena jugadora. Ella siempre era la primera y la que no faltaba a ningún partido, porque la tenían entre las mejores”, afirmó Gilberto Restrepo, padre de Diana.Antes de regresar a su casa, su cuñado la llamó para que ambos fueran a ver el partido entre la selección Colombia y la de Argentina. Además de asistir a la cita, Diana Marcela iba a averiguar sobre un trabajo que él le había dicho que le ayudaría a conseguir.(Lea también: Responsable de feminicidio en Boyacá quedó al descubierto por testimonio de hijas de la víctima)Después de que el partido finalizara, la joven no regresó a casa, lo que alertó inmediatamente a sus familiares. El principal sospechoso de la desaparición era su cuñado, ya que la familia sabía que Diana Marcela había salido con él.“Yo llegué -a la casa- y él estaba viendo televisión. Lo primero que me dijo fue que mi hermana había estado ahí, pero que la habían llamado y un muchacho en una moto había pasado por ella”, mencionó Luz Adriana, hermana de Diana Marcela.Además, Hernán Darío le aseguró a la familia que la joven había dejado sus pertenencias en su casa, porque ella después pasaría por ellas.Las autoridades iniciaron una incansable búsqueda por la zona, mientras Yamileth indagaba con el cuñado de su novia sobre su paradero. Ninguno creía en la versión de Hernán Darío.Para Luz Adriana, era imposible pensar que su esposo le hubiera hecho algo a su hermana. A pesar de sus dudas familia, todos estaban convencidos de que Hernán Darío estaba detrás de la desaparición de Diana Marcela.(Lea también: La confesión por la que cayeron los responsables del crimen de agricultor en Cauca: 5 implicados)Pistas claves en la investigaciónEl padre de la víctima, asombrado por el extraño comportamiento de su yerno, decidió entrar a su casa y buscar alguna prueba que diera con el paradero de su hija. En medio de una cosecha encontró un hueco y, al revisar, descubrió un olor putrefacto en esa zona.Los investigadores del CTI recopilaron los testimonios de vecinos que aseguraban haber oído gritos ese día, además de ver a Hernán Darío comprando varios galones de gasolina. “Se encontraron varios indicios de que en esa finca había ocurrido un hecho extrañ. Se encontraron los guayos, el uniforme y el celular de la víctima”, reveló el investigador Albeiro Villanueva Rojas, quien afirmó que era extraño que la joven hubiera dejado el celular, ya que no era una práctica común.Luego, las autoridades encontraron pedazos de ropa y pequeños restos óseos. Se tomaron muestras de sangre en la casa de Hernán Darío, ya que se comprobó que las paredes estaban recién pintadas. Las pruebas de ADN revelaron que los rastros coincidían con los de la víctima, Diana Marcela Restrepo.Así las cosas, la policía capturó a Hernán Darío por el delito de homicidio agravado. Él aceptó los cargos y confesó cómo ocurrieron los hechos. “Tuvimos un pequeño altercado y nos agredimos hasta el punto de tirarnos unas cachetadas. Yo le pegué una cachetada la cual fue tan dura que ella perdió el equilibrio y se cayó de espaldas al piso. No sabía qué hacer. Entré en un momento de desesperación y no sabía si pedir ayuda”, reveló.Además, declaró que habían mantenido una relación sentimental en secreto y que la negativa de ella fue lo que desató la pelea entre ambos.Hernán Darío fue condenado a 20 años de prisión por homicidio simple. El asesinato de Diana Marcela marcó y destruyó a toda la familia. “Se nos quitaron las ganas de vivir”, concluyó el padre de la víctima.Reviva la investigación de El Rastro aquí: