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Estados Unidos sigue sumando fuerzas a su despliegue militar sobre el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela. En las últimas horas se conocieron fotografías de cinco aviones caza que aterrizaron en Puerto Rico para unirse a la flotilla que ya ha sido desplegada por Washington y que, según la administración del presidente Donald Trump, tiene como objetivo combatir el narcotráfico en la zona. La semana pasada Trump ordenó desplegar 10 aeronaves de este tipo en el sur del Caribe para reforzar su operación en contra de los carteles de la droga.
La agencia de noticias Reuters publicó este sábado las imágenes de estos primeros aviones en la base militar Roosevelt Roads, en el oriente puertorriqueño. Se trata de cinco aviones estadounidenses F-35, que son cazas furtivos muy avanzados y serían efectivos en cualquier combate contra la fuerza aérea de Venezuela, que incluye aviones F-16. Helicópteros y aviones Osprey estadounidenses, así como otros aviones de transporte y personal militar estadounidense, han sido vistos en la base en los últimos días. Estos avistamientos se producen después de una visita sorpresa a la isla esta semana del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, junto al principal general estadounidense, en medio de crecientes tensiones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
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En esa visita, Hegseth les dijo a tropas a bordo de un buque militar que no están participando en un "entrenamiento", sino en "un ejercicio real". "No se equivoquen; lo que están haciendo ahora mismo no es un entrenamiento. Este es un ejercicio real en nombre de los intereses nacionales vitales de los Estados Unidos de América: acabar con el envenamiento del pueblo estadounidense", explicó Hegseth en un video compartido en redes sociales por el Departamento de Guerra y tomado a bordo del USS Iwo Jima. Este buque de asalto anfibio se encuentra actualmente desplegado al sur de las costas de Puerto Rico, territorio libre asociado de Estados Unidos.
Por otra parte, el diario de The New York Times aseguró que el secretario de Estado, Marco Rubio, prepara lo que sería la mayor ofensiva del gobierno estadounidense contra Venezuela: "Con medidas como la destrucción de una embarcación cerca de Venezuela, el secretario de Estado está dándole forma a lo que podrían ser las acciones militares con mayores consecuencias del segundo mandato del presidente Trump".
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Desde finales de agosto Estados Unidos ha desplegado ocho navíos militares y un submarino de propulsión nuclear en áreas del mar Caribe bajo el argumento de combatir el tráfico de drogas que asegura "contaminan" las calles del país norteamericano. El operativo destruyó hace unas semanas una lancha que según Washington pertenecía a la banda Tren de Aragua y había partido de Venezuela con narcóticos a bordo. Caracas, que acusa a Washington de querer forzar un cambio de Gobierno en Venezuela, ha movilizado buques y millones de milicianos, y, además, ha instado a la ONU y a la comunidad internacional en general a pronunciarse.
En Puerto Rico esta situación también ha causado gran malestar. El 7 de septiembre cientos de personas se manifestaron frente a la base aérea Muñiz en rechazo a las maniobras del Ejército de Estados Unidos en Puerto Rico y a una posible reactivación de las antiguas bases militares de la isla, en el marco de las tensiones en el Caribe con Venezuela. Convocados por la organización Madres contra la Guerra, los manifestantes gritaron lemas como 'Puerto Rico sin milicia, queremos justicia' y 'por la paz vamos todos a luchar', al tiempo que pintaron en el suelo con tiza 'fuera yanquis' y 'Trump asesino'.
La Marina de Estados Unidos utilizó Vieques y parte de Culebra como campo de tiro hasta mayo de 2003 y, a día de hoy, la limpieza de los restos de munición sin detonar en ambas islas aún no ha finalizado. Hace unos días, la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, quien ha sido una aliada de las políticias de Donald Trump, expresó su respaldo a las maniobras en la isla y confirmó que recibió notificación y acuerdos de colaboración para el uso de las facilidades aéreas de las bases de Roosevelt Roads y Aguadilla.
El estatus político de Puerto Rico como Estado Libre Asociado a Estados Unidos, establecido en 1952, otorga al archipiélago cierto grado de autonomía y un Gobierno y Parlamento locales, pero deja bajo el control de Washington áreas como defensa, fronteras y relaciones diplomáticas.
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WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL