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Hoy se cumple el tercer día de audiencias en el proceso judicial contra Juan Carlos Suárez Ortiz, imputado por el homicidio agravado de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, un joven estudiante de la Universidad de los Andes que murió tras recibir una brutal golpiza en la madrugada del 31 de octubre, en inmediaciones de la discoteca Before Club, en Chapinero. Durante la jornada de este 7 de noviembre, la defensa presentó nuevos documentos y argumentos ante el juez de control de garantías para sustentar la solicitud de que no se imponga una medida de aseguramiento intramural contra su defendido.
Los abogados Ignacio Romero Pardo y César Augusto Londoño Ayala, defensores principal y suplente de Suárez, radicaron varias pruebas que buscan demostrar las condiciones académicas, familiares y personales del imputado. Entre los documentos aportados se encuentran su carné de la Universidad de los Andes, certificaciones de su tesis de grado y una mención de la Alcaldía Mayor de Bogotá que lo acreditó como el mejor estudiante del año 2016 en su colegio en las pruebas Icfes. Esa distinción le permitió acceder al programa Ser Pilo Paga, mediante el cual cursó su carrera de Ingeniería Mecánica en la misma institución.
El abogado Romero explicó ante el estrado que su defendido “es una persona que estudia en la Universidad de los Andes gracias al programa de Ser Pilo Paga y que se ha hecho un esfuerzo, está con esa beca, su señoría. Vive con su señora madre, con su abuela mayor de edad y con sus ingresos dentro de un Call Center colabora activamente dentro de la manutención de esos hogares en ese apartamento que viven en el sur de la ciudad (...) es parte vital de esa economía familiar y podría decirse que es una persona cabeza de familia, ya que la abuela tiene 82 años y también ve por la mamá en ese hogar”.
La defensa insistió en que esos documentos “demuestran las condiciones personales, profesionales y de comportamiento exentas de la conducta” por la cual hoy es procesado. El equipo jurídico argumentó que el perfil académico y social de Suárez, quien fue beneficiario de becas del Gobierno y de la Universidad, evidencia que no se trata de una persona violenta ni con antecedentes.
Según su perfil profesional en LinkedIn, Juan Carlos Suárez Ortiz es ingeniero mecánico de la Universidad de los Andes, con especialización en Ingeniería Industrial. En su presentación afirma tener “gran interés en la simulación, el diseño mecánico, la automatización, la manufactura y el mantenimiento”, y agrega que domina áreas como “termodinámica, dinámica de fluidos, mecánica de materiales, dinámica de maquinaria y modelado y simulación”. En el mismo documento señala que actualmente está “enfocado en dominar Python para el aprendizaje automático”.
Durante la audiencia, la defensa reiteró que no existen pruebas que demuestren que Suárez actuó con premeditación ni que hubiera un acuerdo previo con otros implicados. “No se aprecia en las entrevistas y en los videos exhibidos que haya un acuerdo previo para que los dos atacantes hubiesen tomado la decisión, hubiesen dirigido su acción final a realizar una conducta con dolo típico de matar”, sostuvo el abogado César Londoño. El jurista añadió que los videos y las entrevistas muestran una secuencia en la que Suárez sí agrede a la víctima, pero luego se aparta del lugar.
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“Aquí lo que se observa es que aparece Juan Carlos, según la información que la Fiscalía comparte, corriendo y golpeando en la nuca, cabeza y parte superior de la cintura a la víctima. Esta persona se retira y luego aparece otro sujeto que no fue individualizado aquí, un tercero, y golpea a la persona dándole una patada y luego cae la víctima y allí lo golpea como se observa en el video”, indicó y explicó que esa descripción no permite inferir coordinación ni complicidad. “Juan Carlos se desplaza del sitio y luego se devuelve y golpea una vez más a esta persona. La pregunta aquí es: ¿hay allí un acuerdo previo, implícito, tácito, si se quiere, hay una aceptación con actos exteriorizados en la conducta vertida de los dos sujetos que permita establecer que se pusieron de acuerdo para golpear a la víctima? No”, afirmó.
Otro de los argumentos se centró en la intensidad de los golpes y la relación entre estos y la muerte de Moreno. El defensor sostuvo que, de acuerdo con el análisis del video, “la persona sin cabello, calvo, con el rostro pintado de rojo, que ataca a la víctima, golpea en una menor cantidad de veces”. Agregó que, si se comparan las declaraciones de los testigos, “nunca se dice que los golpes fueron graves. E incluso se llega a declarar, como lo hará la defensa, que los golpes no eran duros”.
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Entre las entrevistas que citó está la de una testigo identificada como V. P. C., quien habría escuchado expresiones como “pero no lo golpeó duro” o “que va, dele un low kick”. Para la defensa, estas afirmaciones contradicen la tesis de la Fiscalía de que existió dolo homicida. Sobre la supuesta frase en la que el imputado habría dicho: “Denme ánimos que yo lo hago, porque sé que puedo acabar con ese man”, el abogado pidió al juez analizar el contexto emocional. “La pregunta es si ese ‘si yo quiero’ puede compatibilizarse con el acto concluyente de ‘yo quiero matar’. Estaba en una situación de ansiedad, de alteración, no calculada ni deliberada”, dijo.
La Fiscalía, por su parte, mantiene que los testimonios y los videos revelan premeditación y persistencia en la acción violenta. La fiscal del caso, Claudia Lucía Rodríguez, presentó un informe técnico de 179 páginas que contiene declaraciones de testigos, registros fílmicos y fotografías de las lesiones sufridas por la víctima. Según su intervención, los hechos ocurrieron sobre la calle 64 con carrera 15, luego de que Moreno y su amigo salieran del bar Before Club. En ese punto, un sujeto con el rostro pintado de rojo y negro lo habría golpeado por la espalda, haciéndolo caer al suelo.
En medio de la investigación, se conoció un nuevo video que fue grabado por un testigo identificado con las iniciales A. I., quien entregó el material al CTI de la Fiscalía. La grabación muestra el momento en que Jaime Esteban Moreno suplica que no lo golpeen y levanta las manos en señal de defensa. Su amigo intenta separarlo del agresor, pero segundos después aparecen otras personas, entre ellas un hombre vestido de negro con orejas de conejo y una mujer disfrazada, que intervienen en la pelea. La fiscal explicó que, tras alejarse, Suárez regresó para continuar con la agresión, lo que —según el ente acusador— demuestra consciencia del daño causado. Además, señaló que la víctima no opuso resistencia ni atacó a sus agresores.
Durante la jornada, la Procuraduría respaldó la solicitud de la Fiscalía de imponer una medida de aseguramiento en centro carcelario, argumentando el riesgo de fuga y la gravedad del delito. La audiencia, que comenzó a las 8:34 a. m., fue suspendida temporalmente por el juez para analizar los nuevos argumentos de la defensa y se reanudará a las 2:00 de la tarde. Hasta el momento, Juan Carlos Suárez Ortiz es el único judicializado por el crimen. La investigación continúa mientras se revisan los testimonios, videos y pruebas técnicas que buscan establecer su grado de responsabilidad en la muerte del estudiante Jaime Esteban Moreno Jaramillo.
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LAURA NATHALIA QUINTERO.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.