Los habitantes de calle en el centro de Bogotá no olvidan a Frayñero, el sacerdote franciscano que durante años fue su padre y cuidador. Este cura, de sotana desgastada y corazón gigante, literalmente dio la vida por los más sencillos y humildes. En plena pandemia del COVID-19, salió a alimentarlos y se contagió. Aunque falleció, su legado no se detiene y muchos aseguran que, desde el cielo, él continúa haciendo posible el milagro del pan y el abrigo para los necesitados. Este domingo, en la Jornada Mundial de los Pobres, Noticias Caracol recuerda su historia. >> Vea acá la crónica que este noticiero publicó en el primer año de la partida de FrayñeroCuando fray Gabriel Gutiérrez Ramírez murió, el 2 de abril de 2021, un Viernes Santo casualmente, algunos llegaron a pensar que era el fin de su obra. Estaban equivocados. De hecho, de cierta manera, hubo una multiplicación del pan y el chocolate caliente. Sí, su fundación, Callejeros de la Misericordia, permaneció de pie y se propuso extender aún más aquella misión de atender a los mendigos, cachivacheros, vendedores ambulantes, migrantes, trabajadoras sexuales, indígenas e integrantes de la comunidad LGBTI discriminados."Callejeros de la Misericordia continúa con todos los proyectos que formuló Frayñero. Seguimos llevando diariamente desayunos a los habitantes de calle. Los lunes servimos en Facatativá, los miércoles vamos al Parque Tercer Milenio, los jueves estamos en los alrededores de la carrera Décima y los sábados nos encontramos en el Parque de Las Cruces", explica Gloria Inés Gutiérrez, hermana del religioso y una de las líderes de la fundación. Los discípulos de FrayñeroFrayñero trascendió. Ya no está físicamente, y eso lo lamentan de forma profunda quienes no tienen un techo donde dormir ni un amigo con quien llorar, pero su espíritu no se ha ido. En los cambuches, debajo de los puentes y en los andenes fríos, sus parceros no dejan de hablarle, orarle y amarle. Se sienten acompañados por él, en medio de semejante soledad.Y es allí cuando dicen que este cura eterno intercede ante Dios por un milagro constante. No revive muertos ni quita enfermedades, pero sí hace posible lo imposible: que jamás falte un pedacito de comida en la boca de los más hambrientos. En un mundo donde escasea la bondad, decenas se dejan tocar por su ejemplo y les tienden la mano a los marginados de la sociedad. Es mucho, aunque parezca poco. "Gracias al apoyo de nuestros benefactores y voluntarios, mantenemos viva la obra de Frayñero, que sin lugar a duda nos acompaña todos los días con su entusiasmo y sus enseñanzas. Definitivamente, Frayñero sigue vivo en esta misión de estar en la calle con los más necesitados, los más pobres de los pobres", reflexiona Gloria Inés, en diálogo con Noticias Caracol en vivo.Callejeros de la Misericordia no solo da alimentos, también tiene otros programas. "Hay un proyecto de procesos de rehabilitación, donde conseguimos padrinos para quienes quieran salir de la calle. Cuando ya están rehabilitados, entran al plan despertar, por medio del cual los apoyamos en todo su camino de resocialización para que puedan salir a ganarse la vida. Al que vende mango, le ayudamos a conseguir la carreta. Al que recicla, su carretilla. Y al de los tintos le damos su carrito, el pan y el café", concluye la hermana del sacerdote. La fundación, que beneficia semanalmente a cerca de 500 personas, desarrolla actividades culturales para hijos de mujeres en condición de prostitución y extranjeras sin oportunidades. A quienes residen en pagadiarios y se quedan sin una moneda, también los auxilian para que no terminen durmiendo en una esquina. >> Le puede interesar: hijo encuentra a su madre habitante de calle, después de 20 años, en un parque de Cúcuta Frayñero, ángel de los olvidadosOrlando Beltrán, director del Banquete del Bronx, fundación que atiende cada semana a unos 3.500 habitantes de calle en seis ciudades de Colombia, le agradece a Frayñero. "Él es un ángel que me indujo a mí a darme cuenta de que debemos llegar a todos los lugares donde esté la pobreza y la miseria, y que no hay sitio al que no podamos llegar. Por eso, con mucho amor y Dios en el corazón, entramos a las ollas y huecos del país, a la Colombia subterránea", subraya. Y, convencido porque vio de frente a este santo sin aureola, agrega: "Frayñero nos dejó un ejemplo de humildad y amor. Él se quitaba el pan de la boca por darle a otros. Es el ángel que vigila las calles y los caños, que ilumina los rincones más oscuros". ¿Quién era Frayñero?De 63 años, nacido en Bogotá y criado en Villavicencio, fray Gabriel Gutiérrez Ramírez creció en una familia que desde pequeño le enseñó que, más que acaparar, lo importante era compartir. Motivado por esa conciencia social, y luego de ser ordenado presbítero, decidió ingresar al convento de los padres franciscanos, los hijos de San Francisco de Asís. La pobreza se convirtió, entonces, en uno de sus votos perpetuos.Fue misionero en la golpeada África, en lugares inhóspitos a los que nadie se asoma pero en los que todo falta. Allí terminó de convencerse, aunque nunca lo dudó, de su preferencia por los despreciados. Luego viajó a Guapi, en el Cauca. Eran épocas difíciles, de guerra y asesinatos, pero también de hambruna y desilusión. Frayñero jamás salió corriendo, siempre se quedó al lado de quienes sufrían. En aquel municipio levantó una casa para dar de comer a niños y jóvenes, y enterró a guerrilleros y paramilitares, pues no le gustaba clasificar a la gente entre buenos y malos. Para él, toda vida era digna y cada muerte dolía.Este cura extraordinario, porque lo fue, prometió y cumplió seguir los pasos de Jesús e ir tras los pobres. Caminó con ellos, se puso en sus zapatos y se preocupó por sus pies cansados. Así, con el hábito roído pero el alma entera, arribó a Bogotá e inició su obra más memorable: abrazar a quienes nadie quería tocar, a los habitantes de calle. "Me dicen Frayñero porque entre ellos se tratan de ñeros y es una palabra hermosa, pues significa compañero. Y que me tengan como compañero para mí es un orgullo muy grande", afirmó en una de las varias entrevistas que le concedió a Noticias Caracol.Y murió en su ley, sin esconderse durante el COVID-19, pues afirmaba que afuera había una pandemia más cruel, la del hambre y la indiferencia.¿Qué es la Jornada Mundial de los Pobres? Instaurada por el Vaticano, se conmemora en noviembre para generar conciencia sobre los pobres. Solo en Colombia, según el DANE, la llamada pobreza monetaria alcanzó un 33% en 2023, lo que se traduce en que 16,7 millones de personas la padecían. En cuanto a la pobreza extrema, rondaba el 11,4%. “En 2023, en el total nacional, 5.785.529 personas estaban en situación de pobreza monetaria extrema y en 2022 había 6.904.501 personas en dicha situación", reseñó la entidad oficial. Este domingo, 17 de noviembre de 2024, el papa Francisco envió un mensaje, a propósito de la fecha: "La Jornada Mundial de los Pobres es ya una cita obligada para toda la comunidad eclesial. Es una oportunidad pastoral que no hay que subestimar, porque incita a todos los creyentes a escuchar la oración de los pobres, tomando conciencia de su presencia y su necesidad. Es una ocasión propicia para llevar a cabo iniciativas que ayuden concretamente a los pobres, y también para reconocer y apoyar a tantos voluntarios que se dedican con pasión a los más necesitados. Debemos agradecer al Señor por las personas que se ponen a disposición para escuchar y sostener a los más pobres".>> Siga leyendo: Karina, la exmodelo que resultó en las calles, ya está en rehabilitación
Después de haber sido una figura prominente en las pasarelas y caer en el abismo de la drogadicción, Ingrid Karina Sánchez, conocida por su lucha en las calles de Medellín, ha comenzado un nuevo capítulo de su vida. Tras ser rescatada por la Fundación Yonathan Forero, Karina ahora se encuentra en un proceso de rehabilitación, apoyada por su familia, amigos y un equipo de profesionales dispuestos a darle la oportunidad de reconstruir su vida. Nacida en Ocaña, Norte de Santander, Ingrid Karina fue una modelo prometedora que, en su juventud, vivió rodeada de lujos y éxito. A lo largo de su carrera, trabajó con varias agencias de modelos de renombre y habló en diversas ocasiones sobre su amor por las pasarelas. En sus años de gloria, se destacaba por su belleza, fluidez en 7 idiomas y su historia como mujer internacional."Hablo siete idiomas, tengo tres nacionalidades, pero de momento, aquí en estas calles, no necesitas mostrar tu hoja de vida para que te respeten. No sé matar, no sé robar, pero me toca mantenerme. Y hay mucha gente, por ejemplo, que así yo tenga plata en el bolsillo me rechaza para venderme algo", dijo en un video compartido por la creadora de contenido Andreitha Moreno. >>> Vea la historia de Karina, exmodelo que cayó en las drogas y vive en las calles de MedellínKarina ha tenido una vida muy duraSin embargo, la vida de Karina dio un giro inesperado cuando enfrentó tragedias personales que la llevaron a las calles, pues en el video que se viralizó, la mujer que asegura ser modelo de talla internacional, confesó que la pérdida de su hija y los abusos sufridos en su matrimonio la sumergieron en una profunda depresión que, con el tiempo, derivó en el consumo de drogas. “Probé el bazuco, pero hay más dolor en el bazuco que en cualquier otra cosa”, compartió en el video que se viralizó, en el que también aseguró ser modelo de Stock Models.Karina sigue siendo una mujer inteligente, habladora y sensible, que lucha por encontrar un camino hacia la sanación. "Había dedicado 20 años de mi vida a mis hijos, pero ahora estoy perdida", afirmó, mostrando el dolor que aún lleva consigo por las decisiones tomadas en su vida.Karina no logra comprender que está recibiendo ayudaA raíz de la difusión de su historia, Ingrid Karina recibió el apoyo de la Fundación Yonathan Forero, que, con la ayuda de amigos de la infancia y su familia, logró rescatarla de las calles de Medellín. La fundación estaba con Andreitha Moreno el día que la creadora de contenido compartió su historia en redes sociales y desde entonces han tratado de ayudarla en su proceso de sanación y recuperación. La rehabilitación de Karina, según explicó la fundación, está siendo un proceso involuntario, puesto que Karina se niega a que la ayuden; sin embargo, está recibiendo la atención que necesite por solicitud de sus familiares, quienes también firmaron un permiso para que la organización sea la encargada de su proceso y por tanto, de su futuro. “De este caso nos dimos cuenta con Andreitha Moreno, yo trabajo de la mano con ella. Eran horas de la noche en un sector muy vulnerable, que es debajo del puente peatonal de la plaza minorista. Estábamos ahí cuando ella se nos acercó pidiéndonos algo de comer y, ella quería que alguien la escuchara, así que nos contó su historia”, relató un vocero de la Fundación Yonathan Moreno a Noticias Caracol en vivo. Después de resistirse a la ayuda que en un principio le brindó la entidad, Karina fue llevada a una de las instalaciones de la fundación, donde actualmente recibe apoyo psicológico, espiritual y social. “Está en un lugar donde su vida va a empezar a cambiar. Es un proceso largo, pero con fe y con ayuda de su familia, amigos y de Dios, tenemos la certeza de que podrá salir adelante”, afirmó el vocero. El proceso ha sido complicado, ya que Karina sigue desorientada. "No asimila todavía su proceso, la etapa que va a empezar en su vida. Todo es de tiempo, es de ella empezar a meditar, a aceptarse y a trabajar en su autocuidado y proyecto de vida", explico en la entrevista.“Va a conseguir apoyo psicosocial, le estamos brindando alimentación, cama, ayuda espiritual, va a recibir atención psicológica. También va a tener procesos de recreación", agregó la fundación. >>> Le puede interesar: Habla el hijo de Karina, exmodelo que terminó como habitante de calle en MedellínSus familiares y amigos la han ayudadoEl papel de la familia ha sido fundamental en este proceso. El apoyo de quien dice ser su hijo, aunque distante, sigue siendo una motivación importante para Karina. A pesar de la difícil situación, Juan Antonio ha estado trabajando para ayudarla, en la medida en que las circunstancias lo permitan. "Muchos me han preguntado que si he podido hablar con ella, que si la he buscado, y hasta ahora no he podido, pero lo más seguro es que hoy lo logre y por aquí les contaré cómo está", señaló en un video que compartió por redes sociales Juan Antonio. En este video también explico que creó esa cuenta para que cuando ella salga de rehabilitación pueda contar su historia a todas las personas que han estado al tanto de su caso."Hay que tener en cuenta que recuperarse de una adicción es un camino muy largo y muy difícil, que espero que mi mamá pueda lograr con nuestra ayuda. Espero que todo esto se pueda resolver favorablemente", dijo el joven. "Muchos adictos, cuando se recuperan, vuelven a las drogas porque no tienen nada que hacer y nadie que les dé trabajo. Ella podría dedicarse a las redes, después de todo es algo que siempre le ha gustado. Entonces me gustaría darle esta cuenta apenas se recupere, con un número importante de seguidores, para que tenga de qué mantenerse y pueda contar su vida", concluyó el hijo de Karina.La mujer también ha contado con el respaldo de Fabián, un amigo de infancia que se comprometió a apoyarla. Este gran compañero habló con la entidad que ahora le está ayudando a Karina y les pidió que ayudarán a su amiga. La mujer vive en un hotel que es propiedad de Fabián, según explicó la fundación a Noticias Caracol. La Fundación Yonathan Moreno, que opera de manera privada, ha recibido el apoyo de varias personas que han querido contribuir a la causa, pero las ayudas monetarias que han recibido han sido de los familiares de Karina, quienes desean verla mejor, confiando en sí misma y con una nueva y renovada vida. "Es un proceso de tiempo, pero estamos convencidos de que Karina tiene todo para salir adelante, con el apoyo de su familia, la fundación y el amor que muchas personas le están brindando", puntualizó la fundación.
"Yo antes la había visto, pero, por su condición, no la reconocía". Eso señala, aún impactado, Andrés Leonardo Pacheco. Y cómo no si el martes pasado, gracias a un verdadero milagro, se reencontró con su mamá. Doña María era la habitante de calle a la que tantas veces se había topado en el Parque Lineal de Cúcuta.>>> En contexto: así fue el reencuentro de esta madre y su hijoPasaron 20 largos años desde que Andrés Leonardo y su madre perdieron contacto. La mujer se separó del esposo y este se llevó a su hijo para Venezuela. "Mi papá nos cortó toda comunicación con ella desde que nos fuimos. Todo ese tiempo siempre nos cortó la comunicación", subrayó el joven, en diálogo con Noticias Caracol en vivo.El hijo, sin embargo, jamás olvidó a su mamá. La recordaba constantemente y hace cerca de cinco años, al volver a Cúcuta, empezó a buscarla con mayor intensidad. Se la preguntó a vecinos y conocidos, pero nadie le dio razón. Algunos solo le indicaban que, quizá, podría estar en la mendicidad."De tanto buscar, ya había perdido un poco la esperanza, pero ayer (12 de noviembre) se acercó un muchacho (habitante de calle) a pedirme unas monedas y un cigarrillo, y yo se los di. Y el muchacho, en broma, me dijo: 'Ahí está su mamá, se parecen'. Y se fue. Yo me puse a pensar, me senté con la señora y hablé con ella. Le di unas moneditas y, cuando comenzamos a hablar, supe que era mi mamá. No la reconocí al principio porque fueron 20 años. Yo me fui cuando estaba niño y ya tengo 32".¿Cómo se reconocieron la madre habitante de calle y su hijo?Andrés Leonardo reveló que, además de un lunar que comparten, la forma de sus cachetes fue clave para identificarse y reconfirmar que eran madre e hijo. El tiempo borra muchas cosas, pero jamás esas señales tan íntimas y llenas de amor. "Cuando el muchacho me dijo que ahí está su mamá, porque nos parecemos en los cachetes, yo me siento al lado de ella. Empiezo a hablar y me empiezo a dar cuenta por unos lunares. Cuando yo le veo los lunares, me dice: 'Tú tienes un lunar igual que el mío, yo lo tengo aquí en el mentón'. Y de una vez supe que ella era mi mamá, porque mi mamá siempre ha tenido ese lunar. Y ella me lo recalcó, que lo tenía ahí, y yo lo tengo en la sien. Y de una vez ahí me di cuenta".Lo más curioso, si se le puede calificar así, es que Andrés Leonardo se había cruzado con doña María sin saber que esa habitante de calle encorvada, cubierta de trapos y botellas plásticas, cuyo rostro estaba cubierto con una gran melena y que se sostenía de un palo, era la mujer que le dio la vida. "Yo trabajo en el centro y donde la encontré fue en un parque que queda en el centro, pero, como estaba en esas condiciones, pues no la había reconocido. Cuando yo dejé de verla, era una mujer gordita, tenía una tiendita, normal. Ya la había visto como en una o dos oportunidades mi esposa, pero en realidad no la reconocimos en ningún momento", indicó en la charla con Noticias Caracol en vivo.>>> Vea, además: historia de otra madre que lucha por sacar a su hijo de las calles de Cúcuta¿Por qué doña María era habitante de calle en Cúcuta?Sobre cómo la señora terminó durmiendo en el Parque Lineal de Cúcuta, su hijo explicó lo siguiente: "Unos vecinos dijeron que se había mudado para otra casa que iba a comprar. Me dirigí hasta donde me dijeron y ahí los vecinos me cuentan que sí, que ese lote precisamente es de ella, pero que se quemó, que hubo un incendio que le quemó la casita. Y, a raíz de eso, ella me contó ayer que quedó como traumada y quedó en la calle, y ahí empezó la vida en la calle".Andrés Leonardo reveló que su hermano mayor, Jairo Pacheco, no se ha enterado del reencuentro. Él, que se quedó con doña María tras la separación, se fue luego a vivir a Medellín. "No sabe que la he encontrado. Ya le dejé mensaje, pero no me ha respondido. Como trabaja en una empresa, le dan permiso cada cuatro días. No ha visto el WhatsApp". Este hijo hoy no se cambia por nadie. Recuperó a la mamá que perdió hace dos décadas y no está dispuesto a alejarse jamás. "Muy contento y feliz de tener otra vez a mi madre, de saber que está bien, y ahora a luchar por ella y salir adelante", concluyó en Noticias Caracol.¿Cómo ayudar a un habitante de calle?No despreciarlos ni estigmatizarlos, esa es la primera recomendación que hacen expertos. Los habitantes de calle son ciudadanos, con derechos como todas las personas que viven en Colombia, y cualquiera de nosotros podría estar en esa situación difícil. Por supuesto, a los que delinquen -que no son la mayoría- hay que denunciarlos, insisten las autoridades. Para ayudarlos, además de darles alimento cuando pueda, es posible unirse a fundaciones como El Banquete del Bronx, con presencia en varias ciudades, y Callejeros de La Misericordia, la cual realiza una hermosa labor en Bogotá en memoria de fray Gabriel Gutiérrez Ramírez, frayñero, el sacerdote franciscano que dio su vida por los más pobres.
Cúcuta no sale de su asombro luego de que, a través de Noticias Caracol, los residentes de la capital de Norte de Santander conocieran la historia de doña María Pacheco. Por una casualidad, la señora se reencontró con su hijo Andrés Leonardo, después de estar separados durante 20 años. Ella era habitante de calle en el Parque Lineal y él trabajaba muy cerca. >>> En contexto: Milagro en Cúcuta: su mamá era habitante de calle y la halló, 20 años después, por una casualidad"Mis hijos se fueron y alguien los convidó”, relató María, a quien, por problemas de salud, le cuesta recordar ciertas cosas. Su hijo agrega que perdieron contacto cuando él tenía 12 años. Sus padres se separaron. Andrés Leonardo se fue con su papá para Venezuela, mientras que su hermano menor se quedó con la mamá.Hace 5 años regresó del vecino país, lo cual lo hizo retomar la búsqueda de doña María. Indagó con sus vecinos, pero nadie le daba razón clara de ella, solo tenía algunos testimonios que afirmaban haberla visto deambulando.De manera casual, un habitante de calle que iba pasando por un parque cerca a su lugar de trabajo le pidió un cigarrillo a Andrés Leonardo. Dice que siempre intenta ayudar a los demás, por lo cual le cumplió su petición, pero, poco después, este hombre, en tono de broma, le aseguró que se parecía a una mujer mayor que también se mantenía en la zona."El muchacho se fue y a mí me quedó eso en la cabeza, como por qué dijo que nos parecíamos. Y me acerqué, la vi bien, me senté y empecé a preguntarle. Supe en ese instante que ella es mi mamá", contó Andrés Leonardo en entrevista con Noticias Caracol en vivo.Las lágrimas les inundaron el rostro y el corazón, puesto que, después de tanto tiempo, la vida los volvió a unir casi inesperadamente. Una marca de nacimiento les confirmó a ambos que llevaban la misma sangre, e incluso cuando él le presentó a su pequeño hijo, ella no dudó en decir que este era idéntico a Jairo, su hijo mayor, cuando tenía esa edad.>>> Puede interesarle: Madre se hizo pasar por habitante de calle en Bogotá para buscar a su hija desaparecidaUn nuevo comienzo para la habitante de calle Al encontrarla, Andrés Leonardo escuchó que ella se quejó de molestias en el cuello. Le afirmó que podría ser por la cantidad de botellas y cabuyas que cargaba, lo cual le producía un peso innecesario en la zona, pero ella estuvo rehacía a quitárselo. La mujer fue trasladada a un centro hospitalario de Cúcuta, donde fue examinada. A pesar de los años, el amor de este ferviente hijo, que admitió que en ocasiones pensó que su progenitora había fallecido, no se terminó, por lo cual, tras su reencuentro, se postró a sus pies para ayudarla a asearse, llegando incluso a cortarle las uñas. Entretanto, la señora le contó al equipo de Noticias Caracol que se convirtió en habitante de calle después de que "se incendió el ranchito donde vivía", pero que ahora su corazón estaba tranquilo, pues la vida le permitió volver a compartir con ese niño inquieto al que le había perdido el rastro.Sereno y con paciencia, Andrés Leonardo atendió a la mujer. Tras refrescarse, la Policía Comunitaria de Cúcuta y las directivas de la Fundación Banquete del Bronx organizaron para que pudiera tener una gran cena que marcó el inicio de su nuevo comienzo.Con ropa limpia, un nuevo corte de cabello y después de dormir juntos en la casa de Andrés Leonardo, la mujer ahora guarda la esperanza de que, si Dios quiere, pueda quedarse con su hijo.Asimismo, esperan que el otro hijo de doña María, quien reside en Antioquia, se entere de que su madre apareció, para que la familia pueda estar completa por primera vez en décadas.>>> Le recomendamos: El último adiós a Lucas, el habitante de calle que vivió 20 años en alcantarilla de Bogotá
Un verdadero milagro, de esos que nos hacen suspirar, ocurrió en Cúcuta. En el Parque Lineal, centro de la capital de Norte de Santander, un trabajador humilde encontró a su mamá. La buscó durante 20 años y, por una casualidad, descubrió que era la habitante de calle a la que tantas veces había visto en un rincón de ese lugar, encorvada, con una gran melena, cubierta de botellas plásticas y con un palo como única compañía.Doña María Pacheco y su hijo Andrés Leonardo perdieron contacto cuando él tenía 12 años, después de que la señora se separó del esposo. El niño se quedó con su padre, mientras que su hermano mayor se fue con la mamá. "Mi papá me llevó para Venezuela y nos cortó toda comunicación con ella. Volví a Cúcuta hace como 5 años y empecé a buscarla por todos lados. Donde antes vivíamos, la preguntaba y me decían que no, que no la habían vuelto a ver. Otros me decían que la habían visto por ahí, en la calle. Buscaba y buscaba, pero no la encontraba".>> En otras noticias de habitantes de calle: conozca acá la historia de Karina, la exmodelo que ahora deambula por MedellínAunque Andrés Leonardo alcanzó a contemplar la triste posibilidad de que su progenitora hubiera fallecido, algo en el fondo del corazón le indicaba que no era así, que en algún lado lo estaba aguardando con los brazos abiertos. "A veces llegué a pensar que ella ya estaba muerta, pero luego me llenaba de esperanzas porque me decían que la habían visto". Y no se equivocaba. Este martes, 12 de noviembre de 2024, Andrés Leonardo pudo reencontrarse con la mujer que le dio la vida. Era la abuelita que él observaba de forma constante en el parque. Sí, era la habitante de calle que tuvo tan cerca y, a la vez, tan lejos. Todo sucedió, literalmente, por una coincidencia. Así fue el reencuentro de habitante de calle con su hijo en Cúcuta"Yo la veía, pero no me imaginaba que era mi madre. Cuando a mí me piden monedas, yo trato de ayudar. Y ayer un habitante de calle que iba pasando por el parque me pidió unos cigarros. Yo se los di y después él me dijo, como molestando: 'Ustedes se parecen'. El muchacho se fue y a mí me quedó eso en la cabeza, como por qué dijo que nos parecíamos. Y me acerqué, la vi bien, me senté y empecé a preguntarle. Supe en ese instante que ella es mi mamá", contó Andrés Leonardo en entrevista con Noticias Caracol en vivo. Fue un momento conmovedor. La espera para ellos, que parecía eterna, había terminado. Muchos afirman que el cordón umbilical que une a una mamá con sus hijos jamás se rompe y esa es una realidad, pues ahí estaban los dos, otra vez unidos. "Nos dimos cuenta a medida que nos íbamos preguntando cosas. Me quedé mirándola y le dije: 'Hola, ¿cómo estás?'. Y le di dos mil pesos que tenía. Ella los agarró y me dijo: 'Gracias'. Y sentí como que había algo. Me quedé viéndola y empecé a preguntarle, y me enteré de que era mi mamá. Me puse a llorar. Me contenté y luego me puse triste al ver cómo estaba. Eran unas emociones muy fuertes".Doña María también rompió en llanto. "Lloraba, pero casi no hablaba por la situación tan dura. Me comentó que le dolía el cuello. Le dije: 'Es que tiene mucho peso'. Tenía unas cosas ahí, colgadas (botellas y cabuyas). La revisé y le noté una raja en el cuello por el peso. Yo le dije: 'Hay que quitarse todo eso'. Me dijo: 'No'. No quería al principio, pero después me fui ganando la confianza, poco a poco, hasta que cedió", subrayó Andrés Leonardo.>> Vea en este enlace el video del reencuentro de doña María y Andrés LeonardoUn lunar les confirmó que eran madre e hijoFue una marca de nacimiento, que ambos comparten, la que acabó por convencerlos de que se habían reencontrado luego de dos décadas. "Ella me miró bien la cara y me dijo: 'Sí, tú eres mi hijo porque tienes el mismo lunar. Ella lo tiene en la barbilla, debajo de la boca, y yo en la sien. Ella se puso a llorar y me hizo llorar". Andrés Leonardo Pacheco se comunicó con su esposa para que fuera al Parque Lineal de Cúcuta y le solicitó que llevara a su hijo chiquito. Aquí vino otra prueba irrefutable del parentesco. Es que la sangre jala, asegurarían algunos. "Le llevé a mi hijo de cuatro meses. Llamé a mi esposa y llegaron al ratico. Ella apenas vio al nieto dijo: 'Igualito a Jairo cuando estaba pequeño'. Jairo es mi hermano mayor". Sobre este hijo, se sabe que vivió con doña María y en la actualidad reside en Medellín. Confían en que pronto se entere de la buena nueva.Doña María no había olvidado el nombre de su hijoLa habitante de calle también recordó el nombre de Andrés, sabía perfectamente que así se llamaba su segundo hijo. "Pese a todo, no está tan mal", reflexionó él. La señora fue trasladada a un hospital de Cúcuta, donde la examinaron y bañaron. Ya con el rostro limpio y el estómago lleno, expresó sentirse feliz y más liviana. En una charla inicial con Noticias Caracol, doña María contó por qué se convirtió en habitante de calle. "Se incendió el ranchito donde vivía", esa fue su explicación. "Ahora estoy bien, está tranquilo mi corazón", acotó y, al lado de su hijo, de quien recuerda era "muy inquieto" cuando niño, sentenció: "Si Dios quiere, me quedo con él".Anoche durmieron juntos, como intentando recuperar el tiempo que el destino les robó, y hoy se levantaron tarde, pues ya la pesadilla finalizó. "Me la traje para la casita y aquí estoy con ella. Estoy muy contento y ella también está muy contenta", concluyó Andrés Leonardo.Gracias al apoyo de la Policía Comunitaria de Cúcuta y a María Elena Hernández, directora de la Fundación Banquete del Bronx en esa ciudad, la madre tuvo una gran cena y este miércoles la llevaron a una peluquería. El propósito es acompañarla, a ella y a su familia, en esta reconstrucción de lazos. Será un completo renacer, a sus aproximados 57 años de edad.A propósito de María Elena, esta mujer sí que sabe de eso, de amar sin condiciones. Ella misma ha sufrido, en carne propia, una desgracia similar. Su hijo Brayan también fue habitante de calle. Haciendo clic en este enlace, puede conocer su historia.
El equipo médico del Hospital San Juan de Dios en Armenia, Quindío, trabaja en la recuperación de una bebé que nació este fin de semana debajo de un puente de la ciudad. La madre de la pequeña, quien tiene problemas de consumo de drogas, se negó a recibir ayuda para desintoxicarse.>>> Le recomendamos: El ‘milagro de Armero’: la historia no contada de la bebé que nació en el lodo¿Cómo está la bebé que nació bajo un puente en Armenia?De acuerdo con las autoridades de la capital del Quindío, la menor de 3 días de nacida llegó al mundo en condiciones de alta vulnerabilidad bajo los puentes de la calle 26, en el centro occidente de la ciudad."La situación ha generado un llamado a la reflexión sobre la difícil realidad que enfrentan las personas en situación de calle y las limitaciones en los procesos de intervención social", destacó la municipalidad.En videos compartidos en redes sociales se ve a la mujer siendo ayudada por algunos transeúntes mientras da a luz.La Secretaría de Desarrollo Social confirmó que la progenitora de la bebé es una mujer de 37 años en condición de calle. La madre tiene problemas de consumo de alucinógenos y a pesar de que las autoridades ofrecieron ayuda para acceder al servicio de desintoxicación y planificación familiar, el cual fue rechazado.Ante la negativa de la mujer en condición de calle, el ICBF intervino en el caso para garantizar la seguridad y bienestar de la recién nacida.>>> En temas relacionados: Víctor Payares, el hombre que se reencontró con su familia tras pasar 24 años en la calle¿Qué pasó con la bebé que nació en un andén en Cúcuta?En 2021, el equipo de Los Informantes, de Caracol Televisión, conoció a Cinthya Franco y Anthony Velasco, una pareja que recibió a su tercera hija, Milagros, en un andén de Cúcuta y acabó viviendo debajo del puente García Herreros, una vía que conecta las fronteras entre Colombia y Venezuela.“Milagritos, pues fue un milagro de que haya vivido. Para nosotros fue un milagro por lo que pasamos. Como nació por ahí, sin un doctor ni nadie que supiera. Nos ayudaron dos policías”, comentó Cinthya, quien contó los detalles del inesperado nacimiento de la bebé en plena vía pública.La pequeña debió permanecer 10 días hospitalizada, pero tras ser dada de alta, llegó a una humilde vivienda construida debajo del puente. Pese a las carencias, el patriarca de la familia expresó que es mejor vivir en Colombia que en Venezuela, pues "por lo menos aquí salimos a las 6 de la mañana, recogemos cualquier 10 o 15 kilos de plástico y con eso compramos algunos sustentos".>>> Puede interesarle: Bebés recién nacidos de madres con adicciones enfrentan el desafío de la abstinencia
La historia de Karina conmueve a Colombia. Modelo hace muchos años, cayó en las drogas y hoy vive un infierno como habitante de calle en Medellín. Un video suyo, donde cuenta detalles de su día a día, se hizo rápidamente viral. En las últimas horas, además, apareció en redes sociales un joven que asegura ser su hijo y que pide ayuda para que su mamá se recupere. >> Vea aquí el antes y después de Karina, la habitante de calle que fue modeloJuan Antonio, como se identificó el muchacho, afirmó que no ha podido tener contacto con Karina recientemente. Sin embargo, recalcó que está trabajando para lograr pronto ese propósito. "Muchos me han preguntado que si he podido hablar con ella, que si la he buscado, y hasta ahora no he podido, pero lo más seguro es que hoy lo logre y por aquí les contaré cómo está", señaló. Karina indicó en la grabación que tuvo tres hijos: “Perdí a mi hija, mis dos hijos están en Francia”. Fue la partida de la niña, según explicó, lo que la hizo sumergirse en la drogadicción. “Porque, como mucha gente que está aquí en El Bronx (de Medellín), todas tienen un dolor afectivo. Me siento sola, le dediqué todos los años de mi mejor vida a mis hijos, duré 20 años casada y, no sé, en este momento estoy como perdida". Oriunda de Ocaña, Norte de Santander, dijo que trabajó con una reconocida agencia de modelos del país y que jamás imaginó acabar en la mendicidad. "Hablo siete idiomas, tengo tres nacionalidades, pero de momento, aquí en estas calles, no necesitas mostrar tu hoja de vida para que te respeten. No sé matar, no sé robar, pero me toca mantenerme. Y hay mucha gente, por ejemplo, que así yo tenga plata en el bolsillo me rechaza para venderme algo".>> En más historias: hijo se reencuentra con su madre habitante de calle, después de 20 años Karina, de las pasarelas a las callesKarina sostuvo que fue víctima de violencia intrafamiliar y que allí donde está, en las calles y debajo de los puentes, siente igualmente el azote de los golpes, ahora disfrazados de indiferencia y discriminación: “Tuve un esposo que me dio mucho dolor y ahora caí aquí, donde esta gente me trae más dolor”.Aunque no quería que sus hijos vieran el video, “porque para qué me maté 20 años de la vida criándolos y que ellos sepan sus idiomas y todo para que ahorita vean a su mamá así y digan que ahora no estudian por eso", Juan Antonio no solo conoció las imágenes, sino que decidió compartir algunas palabras con quienes se han preocupado por la situación de esta habitante de calle."Muchos me han dicho que cuente su historia, pero la única que puede contar su historia es ella. También creo que así lo preferiría. Entonces, ella apenas pueda, yo le daré esta cuenta para que pueda hacerlo", subrayó el hijo de Karina. Y es que Juan Antonio decidió abrir una cuenta de TikTok con el nombre de su progenitora para que, "cuando mi mamá se recupere, tenga de qué vivir. Muchos adictos, cuando se recuperan, vuelven a las drogas porque no tienen nada que hacer y nadie que les dé trabajo. Ella podría dedicarse a las redes, después de todo es algo que siempre le ha gustado. Entonces me gustaría darle esta cuenta apenas se recupere, con un número importante de seguidores, para que tenga de qué mantenerse y pueda contar su vida".Finalmente, Juan Antonio reflexionó: "Hay que tener en cuenta que recuperarse de una adicción es un camino muy largo y muy difícil, que espero que mi mamá pueda lograr con nuestra ayuda. Espero que todo esto se pueda resolver favorablemente". Algo con lo que, desde la lejanía, coincide su madre, quien manifestó: “Creo que todo tiene una enseñanza en la vida... probé el bazuco, pero hay más dolor en el bazuco que en cualquier otra cosa”.>> Le puede interesar: duro reencuentro entre habitante de calle y su mamá en Cúcuta
Son miles los habitantes de calle en Medellín. En los andenes y puentes de la capital antioqueña se cuentan historias duras y muy tristes, como la de Karina, una exmodelo que cayó en las drogas y vive un verdadero infierno. Karina asegura haber pertenecido a Stock Models, reconocida agencia donde se han formado algunas de las modelos más influyentes y representativas del país, tales como Paloma Vélez, Patricia Vásquez y Carolina Castro.Por medio de un video publicado en redes sociales, Karina le contó su historia a la creadora de contenido Andreitha Moreno. Entre otras cosas, mostró su difícil situación y cómo llegó a ser habitante de calle. Aseguró ser oriunda de Ocaña, Norte de Santander. En medio de su relato, sostuvo saber siete idiomas y tener tres nacionalidades. Afirmó que desde los 15 años hasta pasados los 20 perteneció al mundo del modelaje, que tuvo un matrimonio de dos décadas y que sus hijos de 18 y 17 años se encuentran en el extranjero. Mencionó que también tuvo una hija que, lamentablemente, falleció a sus 7 años de edad. “Perdí a mi hija(..) murió de una enfermedad”. Ese fue el motivo que, según ella, la llevó a caer en el mundo de las drogas y en la mendicidad. "No quisiera que vieran este video (sus otros hijos) porque para qué me maté 20 años de la vida criándolos y que ellos sepan sus idiomas y todo para que ahorita vean a su mamá así y que digan que ahora no estudian por eso. No tiene sentido”, dijo.Lo que más impactó a los internautas fue su forma de expresarse, ya que se percibe como muy educada. Ahora muchos esperan que pueda recibir la ayuda necesaria para dejar las calles de Medellín y reconstruir su vida. En su historia también mostró cómo, por su aspecto, ha sido rechazada innumerables veces.“Adicción es adicción”: exmodelo habitante de calle“Es bueno que la gente entienda que todo eso tiene un costo (...) todo tiene una enseñanza en la vida, porque en el bazuco hay más dolor que cualquier otra cosa. Adicción es adicción”, expresó Karina en su conversación con la creadora de contenido.Andrea Moreno le propuso dejar las calles y entrar en un centro de rehabilitación. Karina finalmente mencionó que estaría dispuesta, aunque preferiría encontrar a alguien que le ofrezca su amistad y la apoye para superar esta situación tan compleja.
Una pareja se sumergió en el mundo de las adicciones y demostró que el amor puede superarlo todo. En 2023, Los Informantes conoció la historia de Harold Correa, quien tuvo que enfrentar el problema de la drogadicción junto a su esposa, Martha Lucia Ruiz, que padecía codependencia. Ahora, rescatan a personas de ese flagelo en las zonas más peligrosas de Bogotá.>>>Salvando Juanchaco: esta iniciativa convierte la contaminación de plástico en curiosos materiales“Yo todos los días voy a grupo de apoyo de doce pasos, me reúno con otros adictos en recuperación. Sé y soy consciente que padezco una enfermedad que se llama alcoholismo y drogadicción”, aseguró Harold, quien para ese entonces ya llevaba 13 años sin beber ni consumir sustancias psicoactivas.Un amor que superó las adiccionesHarold y Martha llevan 30 años juntos, y su valiente amor les ha permitido sobrevivir a los problemas de las drogas, el alcohol y la codependencia, después de que ella lo rescatará del vicio en una olla en Bogotá.>>>La batalla de una diseñadora contra "herencia maldita" que hace que el cáncer se reproduzca en su cuerpoSe conocieron en su adolescencia cuando se convirtieron en vecinos en un barrio al sur de la capital. Ambos compartían los vacíos de crecer en hogares disfuncionales. “No tuve una figura paterna, ni hermano, ni tío. Por esto, la enfermedad también se aprovechó...Cuando encontré a Harold, vi un respaldo, una ayuda. Nos volvimos absolutamente enfermos los dos, tanto yo de la codependencia como él de su adicción”, afirmó Martha.Por otro lado, Harold vivió con el secreto de haber sido abusado sexualmente, temiendo a las represalias de su agresor, quien lo amenazaba con matar a su madre si hablaba. Su única solución para liberar su dolor fue refugiarse en el alcohol.>>>>Asesinaban habitantes de calle en universidad y vendían sus cuerpos para clases, en BarranquillaA los 14 años, Harold y Martha tuvieron a su primer hijo, un hecho que desconsoló a sus familias, ya que consideraban que eran muy jóvenes para asumir esa gran responsabilidad.Después de un tiempo, Martha luchaba no solo por sacar adelante a un hijo, sino a tres niños, y a un marido que estaba consumido por el alcohol. ”Me decía ‘ahí le dejo la plata para pagar estos servicios’ y yo me consumía cosas bajo cuerda y a veces me gastaba la plata del mercado para consumir...A los 21 años, ella me buscó la primera ayuda”, reveló Harold, quien recuerda que su esposa hizo lo incansable por sacarlo de su adicción.>>>Madres de cuatrillizos superan con amor los desafíos y complicaciones del embarazo múltipleHarold tuvo que pasar por 38 procesos de rehabilitación. A pesar del sufrimiento que sabía estaba causando a su esposa y su familia, a ella nunca se le pasó por la cabeza dejarlo. Tenía una codependencia que no le permitía separarse de él.“Los familiares somos más enfermos que el mismo adicto, poseemos una enfermedad que se llama la codependencia. Mi sustancia no es el alcohol ni las drogas. Mi sustancia es ver feliz a la otra persona”, comentó Martha, asegurando que muchas veces “alimentaba” la enfermedad de su esposo con tal de no perderlo.En uno de los centros de desintoxicación por los que pasó, Harold escribió un diario como parte de su terapia, donde mencionaba todos sus secretos, esos que nadie llegó a conocer. Eran páginas llenas de confesiones sobre todo lo que vivió en su infancia y adolescencia. Martha lo leyó y supo que tenía que hacer algo para ayudar a su esposo, además de ayudarse a sí misma. >>>'Poderosas’ revoluciona la educación sexual en Barú para enfrentar el embarazo adolescenteUna fundación les dio sentido en sus vidasLuego de sufrir una crisis por el consumo excesivo, Harold buscó respuestas en una fundación que ayuda a personas en situación de calle. Allí realizó una labor social con 30 habitantes de calle, y desde entonces, eso se convirtió en su motor para salir adelante. Tenía un propósito: reconectarse con la vida, darle un sentido a su existencia y ayudar a otros a salir de ese cruel y doloroso mundo de la adicción.“Ahorita en Bogotá hay 13 mil habitantes de calle, todos nacieron rozagantes y nadie pensó que ese ser humano iba a ser un adicto. Nadie sabe que es una enfermedad que se llama adicción”, dijo Harold.Con la fuerza de un amor que ha superado todo, Harold, Martha y una red de apoyo reparten comida en las calles de Bogotá. Ayudan a que más personas salgan de la adicción y puedan ver un nuevo rumbo de esperanza en sus vidas. Esta labor los ha salvado de sí mismos y de sus peores adicciones.Reviva la historia completa de Los Informantes aquí:
Hace más de 30 años, una escena macabra estremeció a los habitantes de Barranquilla. En el interior de una universidad en la capital del departamento del Atlántico fueron hallados los cuerpos sin vida de 50 habitantes de calle. Todos fueron brutalmente golpeados y asesinados. Sus órganos eran vendidos en un espeluznante negocio para las clases de Medicina. Los Informantes reveló los detalles detrás de esta tragedia.>>>Papá Jaime, el héroe que ha rescatado a más de 80 mil niños de las alcantarillas de Bogotá“Los tipos mataban a los habitantes de calle con disparos, porque luego los vecinos testificaron que con frecuencia oían disparos, pero la muerte inicial era con un golpe con un palo. Era un mercado de la muerte”, reveló Humberto Mendieta, periodista barranquillero.Este hecho sigue estando presente en la memoria de los barranquilleros, quienes, con dolor, intentan asimilar que un acto tan atroz sucedió dentro de una universidad, donde fueron encontrados cadáveres y restos humanos.>>>Colombiano se llama igual que narco peruano y ha sido encarcelado tres veces por errorOcurrió en pleno Carnaval de BarranquillaEl día de los hechos, en una mañana de carnaval, Omar Hernández, un habitante de calle, testificó ante una estación de Policía que logró sobrevivir a tal masacre. Su relato era tan contundente, que las autoridades no duraron en acudir a las instalaciones para revisar lo que estaba ocurriendo.“Se trató de la muerte de personas que estaban en unas condiciones precarias de la sociedad...Empiezan a hacer un conteo de cadáveres y todos habitaban en las calles, por algunas características y porque, además, sus compañeros o amigos de oficio los reconocieron”, mencionó el periodista.>>>Las dos familias colombianas que quedaron rotas tras masacre del 7 de octubre en IsraelEn ese entonces, Medicina Legal y las autoridades identificaron a cada una de las víctimas, pese a que algunas estaban en avanzado estado de descomposición e irreconocibles. Por ello, realizaron la reconstrucción de sus rostros, para que fueran reconocidos y reclamados por sus familiares.“Se habían inventado un negocio macabro que era asesinar a estas personas que tenían algún desarraigo. Era como una población que no echaba de menos a alguien...Lo que se sabe es que los mataban con el objetivo de vender sus cuerpos ahí mismo...Los estudiantes no sabían de la procedencia y probablemente los profesores tampoco”, afirmó Mendieta.>>>El sueño hippie que terminó por el conflicto: historia de comunidad Atlantis en Colombia¿Quiénes fueron los responsables?De acuerdo con la investigación, la responsabilidad de los hechos recayó en los guardias de seguridad de la universidad, algunos de los cuales confesaron su participación. En el proceso quedó demostrado que ni estudiantes ni maestros, ni directivas tuvieron que ver con este delito.Miguel Bolívar Acuña, abogado penalista, fue el defensor de Eugenio Castro Ariza, quien era gerente administrativo de la universidad y fue señalado por haber firmado los cheques que habrían pagado por los cadáveres. “Logramos demostrar que los cheques que se giraban eran para problemas de la universidad. Él -Miguel Bolívar- giraba los cheques a la Facultad de Medicina...A los habitantes de calle les decían que les iban a pagar para que entraran a recoger la basura”, contó el penalista.La Fiscalía determinó que los celadores de la universidad sí fueron responsables de los hechos. Algunos de ellos fueron condenados, mientras que otros fueron absueltos. Pese a las condenas, muchas de las víctimas no fueron reclamadas por sus familiares.