Benjamin Netanyahu dijo que Israel y EE. UU. “deben permanecer unidos”, y defendió la guerra en Gaza afirmando que “no es un choque de civilizaciones, es un choque entre barbarie y civilización”.
El miliciano de Hamás, Nemer Hamida, falleció junto a una veintena de sus compañeros de la brigada de Shati, un campamento de refugiados del norte de la castigada Franja de Gaza.
Aliados de Irán, archienemigo de Israel, los rebeldes yemeníes hutíes y el movimiento libanés Hezbolá abrieron frentes contra Israel, en "apoyo" a los palestinos de la Franja de Gaza.
En las últimas 24 horas, por lo menos 37 personas murieron en Gaza a causa de los ataques de Israel. El número de víctimas por la guerra roza los 39 mil fallecidos.
El dron que impactó contra la edificación, según el Ejército de Israel, es de fabricación iraní y fue lanzado por rebeldes hutíes desde Yemen. Otras siete personas sufrieron lesiones leves.
La nueva ofensiva de Israel en Gaza, contra más de 25 objetivos, ha marcado una jornada llena de bombardeos en la supuesta zona segura de Mawasi. Van más de 38 mil muertos desde que comenzó la guerra.
El Ejército de Israel dice que continuará con “operaciones precisas y basadas en inteligencia” en Rafah, ciudad al extremo sur de la Franja de Gaza, donde se refugian miles de desplazados.
Esa zona ha quedado totalmente inhabitable tras el paso de los soldados israelíes, dijeron autoridades de Gaza, que han recuperado unos 120 cadáveres en los últimos dos días.
Hamás declaró que está dispuesto a negociar la liberación de rehenes en la Franja de Gaza. Entretanto, Netanyahu aseguró que el conflicto seguirá hasta la “destrucción de Hamás”.
La orden de Israel llega tras nueve meses del inicio de su ofensiva en Gaza. Según el Ejército de ese país, en aquella zona se arreciarán los bombardeos.
Además, al menos 40 personas fallecieron este martes en medio de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza. Los blancos de la guerra son escuelas refugio, donde se esconderían militantes de Hamás.
Un informe de Save the Children asegura que muchos de los niños desaparecidos en Gaza podrían estar muertos, bajo los escombros o enterrados en fosas comunes sin identificación.